Desarrollo humano y social
Don José Miguel Rafael Nepomuceno Ramos Arizpe, uno de los padres del federalismo mexicano
18 febrero Por: Herminio Sánchez de la Barquera Arroyo
Pin It

Ayer, 15 de Febrero, México debió haber conmemorado un aniversario más del nacimiento de uno de los personajes más lúcidos e influyentes de su historia: Don Miguel Ramos Arizpe, quizá quien más importancia tuvo en la instauración del federalismo en México, por lo que muchos le llaman “Padre del Federalismo Mexicano”.

Ramos Arizpe nació en Coahuila, en San Nicolás de la Capellanía (hoy Ramos Arizpe) en 1775, y murió en la Puebla de los Ángeles el 28 de Abril de 1843. Se ordenó sacerdote en 1803 y ejerció la docencia en el Seminario de Monterrey. Doctor en Cánones por la Universidad real de Guadalajara, estudió después en la Ciudad de México, recibiéndose como abogado en 1810; más tarde alcanzó también en esta disciplina el grado de doctor.

En Septiembre de 1810 fue electo como Diputado por Coahuila al Congreso de Cádiz, por lo que se trasladó a España. Participó activamente en todo el primer periodo legislativo (1810-1814), que se significó particularmente por haber proclamado la célebre “Constitución de Cádiz de 1812”. Durante sus años como diputado en Cádiz se mostró partidario de la independencia de la Nueva España, defendió la autonomía del municipio, la libertad de imprenta, el comercio libre y el establecimiento de una universidad en Saltillo, entre otras cosas. Debido a su brillante actuación en España, recibió el ofrecimiento para ser electo obispo de la Ciudad de los Ángeles (Puebla), cargo que rechazó.

Después de pasar unos años bastante azarosos en España, debido a los avatares políticos en ese país, volvió a México al proclamarse la independencia por Don Agustín de Iturbide. El Padre Ramos Arizpe, ya conocido por sus ideas políticas liberales, fue electo al primer Congreso Constituyente representando a Coahuila. Fue el presidente de la comisión que elaboró el proyecto de Constitución Federal, tarea que desembocó en la proclamación de dicho documento en 1824.

En estos trabajos fue muy importante la participación de otro personaje igualmente partidario del federalismo: nos referimos a don Prisciliano Sánchez Padilla (1783-1826), diputado por Jalisco, dueño, como Don Miguel, de una acrisolada honradez, de una amplísima cultura y de un marcado desapego por los bienes materiales (y, al igual que Ramos Arizpe, desconocido para la inmensa mayoría de los mexicanos). De Prisciliano Sánchez es la autoría de un documento excepcional: “El pacto federal de Anáhuac”, en donde encontramos los cimientos de la Constitución del 24.

El Padre Ramos Arizpe, después de estas dos etapas importantes en la vida política de México (su participación, primero, en la elaboración y promulgación de la Constitución de Cádiz y, después, de la Constitución de 1824), cubrió otra tarea importante: fue Ministro de Justicia, de Negocios Eclesiásticos y de Hacienda en diversos gobiernos, y negoció un tratado de amistad y comercio con Chile.

En 1831 fue nombrado Deán y Chantre de la Catedral de Puebla de los Ángeles; tratábase con estos cargos de labores en parte administrativas y en parte ceremoniales: en ausencia del obispo, el deán presidía el cabildo catedralicio; como chantre, era el encargado de la música en la liturgia, es decir, de la capilla catedralicia.

En esta ciudad de los Ángeles murió Don Miguel, al parecer de gangrena, recibiendo sepultura en la catedral. En la actualidad, sus restos reposan en la Rotonda de las Personas Ilustres.

Bien haríamos en estos días si revisáramos la obra del Padre Ramos Arizpe, revalorando las enormes ventajas que la forma federal de Estado tiene para un país como México. Hemos convertido al federalismo, primero, en dogma de fe, y lo hemos degradado, después, a simple ardid para defender supuestas soberanías y evidentes tropelías de gobernantes deshonestos.

Un país que ha concentrado recursos, facultades, decisiones e instituciones en la capital de la república y, en otro nivel, en las capitales de los estados, ha desviado mucho el camino original si tomamos en cuenta las ideas y los documentos que personas como Ramos Arizpe y como Sánchez Padilla elaboraron con visión de futuro y con gran inteligencia. El federalismo no solamente se proclama. Hay que vivirlo.


Dr. Herminio S. de la Barquera y A.

Dirección de Posgrados en Ciencias Sociales

Grupo de Investigación en Ciencias Sociales (INCISO-UPAEP)

Galerías