Comunidad
“Tlahuapan, la tierra que nos une”
06 abril Por: Yolanda Jaimes
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“Tlahuapan, la tierra que nos une” es el nombre del proyecto que, forjado con el trabajo en equipo de alumnos de Una Apuesta de Futuro, ha logrado ayudar a diversas comunidades del municipio de Tlahuapan -localizado en la parte centro-oeste del Estado de Puebla- teniendo como resultado un impacto positivo en sus habitantes. Uniendo ideas y conocimientos en distintas áreas, este plan surge a partir de las necesidades que presentaba la comunidad de “La Preciosita”, perteneciente a dicha localidad, por obtener la legalidad de la reserva con su acta constitutiva, por lo que los alumnos originarios de esta comunidad son invitados a hacer propuestas que ayudaran a su región, comenzando con proyectos individuales que posteriormente fueron complementados unos con otros para formar un solo proyecto.

El equipo de trabajo de este proyecto es totalmente multidisciplinar, ya que se encuentra conformado por alumnos que pertenecen a las carreras de nutrición, contaduría, odontología, derecho, medicina y diseño industrial, mismos que no solo identificaron las carencias de la comunidad sino que además aportaron ideas de acuerdo al área del conocimiento a la que pertenecen.

Así, se establecieron cuatro componentes rectores del proyecto que son:

•    Apoyar a las personas en su actividad productiva brindándoles herramientas de administración básica.
•    Buscar el rescate de los productos de la región, con el cual se pretende que la gente reconozca los productos de su zona, fomentando también un sentido de pertenencia y orgullo de su cultura.
•    El tercer componente es llamado Transversal, ya que abarca a los demás componentes y cuyo objetivo es fortalecer al individuo para posteriormente formar una colectividad capaz de realizar trabajo en equipo.
•    El cuarto componente se enfoca al área de la salud, siendo su principal meta la prevención de enfermedades.

A partir de estas directrices se desprenden sub-proyectos que ya han sido aplicados, por ejemplo, cuando aún se tenían proyectos individuales se impartían talleres a mujeres de la comunidad para impulsar microempresas; ahora existen cuatro microempresas que producen artículos herbolarios, pomadas y jarabes, en otra chiles y conservas, mientras que dos de ellas se encargan de la elaboración de dulces típicos modificados de tal forma que sean más atractivos al público y que al mismo tiempo contribuyan a la salud de la población ya que se elaboran con productos naturales.

Algunos ejemplos de las actividades realizadas en este proyecto son:

•    Promoción de campañas de salud para lavado correcto de manos, cepillado de dientes y hábitos de alimentación saludables a los niños de la localidad de Santiago Coltzingo.
•    Revisión de plagas para control biológico en parcelas de Tlahuapan.
•    Limpieza de las calles principales de la comunidad.
•    Fomento del deporte.
•    Ordenamiento territorial de Santiago Coltzingo junto al Comisariado Ejidal.
•    Campaña de vacunación de ganado vacuno.
•    Campaña para fomento del reciclaje, separación de basura y cuidado ambiental.


Detrás de este proyecto están Cristina Silva Hernández, Berenisce Osorio Ruiz,  Annet Rocha Díaz, Irma Díaz Cruz, María Julia Ballesteros Fernández, Janeth Pinto Pérez, Diego Figueroa García, Estephanie Pérez Morales y Waldi De Jesús Hernández, quienes con el apoyo del área de ciencias biológicas y de servicio social de nuestra casa de estudios, han podido sacar adelante este proyecto, a pesar de los retos y dificultades que implica llevarlo a cabo, comenzando con obstáculos a nivel organizacional hasta las problemáticas culturales al contacto con la población de Tlahuapan, donde, al romper ciertos paradigmas y barreras de comunicación, se ha podido establecer un estrecho contacto con los habitantes logrando empatía con la gente y promoviendo lazos de confianza.

Incluso, en alguna ocasión llegaron a juntarse 400 personas para recibir una plática, lo cual fue un generador de cambio ya que la gente no participaba al inicio del proyecto. Esta plática corrió a cargo del astronauta José Hernández, quien, al contar su historia, se convirtió en un ejemplo de vida para los jóvenes y un reflejo de aprendizaje para los adultos, que se sintieron familiarizados al escuchar sus orígenes.

Gracias a las visitas semanales y al trabajo de estos ejemplares alumnos, se han visto notables resultados y uno de ellos ha sido el involucramiento de la población en las actividades que se promueven, así como una perspectiva más amplia en la forma de colaborar como comunidad para lograr grandes cambios que los beneficien a todos.

Para los integrantes de este proyecto el aprendizaje no sólo ha sido en el ámbito académico, sino también a nivel personal, ya que ser parte de Una Apuesta de Futuro, implica salir de su zona de confort y preocuparse por las necesidades de los otros creando soluciones que a largo plazo producen mejoras en la calidad de vida de la gente y es entonces cuando todo el esfuerzo, la perseverancia, la paciencia y el trabajo en equipo por un bien común se ven reflejados en la gran satisfacción de ver los objetivos cumplidos.
 

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