Por:Gustavo Andrés Contreras Cuevas
Se acercan las elecciones. Los procesos electorales y las campañas son recibidas de diferentes maneras entre la ciudadanía.
Para algunos es una especie de tabú, no les interesan las elecciones por el sentimiento de estar mal representados. Esa es la historia con algunos gobernantes, los cuales han generado un sentimiento de decepción, que en algunos casos ha llevado a un cansancio generalizado de los electores que confiaron en ellos.
Desconfianza y enojo que se transforma en apatía. Un desentendimiento de la política porque los resultados que vemos no reflejan nuestro esfuerzo, el esfuerzo de todos los días de nuestros padres, profesores y comunidad.
Para otras personas es un día en el cual votan algún color, (sin investigar mucho al candidato) y en el acto de ejercer el voto empieza y acaba la democracia. Un ejercicio de 1 vez cada tres o seis años.
En el estado de México (de dónde vengo) y en todos los lugares en los que los partidos están en tiempos electorales, las campañas son un bombardeo constante de publicidad, pancartas en las calles, spots en los radios, televisión, cine... en algunos casos incluso canciones ridículas y bailes para ganar popularidad.
En general me parece que el argumento central de las campañas esta orientado a una propuesta: “Yo, mi color o mi candidato es la mejor opción, el más popular…”. Y con esto, la pregunta con la que bombardean a la ciudadanía es “¿Qué color vas a elegir?”
En el entendido que las elecciones deben de ser un punto de encuentro, debemos tener cuidado con ese argumento para que no genere confrontación entre nosotros, y debemos de rechazar la pregunta central que lanzan los partidos políticos.
Ahora que estamos llenos de discursos, la tele y radio están saturados de spots y en las calles no hay espacio para un banner más, debemos recordar que no se trata de colores.
#ConQuéMéxicoSueñas tiene como objetivo principal ser un mensaje de unidad.
La propuesta de #ConQuéMéxicoSueñas es cambiar el argumento para pasar del “Yo, mi color o mi candidato es mejor opción, más popular…” para “mexicanos todos” entendido como un momento de reconocer al otro con el que comparto esta historia.
Y cambiar la pregunta de los partidos “Qué color vas a elegir” para hacernos la pregunta, primero de manera personal y después en sociedad “¿Con qué México sueñas?”
Pero estos cambios solo pueden venir de la ciudadanía.
Retomando lo que describía al inicio, sobre la manera en que las personas reciben las campañas:
Hay heridas en nuestra historia que nos duelen a todos, los escándalos de corrupción, las injusticias… lo que nos ha decepcionado y nos enoja. Pero desentendernos de la política, perder la esperanza es dejar que nos gobiernen los peores. Entonces ¿En quién confiar? ¿A quién darle el voto?
No a una persona o a un color, si no a un sueño. El sueño que compartimos de justicia, oportunidades, el sueño de paz y prosperidad. En términos prácticos, por supuesto debes decidir en la boleta electoral, pero recordando que esa decisión solo es el medio para construir el sueño colectivo llamado México.
Y juzgar a los partidos y personajes en medida de cuanto nos acercan a ese sueño, de esta manera la decisión permanece en lo que nos une; México.
Pero el sueño no se construye en un día, en lo que tenemos que confiar no es en un color o una persona, sino en nosotros mismos, confiar en que estaremos ahí para exigir y trabajar juntos para construir ese sueño y hacerlo realidad. No importa quien ocupe un puesto representativo.
Porque al final los que quedamos somos nosotros, ciudadanos, mexicanos todos, sin colores. Los que trabajamos, los que estudiamos, los que se preocupan por sus familiares cuando llegan de noche, los que usan transporte público, los que emprenden un negocio o buscan oportunidades para una calidad de vida buena, los que sueñan con trasformar la realidad y los que tienen esperanza de un México mejor.
Para la comunidad estudiantil; los jóvenes en puebla representan el 31% de la lista nominal, nuestra decisión va a determinar el rumbo del estado y también del país.
Este 6 de junio, cada voto es un pedacito de ese sueño que no estaría completo si tu no participas.
Y el 7 de junio seguiremos aquí, exigiendo al candidato que resulte ganador y difundiendo un mensaje de unidad, esperando que haga eco en la ciudadanía.
¡Mexicanos todos!