Comunidad
Marlena Hettwer, ejemplo del compromiso transformador
11 noviembre Por: Yolanda Jaimes
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Estudiante de Ciencias Políticas obtuvo el Premio Municipal de la Juventud por “Camino: semillas para el futuro”, iniciativa que surgió de un concurso de políticas públicas convocado por el IMPLAN.

Hace un año Anna Marlena Hettwer Lomas, estudiante de 5to. semestre de la licenciatura en Ciencias Políticas, junto con dos de sus compañeras ganó el tercer lugar del concurso “Políticas Públicas Puebla 2030: ciudad incluyente y sostenible, edición 2019”, convocado por el Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN).

Muy joven y aún sin experiencia en el diseño de políticas públicas pero con el entusiasmo de una chica de primeros semestres, Anna Marlena dejó a un lado el temor de principiante y quiso probar suerte, para lo cual pidió ayuda a sus profesores, quienes la guiaron a ella y al resto del equipo para que pudieran representar a la UPAEP.

Para ello, tuvieron que hacer trabajo de campo ya que su propuesta de políticas públicas debían orientarse a resolver los problemas de  un área específica: la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras. Por este trabajo fue que detectaron que los infantes ya no juegan libremente debido a la falta de tiempo de sus padres que ahora trabajan todo el día y a la inseguridad que se vive.

Así nació “Camino: semillas para el futuro”, hoy proyecto de servicio social que busca la recuperación de espacios públicos a favor de la niñez y que gracias al trabajo de Anna y sus colegas, lograron ganarse la confianza del Presidente de la Junta Auxiliar, quien posteriormente las invitó a una Feria del Libro, en donde ellas pudieron implementar algunos talleres de fomento a la lectura.

Ese fue el inicio de su compromiso, no solo con la sociedad sino con su propia carrera pues fue ahí donde se dio cuenta del por qué eligió estudiar Ciencias Políticas.

“Mi carrera es una profesión de servicio, y desde pequeña estuve involucrada en actividades orientadas a mejorar la vida de los demás pues impartí talleres artísticos, solo que en ese entonces no sabía que lo que hacía era un trabajo social”, expresó.

Su participación en la Feria del Libro les dotó de confianza para no dejar su proyecto en papel y decidieron convertir a “Camino: semillas para el futuro” en un programa de servicio social para involucrar a más universitarios como ellas, a compartir sus talentos con los demás.

Armaron todo el equipo, desarrollaron su programa y la documentación correspondiente, así como una prueba piloto para la que reclutaron a 25 compañeros de la comunidad estudiantil que decidieron apuntarse. Y una vez cumplido todos los requisitos, se comunicaron con la regidora de educación y con el auxiliar de la junta directiva de San Jerónimo Caleras para poder realizar el proyecto en un parque público.

Como el proyecto está enfocado principalmente a niños, las actividades que realizaron fueron algunas pláticas sobre diversos temas: educación ambiental, derechos humanos, e incluso de temas vocacionales dado que como los jóvenes inscritos al servicio social eran de distintas carreras, les pareció buena idea que éstos hablaran sobre sus áreas de estudio.

“La prueba piloto dio resultados muy favorables, por lo que comenzamos a buscar más lugares para expandir nuestra labor social, también estuvimos en algunas escuelas organizando prácticas y juegos”, confesó.

Después de la prueba piloto, todo iba muy bien, pero bastaron unas semanas para que dieran su último taller de manera presencial, pues debido a la pandemia les tocó tomar una decisión muy importante: trasladar su misión hacia un enfoque online.

Anna confiesa que fue un trabajo un tanto complicado ya que tuvo que reorganizar su planeación para poder llevar a cabo sus actividades a través de las redes sociales. Así que, en primer instante abrieron una cuenta de facebook, instagram y twitter por medio de las cuales estuvieron publicando carteles informativos y actividades para niños.

Unos meses después de la organización y preparación abrieron un canal de Youtube, con el objetivo de brindar ideas de ayuda para niños, padres de familia y maestros con la intención de hacer un uso más eficaz de la tecnología en el proceso de aprendizaje, por ejemplo, llevar a cabo sus clases de manera más dinámica.

También abrieron un TikTok con el objetivo de ampliar su público y que su contenido, enfocado principalmente en propuestas de actividades infantiles, juegos, manualidades, datos curiosos, llegara a más personas.

“Camino: semillas para el futuro”, es un claro ejemplo de que una pequeña idea, llevada a cabo de manera correcta y con constancia, puede convertirse en un proyecto de impacto social que además de contribuir a la comunidad, les favorece académica como personalmente.

“Yo considero que este premio no solo es mío, sino de todos mis compañeros y maestros de la facultad que decidieron unirse y apoyarlas desde el inicio cuando decidieron participar para el concurso de políticas públicas”, comentó.

La satisfacción que le ha dejado todo este recorrido ha sido muy grato y lleno de felicidad, muchos aprendizajes y ganas de seguir adelante, de abrir nuevas puertas y conocer lo que está por venir. Invita a todos los compañeros de la comunidad a buscar oportunidades, a llevar a cabo sus ideas y no darse por vencidos.

“Todo esto es el reflejo de lo que he trabajado desde pequeña, siempre he sido servicial pero creo que hasta hace algunos meses no me había dado cuenta de ello”, concluyó.

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