(De Roma a los Mayas)
Agua de vida y sin agua la muerte
El Agua siempre ha generado vida pero de igual forma cada vez está más claro que de igual forma genera muerte. Los estudios históricos sobre saneamiento, irrigación, infraestructura… siempre han sido los pioneros en los análisis. ¿Y si nos planteamos sobre su ausencia? Los primeros análisis se centraron en la desaparición de civilizaciones prehispánicas donde el establecimiento de sus principales centros ceremoniales y su posterior abandono fueron planteados por los enfrentamientos entre poderes locales o en el propio centro de poder ante situaciones de desabastecimiento de alimentos fruto de los ciclos climáticos adversos que incentivaron las sequías. El colapso en el s.IX de poderes como Tikal y Calakmul fueron de la mano del impacto directo del bajo índice de precipitaciones que llevarían a cambios en la estructura social y económica. Estudios como ¨Quantification of drought during the collapse of the classic Maya civilization¨ coordinados por David A. Hodell nos aportan valiosa información donde podemos establecer reconstrucciones paleoclimáticas que llevan a la pérdida entre el 55-70 % de las precipitaciones en el periodo.
Indudablemente a continuación podríamos pensar en la capacidad de adaptación de la especie humana en cuanto a estas adversidades pero del mismo modo nuestra tendencia natural a querer permanecer ante los mismos comportamientos de nuestros antepasados y de no ser posible estalla una confrontación entre ambas posturas. ¿Y si miramos a otras cronologías y civilizaciones?
Cornelius Christian en su trabajo ¨ Shocks to military support and subsequent assassinations in Ancient Rome¨ muestra una posible relación entre la incidencia de la sequía y la permanencia en el poder de los emperadores romanos. Fueron 25 los emperadores asesinados desde el 27 a.C al 476 d.C de un total de 82. La ausencia de lluvia y el descenso de las cosechas pudieron articular motines contra el poder vigente.
Incluso hace 4.200 años atrás existió una gran sequía de dimensiones globales, que hoy es rastreada mediante la palinología, y que tuvo relevancia en la etapa del Imperio Antiguo en Egipto. La obra ¨The Collapse of the Eastern Mediterranean. Climate Change and the Decline of the East, 950-1072¨ del doctor Ronnie Ellenblum estudia los cambios en esta región que incidieron directamente en sus sociedades.
¿Y si cercamos el estudio a un espacio territorial más reducido? Encontramos la misma relación en las Islas Canarias donde la necesidad de temporales desarrolló prácticas rituales como la de los guanches de Tenerife dirigiendo sus rebaños a lugar sagrado para que el balar, a modo de súplica, llegara a conmover al dios en la petición de lluvia. ¿Y si lo llevamos a grandes extensiones? La dinastía Tang en China tiene un periodo de decadencia coincidente con la caída de la civilización maya clásica.
En mi tierra asturiana dicen ¨De la seca d’abril y del agua d’agostu, d’elles nun t´has de rir¨ [De la sequía de abril y de la lluvia de agosto no has de reír]. Son dos momentos clave para la cosecha e incluso donde se dice que una sequía de Mayo dura todo el año. No nos reímos por tanto del estudio de la Historia y la sequía donde sus relaciones indudablemente viajan juntas en el devenir de las civilizaciones creando inestabilidad y cambio de estructuras de poder como afirmó el profesor Israel Finkelstein "Comprender el clima es clave para entender la historia". Abramos los paraguas, las sombrillas, y bajo la lluvia restauradora sigamos el estudio.
Mtro. David Sánchez Sánchez
Director Académico de la Maestría en Estudios Históricos