Desarrollo humano y social
A 200 años del nacimiento de Karl Marx
06 mayo Por: Herminio Sánchez de la Barquera Arroyo
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El 5 de Mayo, se cumplieron 200 años del nacimiento de uno de los pensadores más importantes del siglo XIX, cuya influencia fue determinante para entender muchos de los fenómenos que caracterizaron al siglo XX. Hablamos de Karl (en el acta de nacimiento: Carl) Marx, quien nació el 5 de Mayo de 1818 en la ciudad alemana de Trier; moriría en Londres el 14 de Marzo de 1883. Junto con su colega y amigo Friedrich Engels (1820-1895) fue el teórico más influyente de los movimientos socialistas y comunistas. A pesar de que el número de países que se dicen socialistas o comunistas se ha reducido drásticamente, las teorías de Marx y Engels siguen siendo objeto de discusión en las ciencias sociales e históricas; en la discusión política cotidiana, por el contrario, prácticamente han desaparecido.

Karl Marx fue un gran admirador pero a la vez crítico agudo del capitalismo. Esta doble vertiente se deja ver claramente en el “Manifiesto del partido comunista”, de 1848, en el que enlista, en párrafos amplios, las impresionantes capacidades y los enormes logros del capitalismo liberal que se desarrollaba en aquella época en Europa y en un país joven pero vigoroso: los Estados Unidos de América. Para Engels y Marx eran claro que la naciente industrialización significaría una etapa sorprendente en la historia de la humanidad.

Es por esto que Henrik Müller, profesor en la Universidad Técnica de Dortmund (Alemania), al preguntarse qué tendría que decirnos Marx en nuestros días, responde: “Que vale la pena ir por el mundo con los ojos muy abiertos, para poder reconocer a tiempo los grandes cambios de nuestros días”.

Aunque posiblemente haya sido más filósofo que economista, le atraía mucho esta última disciplina. Es por eso que trató de encontrar los mecanismos que hacían funcionar al mundo capitalista de su época y los fenómenos que provocarían los grandes cambios. Siguiendo este objetivo, desarrolló su teoría de la lucha de clases como motor de la historia. Esto significa que, para él, lo que mueve el discurrir del Hombre es la constante pugna entre clases sociales contrarias o antagónicas: esclavos contra amos, siervos contra señores feudales, obreros contra capitalistas. Si bien esto parece ser una simplificación extrema de fenómenos históricos sumamente complejos, que difícilmente se adecuan a este esquema, es cierto que esta visión de las cosas ha sido un elemento fundamental en el discurso de los partidos socialistas, comunistas o “de izquierda” (lo que sea que esto último signifique) durante prácticamente todo el siglo XX.

El mismo Engels, en su elogio fúnebre ante la tumba de Marx, explicó claramente cuáles eran las dos aportaciones fundamentales de su amigo: a) equiparándolo con Charles Darwin, quien había descubierto las leyes del desarrollo de los seres vivos, Marx descubrió “las leyes del desarrollo de la historia humana”, en donde las formas de producción forman la base del Estado, del derecho, de la sociedad, del arte y de la religión, al revés de lo que se creía hasta entonces; b) Marx también descubrió qué es lo que mueve al capitalismo: la plusvalía.

Si bien se ha puesto en duda sobre todo el primer descubrimiento, por ser aparentemente demasiado simple para entender la profunda complejidad histórica, la explicación de la plusvalía sigue siendo hoy en día un aspecto esencial en la discusión de las teorías económicas.

Marx vivió un capitalismo diferente al del siglo XXI, pues en aquella época el recurso reducido era el dinero, y el que abundaba era la mano de obra (por eso eran tan bajos los salarios). Como buen economista, se ocupó de lo que era limitado, es decir, se interesó por estudiar al capital, al que dedicó su obra monumental: “El capital”. Allí desarrolló sus teorías que le ayudaban a explicar por qué el recurso limitado creaba grandes riquezas, mientras quienes poseían solamente su “fuerza de trabajo” vivían en condiciones tremendamente precarias. ¿Qué diría Marx hoy en día, cuando al parecer el capital juega un papel cada vez menos importante que en aquella época? Actualmente, los medios de producción físicos (edificios, maquinaria, fábricas) son a veces menos valiosos que los inmateriales: datos, información, conocimiento, imagen, innovación, creatividad. Al dejar de ser el capital un recurso precario, su precio ha bajado (intereses y réditos). Es por esto que Müller se pregunta se estaremos ante una época de “Capitalismo sin capital”, como afirman los economistas ingleses Haskel y Westlake.

Por supuesto que Marx se equivocó en muchas de sus predicciones (era economista…). Para mí, uno de sus principales errores, al igual que en muchos de los dirigentes socialistas/comunistas del siglo XX, es que no conocía bien la naturaleza humana. En parte por eso negó la dimensión espiritual del Hombre. De allí el nombre: “Materialismo histórico / Materialismo dialéctico”. Ese es el gran trauma del siglo XIX: un capitalismo salvaje, brutalmente materialista, por un lado; y, por otro, una respuesta igualmente materialista, muy combativa, como respuesta a las desigualdades provocadas por esa forma de producción, e ignorante de la naturaleza humana.

Curiosamente, al contrario de lo que expresó en sus teorías, los países que se supone llegarían al socialismo/comunismo, como producto de un desarrollo capitalista y de la madurez de la conciencia de clase en sus clases trabajadoras (Inglaterra, Alemania, Holanda), nunca llegaron. Y el que debería haber sido el último debido a su retraso en estos aspectos resultó que fue el primero: Rusia.

 

Dr. Herminio S. de la Barquera y A.
Dirección de Posgrados en Ciencias Sociales
Centro de Investigación en Ciencias Sociales (INCISO-UPAEP)

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