A través del curso virtual para matrimonios, la universidad brindó herramientas a las parejas para combatir los efectos provocados por la actual crisis sanitaria.
La pandemia por la COVID-19 ha retado a todo tipo de relaciones, pero el plano familiar ha sido el más afectado, no solo por el largo periodo de confinamiento, sino también por la intensa convivencia que han vivido desde marzo de 2020, por ello, el Centro de Estudios de Familia y Sociedad (CEFAS) y otras instituciones interesadas en promover los valores familiares, diseñaron un Curso virtual para Matrimonios.
A través de este curso, el Apostolado Matrimonios en Comunidad, la Asociación de Padres de Familia del Colegio Benavente, la Universidad Anáhuac Puebla, la Fundación Mano Amiga, el Instituto México de Puebla, así como el CEFAS, brindaron en 5 sesiones herramientas de ayuda y acompañamiento a la vida matrimonial y familiar, especialmente para afrontar los retos de la pandemia.
Y es que la convivencia 24/7, la improvisación de oficinas, salones de clase, cuarto de juegos y los distintos roles que deben de cumplir en medio de 4 paredes han hecho del hogar, un espacio agobiante.
“Sabemos que el aislamiento puede desarrollar alteraciones emocionales: depresión, miedo, estrés, incertidumbre, irritabilidad y a raíz de esto desencadenar conductas poco asertivas que desarrolle una crisis de pareja, mayores tensiones en las relaciones de pareja y familiares”, destacó el Mtro. Carlos Ortiz Müggenburg, Director del Centro de Estudios de Familia y Sociedad de la UPAEP.
En este sentido, dijo, las instituciones participantes, consideraron como necesario atender la realidad de la familia y acompañarla desde su base en el matrimonio con temas como: Matrimonio y Resiliencia en Cuarentena, impartida por la Dra. Amalia Osorio Vigil; Mientras más te conozco más te quiero por el Dr. Arturo Luna Vargas; Solución a los desafíos actuales en el Matrimonio, ofrecida por el Pbro. Juan Carlos Liévano, y Quiero conocerte, no cambiarte por la Dra. Adriana Vargas Rodríguez.
Agregó que durante las sesiones, las parejas participantes tuvieron tiempos de convivencia que motivaban el diálogo, en torno a los diferentes tópicos, tal y como se hace en los cursos presenciales, lo que garantizó la finalidad de las dinámicas.