La Santa Sede, maestra en prudencia diplomacia, acaba de sentar una posición directa sobre la crisis en Venezuela. Con una nota incisiva, instó a acabar con todo tipo de violencia en el país. Llamó a suspender la Asamblea Constituyente convocada por el presidente, Nicolás Maduro, y urgió a que se asegure el “respeto pleno” a los derechos humanos. El mensaje se dirigió a todos los actores venezolanos, pero puso especial énfasis en el gobierno. Y pidió expresamente a los uniformados evitar el “uso desproporcionado de la fuerza”. 

La nota, emitida por la Secretaría de Estado del Vaticano, tiene pocos precedentes. Así lo destacan observadores que recuerdan la famosa sobriedad de la diplomacia papal, un ente pontificio apreciado por su capacidad de ubicarse por encima de las partes, incluso en las crisis más álgidas.  

Difundido pasado el mediodía de este viernes en Roma, el comunicado manifestó la “profunda preocupación” del Papa “por la radicalización y el agravamiento de la crisis” en Venezuela, especialmente por el aumento de los muertos, de los heridos y de los detenidos. Además, aseguró que el pontífice sigue de cerca la situación y sus implicaciones humanitarias, sociales, políticas, económicas e incluso espirituales. 

“La Santa Sede pide a todos los actores políticos, y en particular al gobierno, que se asegure el pleno respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, como también de la vigente Constitución, se eviten o se suspendan las iniciativas en curso como la nueva Constituyente que, más que favorecer la reconciliación y la paz, fomentan un clima de tensión y enfrentamiento e hipotecan el futuro”, señaló. 

Más adelante instó a que se creen las condiciones para una solución negociada, teniendo en cuenta el “grave sufrimiento del pueblo” a causa de las dificultades para obtener alimentos y medicamentos, y por la falta de seguridad.  

La solución negociada es un punto firme en la postura vaticana sobre Venezuela desde hace meses. De hecho, el comunicado de este día hizo referencia a los criterios básicos para cualquier salida concertado a la crisis, que fueron los manifestados por el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, en una carta dirigida a Maduro y a la oposición el 1 de diciembre de 2016. 

En esa misiva, el “número dos” del Vaticano dejó en claro las condiciones necesarias para destrabar el conflicto: liberación de los presos políticos, apertura de un canal humanitario para el ingreso de alimentos y medicinas, respeto a la Asamblea Nacional (legítimamente en poder de la oposición), convocatoria a elecciones constitucionales. Estos requerimientos fueron puestos de nuevo sobre el tapete.  

En su comunicación de este día, la Santa Sede manifestó un “apremiante llamado” a toda la sociedad para “que sea evitada toda forma de violencia”, e invitó, en particular, a las Fuerzas de seguridad a “abstenerse del uso excesivo y desproporcionado de la fuerza”. Finalmente, aseguró la constante oración del Papa por el país y por todos los venezolanos, mientras invita a los fieles del mundo a rezar intensamente por esta intención. 

La declaración vaticana manifestó una posición diplomática y no pastoral, de allí que haya tocado a la Secretaría de Estado. El comunicado llegó luego de una intensa discusión en Argentina y en otros países sobre el supuesto “silencio” del Papa sobre la realidad venezolana. Aunque, en los últimos tres años el mismo pontífice pronunció más de 10 diversos llamados a la paz y a evitar la violencia en el país sudamericano. Al mismo tiempo, en ese mismo lapso de tiempo el líder católico recibió a diversos exponentes de la oposición, entre ellos la esposa y el padre de Leopoldo López, el ex candidato presidencial Henrique Capriles y familiares de Antonio Ledezma. 

Por otra parte y este mismo día, el cardenal venezolano Baltasar Porras advirtió que Francisco ha sido “utilizado mediáticamente” por Nicolás Maduro.  

“Este comunicado de la Santa Sede pone las cosas en su punto. Es un llamado angustioso y a la vez fraterno para que sea el momento de reconsiderar de parte de las autoridades no solo la instalación de la asamblea constituyente, sino la conducta que ha estado teniendo en estos últimos meses”, dijo el arzobispo de Mérida, en declaraciones a una radio argentina. 

“El Papa se ha expresado en las audiencias de los miércoles, en los Angelus del domingo, ha recibido a personas de Venezuela. Dios quiera que el comunicado llame a la reflexión”, apuntó.