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Alejandro Reyes, el Doc de las Águilas
11 noviembre Por: Hugo Quintero
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Llegó a estudiar Medicina a finales de los 70´s y de la mano inició su andar en el deporte con el equipo de fútbol profesional. El Dr. Alejandro Reyes es un apasionado de la Águilas UPAEP, a quienes ha acompañado en muchas tardes gloriosas dentro de los diferentes deportes.  


¿Cómo empezó todo su andar en la UPAEP?
Llegué en 1977 a Medicina, hice una preparatoria de 2 años, por lo consecuente entré a la universidad de 16 años. Toda mi vida me gustó el deporte, pero el fútbol era lo que más me apasionaba, justamente el año que llegué, la  UPAEP abrió el equipo de tercera división, lo hicieron como una forma de posicionar a la universidad ya que estábamos en la zona centro sur, nos tocaba ir al estado de Veracruz, Tlaxcala, Morelos, Oaxaca y Guerrero. Era un equipo amateur ya que no se le pagaba a nadie, y se jugaba en el estadio Ignacio Zaragoza en una canchita que se adaptó, ahí empezó el equipo.

En la pretemporada de 1978, los jóvenes que teníamos aspiraciones de ser futbolistas fuimos a hacer pruebas hasta que se hizo el corte final, fui de los que descartaron ya que no tenía muchas habilidades para jugar al futbol salvo la pasión y el amor. Cuando terminaron las pruebas, el entrenador me pidió que lo esperara; el necesitaba a alguien que le ayudara en la parte médica puesto que solo estaba él, el preparador físico y no había mucho presupuesto para el equipo. Yo acepté.

Iba a todos los partidos y entrenamientos con mi botiquín, cuando empezó la temporada se inició bien, perdimos un partido en la cuarta fecha y después ya no volvimos a perder, en la segunda vuelta nos mantuvimos invictos, dimos de qué hablar pues cómo era posible que un equipo amateur había llegado a la liguilla. Logramos llegar hacia las finales, jugamos contra Oaxtepec y nos chamaquearon ya que nos ganaron 4-0 en el estadio Cuauhtémoc. Ese torneo fue el primero de muchos, el siguiente año ya no llegamos a la final, pero nos invitaron a la segunda división.

Yo seguí de auxiliar del entrenador y estudiando medicina, la universidad me dio ciertas facilidades. En el año de 1981 me fui al internado en el ISSSTE, cuando podía iba a los juegos; realmente nunca dejé el equipo.
Cuando termino la carrera hablé con el rector (Mario Iglesias) y le pido apoyo ya que quería hacer especialidad en medicina deportiva y me apoyó, me dieron un tipo de beca para que pudiera seguir estudiando. Entré a la especialidad en el Instituto Politécnico. Era el representante del equipo ante la Federación, cuando había que fichar a alguien o había juntas yo iba puesto que estaba allá, estuve 3 años en México, pero todos los fines de semana sin excepción venía a los partidos.

En la final de básquetbol (CONADEIP de 1982) me mandaron llamar, la UPAEP ganó ese primer campeonato, estuve ahí como médico. Abrí el departamento de medicina del deporte en UPAEP, fui contratado oficialmente el 1 de marzo del 86 como jefe de este departamento. En este mismo año se contrata a Samuel Campis un gran basquetbolista de Matamoros, seleccionado nacional y jugador olímpico. Nos ayudó a conseguir un equipo de basquetbol increíble campeones de CONADEIP en 1987 y 1989, uno de ellos contra la UDLAP.

Mi vida es en la UPAEP, mi esposa estudió administración en la UPAEP y mis hijos siempre he dicho que traían torta, puesto que en al año que cada uno nace ganábamos el campeonato.


Durante su estancia en UPAEP tuvo ofertas de otro lado, platíquenos de ello.
En el 96 recibí una oferta de trabajo del ayuntamiento, la cual me gustaba pero no me ofrecían mucho salario a lo que hablé con el rector y le expliqué como estaba el asunto y dijo que no había problema alguno que me quedara de medio tiempo. Venía a la UPAEP en la tarde-noche al consultorio al primer departamento de medicina que había y por las mañanas estaba en el ayuntamiento trabajando.

Cuando el ayuntamiento cambia nos etiquetan y ya solo me quedé medio tiempo en la universidad, pero llegué al club Puebla a través de la invitación de Nacho Sánchez. Estando de medio tiempo me pasan para la segunda división, al final de la temporada recibo una invitación para el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE) del DIF aquí en Puebla y acepté, se dieron las cosas y terminé siendo el coordinador de esta institución desde el 2000 hasta el 2011 y siempre combinándolo con la UPAEP.

Cuando se venían los campeonatos nacionales pedía mis vacaciones y estaba al pie del cañón con los equipos. Cuando terminé en el CREE, me invitan a hacer el director médico del DIF municipal, por eso mismo dejé el CREE, solo estuve dos años laborando en el ayuntamiento y al final estuve buscando regresar a medicina deportiva ya que esta no dependía de deportes sino de salud universitaria. En el 2014 entré como medio tiempo a medicina del deporte, empezamos a trabajar llegando a las semifinales con el equipo de soccer, pero nunca ganábamos.


Volviendo un poco a sus inicios en la carrera, ¿qué tan complejo era el estar estudiando, y a la vez estar en el cuerpo técnico del equipo de fútbol?
Era algo interesante, agradezco por la oportunidad ya que fue de mucha experiencia para mí, era poder conjugar lo que aprendía en clases. Tenía que hablar con los profesores para poder cumplir, les enseñaba mis boletos de los partidos e inclusive los invitaba a ver los partidos.

Me tocaba estudiar en el autobús ya que al día siguiente tenía examen, entonces era de prender la luz del autobús para poder repasar, había jugadores que iban conmigo y estudiábamos juntos, fue la disposición que uno siempre tuvo, de igual forma la universidad me apoyo en muchos aspectos como en lo de mi especialidad, siempre le di lo mejor de mí a la institución y esta misma me lo regresó de muchas formas.

Cuando tenía tres meses de haber sido contratado oficialmente en la universidad, me ofrecen ser coordinador de servicios médicos del Mundial con sede aquí en Puebla. Llegué con el rector (Mario Iglesias) y le expliqué que era una oportunidad única, que iba a enriquecerme y me dijo que sí, sólo que no faltara a mis deberes y agradezco por esa gran oportunidad, me tocaba al medio tiempo hacer el sorteo para el antidoping y me tocó hacerle prueba a Maradona en el partido de Uruguay- Argentina.


Esta parte de representar a la universidad y de trabajar con estudiantes, ¿qué tanta responsabilidad existe por transmitir esa filosofía del ganar bien y de forma limpia?
Ganar pero no arrebatar, respetar las reglas siempre manteniéndonos en una ética legal; nunca hemos tenido problemas por hacer trampa o algún cachirul. Cuando acabé la carrera en el 83, hablé con el secretario de la facultad de medicina y me preguntó si no conocía a alguien que pudiera dar la materia de Bioestadística y le dije que yo la llevaba en la especialidad, que la podía dar. Así daba la clase los sábados de 8 a 10 y después me iba a los partidos, fue algo importante ya que me gustaba formar a los médicos e incluso llegaban unos como aprendices de servicio social interno y se dedicaban a esto, ya que eran apasionados por el deporte y la medicina.

La medicina y el deporte son mis dos pasiones, estamos hablando de 43 años desde que entré a estudiar y 35 años voy a hacer oficialmente contratado, esta universidad me ha marcado, mis dos hijos estudiaron cine en UPAEP, mi esposa estudió aquí administración, mis dos hermanos menores también estudiaron en UPAEP, para mi la UPAEP ha sido todo, agradezco a cada uno de los profesores y rectores que me apoyaron, me gusta seguir capacitándome, tener esta misma presencia y me gustaría poder seguir hasta que el cuerpo aguante.


Todo esto que ha vivido se lo ha expresado a las nuevas generaciones, todo los trofeos que están en las vitrinas, ¿se lo cuentan a los deportistas para que sepan dónde están parados?
Sí, incluso cuando hacemos las charlas de bienvenida me piden que les hable sobre esta trayectoria, puesto que llegan a una institución a la que nadie le ha regalado nada. Todo lo que tiene ha sido con mucho esfuerzo, el amor al deporte es el que nos mueve. El cómo uno empieza desde cero te marca y hace apreciar más.

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