Por: María del Carmen Romero Amaro, alumna de cuarto semestre Prepa Santiago
“El béisbol no es vida. Es una ficción, una metáfora. Y un jugador de béisbol es un hombre que acepta defender esa metáfora como si hubiera vidas en juego.”
David James Duncan
Se cree que el béisbol es un juego aburrido que tiene que renovarse para atraer más espectadores. Sin embargo, más allá de ese estereotipo, este deporte tiene una gran cantidad de estrategias y juegos mentales que lo hacen seductor y muy completo. Para jugar béisbol se necesita inteligencia: no sólo tienes que pensar el siguiente movimiento o jugada, sino sus implicaciones en todo el partido.
Al béisbol se le llama “El Rey de los Deportes”. Existen tres teorías que intentan explicar el origen del apodo: La más famosa cuenta que Albert Einstein fue el autor de la frase. En 1932 Einstein vivía en la ciudad de Nueva York y, en sus tiempos libres, asistía al Yankee Stadium. Al presenciar los partidos se daba cuenta de todas las variables que entraban en juego. Le maravillaron las reglas complejas del béisbol y de lo imprevisible que puede ser: nada es seguro hasta que cae el último out, el número 27. En una ocasión el historiador beisbolero Michael Aubercht le propuso a Einstein que, si éste le enseñaba relatividad, él le enseñaría beisbol. El científico respondió: "No creo que sea posible. Usted aprenderá relatividad más rápido de lo que yo aprendería beisbol".
La segunda teoría nos lleva a la década de los 50. Esta versión refiere que el béisbol fue el primer deporte en ser transmitido a control remoto. Esta transmisión se realizó en nuestro país, desde el Parque Delta en la Ciudad de México. La última versión indica que el apodo surgió en Estados Unidos ya que, en la década de los 20, fue el primer deporte transmitido por radio y luego por televisión. Esto generó una gran popularidad y la práctica masiva de este deporte.
En el bésibol no se puede llegar a un empate, o se gana o se pierde; se juega 6 de los 7 días de la semana, así que casi no hay descanso para quienes lo practican. Tiene tanta dificultad que, si un jugador da un hit o imparable en tres ocasiones de cada diez, es considerado un excelente bateador. Algo para destacar es la trayectoria que debe seguir un jugador para anotar una carrera. Tiene un diseño circular, es decir, que para anotar debes de volver justamente al punto de partida, al lugar donde todo empieza; no sin antes haber pasado una serie de obstáculos mientras recorres cada una de las bases, también conocidas como estaciones. No es tan fácil como parece ya que, para empezar, debes enfrentar al lanzador o pitcher. El único objetivo de este jugador es sacarte de ahí y no dejarte avanzar con ayuda de sus lanzamientos de aproximadamente 90 millas por hora. Una vez que logras impactar la bola y colocarla en un lugar despejado, evitando que el contrincante sea más rápido que tú y atrape el batazo antes de que la bola toque el suelo, se llega a la primera estación. Ahí todo depende del jugador que sigue en el turno al bat; sin él no se puede avanzar. Es un proceso tan tortuoso y muchas veces no se logra el objetivo. El enemigo siempre tratará de hacer más difícil el regreso a “casa” (home) o, como muchos lo conocen, la “tierra prometida”.
El béisbol es como la vida: hay que recorrer un camino que a veces parece largo y a veces corto. En ese trayecto algunas personas te ayudan a lograr tu regreso. Por otra parte, están los adversarios, personas que siempre harán lo posible por no dejarte avanzar y pondrán una cantidad enorme de obstáculos en tu camino. Finalmente, la vida será el lanzador: podrá pichar bolas, strikes y hasta te podrá lastimar con un mal lanzamiento. Depende de uno enfrentar estos lanzamientos con determinación, astucia, confianza y fuerza.