México en las últimas décadas ha perdido su prestigio a nivel internacional. A pesar de pertenecer a la mayoría de los foros diplomáticos internacionales y tener relaciones comerciales con más de 40 países, nuestro país es un foco rojo y de preocupación en el escenario internacional por el abuso en los derechos humanos, el incremento del crimen organizado, la corrupción, los feminicidios, y las desapariciones forzadas, entre otros actos delictivos. Uno de los principios básicos que una buena política exterior es el reflejo de una buena política interna, nuestro país por el contrario tiene la imagen de ser inseguro, violento e inestable.
Desafortunadamente, la gran parte de la población está distante de lo que ocurre en otras partes del mundo y del cómo afectan a nuestro país los hechos acontecidos en otras latitudes o cómo nuestra situación pudiera ayudar a otros, provocando que este tema en las elecciones sea muy poco atractivo.
Las propuestas de política exterior de los 4 candidatos a la presidencia de la República coinciden en temas de migración, especialmente en la protección de connacionales en la frontera con los Estados Unidos, la relación con el mismo, el liderazgo de México en el continente y los lazos comerciales. Sin embargo, ellos mismos son imprecisos en cómo pretenden realizar lo anterior o tratan de adornar sus propuestas mencionando los principios de la política exterior ya establecidos en el artículo 89, fracción X de la Constitución, como si se tratara de algo novedoso.
La relación México-Estados Unidos es uno de los temas delicados debido a la actual presidencia de Donald J. Trump, sin embargo, no se puede olvidar que ningún país puede intervenir en los asuntos domésticos del otro, por lo que propuestas con respecto a que nuestro país vecino cambie su política migratoria es de muy baja probabilidad. En lo que los candidatos sí deberían enfocarse es en políticas que eviten los mexicanos migren, realizar una evaluación sobre la eficacia de las autoridades migratorias y no olvidar que somos un país que recibe un gran flujo de migrantes centroamericanos, los cuales merecen un trato igualmente respetuoso por parte de las autoridades mexicanas y si nuestros gobernantes pretenden exigir lo mismo se debe cuidar esta coherencia.
Poco a poco, se han ido diversificando las relaciones de México con el exterior lo que debe buscarse es ir más allá del sector comercial. Lo cultural, los deportes, el cine, la promoción del idioma y el apoyo a más intercambios académicos ayudan a un país a destacarse. Se tiene esta tendencia de buscar la relación con grandes potencias como Japón, China, el bloque de la Unión Europea, pero se olvida que igualmente naciones en África, Medio Oriente y Sureste Asiático, son un gran lugar para cultivar relaciones en los ámbitos mencionados anteriormente.
De la misma manera, nuestro país debe de aprovechar los espacios de diálogo internacional para pronunciarse de manera diplomática ante los conflictos o crisis humanitarias actuales como en Yemen o Siria. En el pasado ya se ha hecho, México recibió grandes oleadas de migración desde españoles, libaneses, chilenos ¿Por qué no hacerlo ahora cuando se presenta la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial? ¿Por qué no ser un actor de paz como lo fue en la firma del Tratado de Tlatelolco para la prohibición de armas nucleares en América Latina y el Caribe? Siendo un país con alta biodiversidad ¿Por qué no ser ejemplo en políticas de cambio climático y energías renovables?
No podremos retomar ese liderazgo del cual hablan los candidatos si no se empieza por pulir los puestos en la Secretaría de Relaciones Exteriores, que ha sufrido tres cambios tan sólo en la administración saliente y teniendo al mando a alguien que “viene a aprender”, pareciera que es la Secretaría de los favores y dedazos, restándole credibilidad y profesionalismo.
Finalmente, la política exterior no será importante para los ciudadanos hasta que no se demuestre su alcance en la vida cotidiana. La política exterior va más allá de pensar en embajadas y consulados, o en la relación con nuestros vecinos del norte. México necesita urgentemente de una administración profesional con las capacidades de asumir los retos del tablero internacional.
Lic. Ared Alejandra García González
Profesora de Historia Universal en Prepa UPAEP Cholula