UPAEP presenta el libro “Metodologías y prácticas para la generación de experiencias significativas”, un paso a paso para incidir en la construcción del bien común desde la formación.
Sin lugar a dudas la época que estamos viviendo está llena de cambios y la educación no ha sido ajena a ello, por lo tanto las prácticas educativas, así como los modelos se han rediseñado para que estos se adapten a las necesidades actuales de enseñanza y formación.
Con ello en mente, la UPAEP de la mano de diversos académicos realizó la publicación del libro titulado “Metodologías y prácticas para la generación de experiencias significativas”, el cual busca ser una especie de guía para los profesores y aquellas personas que intervienen en el proceso formativo para lograr a través de la educación una incidencia en la construcción del bien común.
“La intención de este libro es el que pueda darle a los docentes algunas propuestas de metodologías que puedan favorecer aprendizajes significativos, aprendizajes reflexivos y que puedan transformar la realidad de los estudiantes”, explicó Mariano Sanchez Cuevas, Vicerrector Académico de la UPAEP.
El también coordinador del libro destacó que la obra se puede dividir en tres grandes secciones: el marco referencial, el cómo lograr generar las experiencias significativas a través de diversas metodologías y el para qué de estas experiencias.
“La estructura del libro categoriza diferentes experiencias y prácticas con la aportación de colaboradores que no solamente conocen la parte teórica de las metodologías, sino que también han tenido la oportunidad de implementar en su didáctica y enseñanza estas metodologías y prácticas para las experiencias significativas”, sostuvo.
Por su parte Gabriela Lechuga Blázquez, Coordinadora de Proyectos Estratégicos de la Vicerrectoría Académica, explicó que una experiencia significativa para el bien común es aquella experiencia intencionalmente formativa que de modo decisivo impacta y modifica la interioridad del estudiante hacia la verdad y el bien, logrando adquirir un aprendizaje al experimentar el bien común, de tal manera que adquiera y potencialice hábitos colectivos para ser solidarios con otros.
“Estas ayudan al estudiante a formarse integralmente en su inteligencia, su voluntad y su dimensión afectiva, por eso el profesor cuando diseña una experiencia significativa antes de tener su sesión didáctica requiere observar qué es lo que él intencionalmente va a suscitar en el educando, por otro lado estas experiencias forman la libertad de la persona, le habitúa a decidir con base a la realidad y necesidades que esta presenta”, infirió la académica.
Ambos infirieron que este producto literario busca presentar cómo encaminar la educación a través de diversas metodologías la transformación social a partir de entender la realidad y generar proyectos que inciden en ella, en donde los estudiantes puedan aplicar los conocimientos obtenidos en el aula.
Comunidad
Ser constructores de esperanza, finalidad del educador
14 enero Por: Fernanda Bretón