Proveniente de la comunidad de Zacatlán, Saraí es una de las estudiantes que logró formar parte del programa de Una Apuesta de Futuro 2020, por lo que hoy se encuentra cursando el primer semestre de la carrera de Derecho.
Por: Jacqueline Huerta Romero
Desde muy joven Daniela Saraí Vázquez Muñoz comenzó a tener un particular interés por el Derecho, y su acercamiento al tema fue gracias a su tía, quien le platicaba sobre su trabajo como defensora de la justicia. Ella quería hacer lo mismo y poder ayudar a las personas.
Así, poco a poco fue descubriendo su gusto por esta disciplina, al punto que decidió estudiar, de forma autónoma, un poco sobre criminología, una de las ramas del Derecho. Fue entonces cuando se dio cuenta que su vocación iba encaminada a buscar justicia para todos.
Además, confiesa que aprendió a ser una persona servicial a muy temprana edad. “Cuando mi mamá estaba estudiando y hacía su servicio social, recuerdo que íbamos a comunidades rurales para donar ropa y despensa”, recordó.
Al mudarse a Zacatlán, entró a la Fundación Amparo, al programa de Rehilete, donde participó en muchos proyectos enfocados en temas culturales, de salud y educación sexual con el objetivo de ayudar a las comunidades más vulnerables.
Y fue gracias a la Fundación Amparo que tuvo su primera oportunidad de contactarse con la universidad y tener acceso a esta beca, ya que confiesa haber pertenecido al programa desde que cursaba la secundaria. Sin embargo, más allá de ésto, fue su perfil de agente social lo que dio paso a tener altas posibilidades de ser candidata para ser parte de UAF.
“Uno de los proyectos con los que me postulé al programa tenía que ver con la idea de crear un bufete jurídico en Zacatlán, dirigido principalmente a las personas de bajos recursos, que no siempre tienen la posibilidad de ser asesorados por un abogado para defender sus derechos”, expresó.
Otro de las ideas que presentó para postularse al programa, fue el desarrollo de fundaciones dirigidas a personas vulnerables, tal como ancianos, niños sin hogar, desempleados, víctimas de violencia, entre otros, y que en un futuro piensa espera poder llevarlo a cabo.
Fue esta actitud servicial que la llevó a estar un paso adelante y a pesar de que como tal no había tenido un contacto con UPAEP, ella entró buscando apoyo para tener un tipo de alianza con ésta. Sarahí confiesa que su objetivo siempre fue más hacia la búsqueda de un camino para realizar su objetivo de crear la asociación que está entre sus planes futuros, más que por la beca en sí misma.
Pero sabía que debía prepararse bastante y estudiar para pasar el examen, incluso dice haber encontrado el proceso del papeleo un tanto complicado, tanto que estuvo casi 5 días sin dormir por estar haciendo sus evidencias, de las cuales logró hacer aproximadamente 200 páginas.
“Desde que comencé el proceso tuve el presentimiento de que me iba a quedar, aunque en el examen y en mi entrevista estuve bastante nerviosa, pero al final pude manejarlo y todo lo que me preparé valió la pena”, comentó.
Cuando le dieron la noticia de que había sido seleccionada para ser parte de la generación 2020 de UAF, estaba tan feliz que no podía creerlo.
Hoy está actualmente en la casa de UAF, donde se ha acoplado bastante rápido con todos los que viven ahí a pesar de venir de una familia muy pequeña, se siente a gusto y acogida por las personas que siempre están al pendiente de ellos. Además de que por el trabajo de su mamá está acostumbrada a ser independiente
“Estoy muy feliz en la casa de UAF, me siento en familia. Además de que estoy muy contenta con las clases, me gusta mucho mi carrera y estoy aprendiendo muchas cosas nuevas”, expresó.
“Gracias por ayudarnos y apostar por nosotros, por donar y creer en el cambio, sin ustedes no estaríamos aquí. Ustedes no sólo nos están ayudando a nosotros, porque nosotros también vamos a servir a otros”, finalizó Saraí.
Comunidad
Su actitud de servicio le abrió las puertas para ser parte de UAF
04 diciembre Por: Yolanda Jaimes