Egresado de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación (1992-97) y hoy periodista de TUDN, Patricio Aguilar recuerda lo que vivió y vive todavía cubriendo a las Águilas UPAEP.
¿Cómo fue que empezaste a cubrir a las Águilas UPAEP?
Era una consecuencia lógica porque soy egresado de UPAEP, estudie ahí, generación 92-97.
Una universidad que tenía deporte constantemente y que constantemente estaba teniendo resultados destacados. Yo empecé a trabajar en los medios en segundo semestre de la carrera, entonces eso me provocaba que tuviera yo la oportunidad de cubrir prácticamente todos los deportes pero teniendo en casa principalmente al equipo de básquet, que era un equipo muy destacado, campeón en varias ocasiones y con jugadores muy destacados, algunos, incluso de selecciones nacionales.
Todo esto me provocaba la búsqueda de información y toparse de frente con las diferentes fuentes y una era la UPAEP, ya no tanto como una fuente de cariño sino una fuente evidentemente de información porque además del equipo de básquet estaba también el equipo de futbol soccer, el equipo de futbol rápido que también ganaba, ganaba muchos campeonatos y muchos torneos y era importante estarlo mencionando y el equipo de tercera división que también jugaba en su momento (las águilas UPAEP) con el profe Loredo.
¿Tú estabas también en Sí-FM?
Es correcto, yo empiezo la historia del trabajo en medios con dos compañeros más; éramos inseparables y hasta la fecha nos llevamos muy bien y nos queremos mucho: Toño Abascal y Pablo Arana. Yo siempre les estaré agradecidos a los dos porque ellos comenzaron el contacto con Sí-FM con Fernando Aguilar y Mario Alberto Mejía que fueron los primeros dos que creyeron en ellos primero, abriéndoles una oportunidad para ir a comentar deportes en el programa de los sábados que se llamaba depor-sí era el 98.7 de frecuencia modulada y el que coordinaba deportes o tenía el programa y la sección con Fernando Crisanto era Fernando Aguilar, él nos abrió la oportunidad.
Fernando trabajo muchos años con Carlos Martin Huerta, él dio deportes muchos años y él fue el que abrió la oportunidad. Después Pablo y Toño me invitaron a mí a que me incorpora a comentar deportes porque no hacíamos otra cosa, entre ellos y yo, todo era consumir deportes, hablar de deporte y soñarnos los tres en el escenario deportivo, unos afines con unas ideales, por ejemplo ellos eran muy afines a la corriente de Televisión Azteca de José Ramón Fernández y yo no, yo era completamente contrario a ellos, yo era cargado del otro lado, yo era 100 % Televisa y eso viene desde mi niñez, yo era admirador de Toño de Valdez, admirador de Fernando Schwartz que es principalmente mi punto de admiración.
Entonces mis amigos y yo éramos completamente opuestos y quizá eso, independientemente de los conocimientos, le dio un sabor especial a ese programa de deporte “depor-sí”, ellos hablaban de futbol; Toño y Pablo hablaban de fútbol y yo hablaba de béisbol para diversificar un poquito el programa y Fernando era el director de la orquesta y depor-sí llegó a ser un muy buen programa.
Es ahí como empezamos a incorporar al deporte universitario; no solo la UPAEP porque generaba una rivalidad muy importante con los Aztecas y en aquel entonces en el básquetbol con la Universidad Interamericana que tenía también un muy buen equipo de básquetbol varonil y eran unos agarrones tremendos. A eso le sumas el Tec de Monterrey, el CEU de Monterrey, las U. Panamericanas y ¡vaya! se hacía un grupo selecto de torneos de básquet muy importantes y nosotros le dimos mucho espacio al deporte universitario en nuestro programa y posteriormente en el noticiero -a mediados del 94- Fernando Crisanto nos da la responsabilidad de conducir el noticiero y nos toca hacer una cobertura especial, una producción especial del mundial de Estados Unidos con Ángel Fernández como enviado especial y es una época muy padre y sí, surge del trabajo en la universidad y desde segundo semestre, es decir, prácticamente luego luego.
¿Te costaba trabajo no tomar partido a la hora de realizar el programa?
Nos tocó sabes que, cuando las cosas no caminaban con el entrenador de básquetbol (1995), nos tocó cuando tiene que salir, cuando se toma la decisión del despido, porque no caminaba el equipo y no había manera de que caminara. Ese fue un momento complicado porque el cuestionamiento iba entorno al resultado pero fíjate que sí teníamos la posibilidad y la capacidad de poder hacer a un lado el apasionamiento. Podíamos hacer un comentario y un análisis de lo que sucedía sin caer en la protección y el apapacho.
Ahora que mencionas la sucesión del coach de básquetbol, el Mtro. Aguirre habló con ustedes sobre la situación ¿qué recuerdas de esa charla?
Nosotros pudimos entablar hasta la fecha una muy buena relación de amistad con el Licenciado Aguirre y con Adriana Ramírez; era realmente una reunión o una relación de respeto mutuo, nosotros los respetamos mucho como autoridad, como personas que sabían lo que hacían y ellos nos daban un respeto como periodistas, como reporteros en vía de convertirse a periodistas, siempre valoraron nuestro trabajo, siempre fue con respeto.
Sí, recuerdo que él nos preguntó ¿cómo lo ven? y el as bajo la manga era el Greñas (Javier Ceniceros) y pues era una decisión arriesgada porque era la presentación de Javier, era entregarle la responsabilidad porque todavía jugaba, era la responsabilidad entregarle el equipo y al final salió bastante bien.
El Lic. Aguirre muere por sus colores, muere por sus equipos, muere por sus jugadores y Adriana (Ramírez) ni qué decirlo, Adriana lloraba cada que su equipo perdía y había que consolarla, había que apapacharla porque se le iba la vida y no solo con el básquet, con todos los equipos representativos.
¿Por qué cubrir deporte universitario?
Pues la alta competencia, el deporte universitario y sobre todo el básquetbol tiene el nivel más alto de competencia en el país, que no tiene si quiera el básquet profesional.
Realmente el alto nivel de competencia en México se da en las universidades, ahí vemos la semilla; en aquel entonces la rivalidad que generaban las escuelas del centro del país con las del norte era muy atractivo y a nosotros nos generaba un espacio de audiencia importante, porque entonces nos escuchaban los universitarios, llegábamos con toda la cobertura, ahora si total; le dábamos el lugar importante, primeras planas, primera posición en el noticiero, al clásico por ejemplo con Aztecas fue una época muy buena
UPAEP trascendió en ese momentos, entonces, era de verdad impresionante cubrir esos campeonatos y sí nos generaba una buena reacción porque siéndote sincero, no todos los medios le daban ese espacio al deporte universitario y nosotros sí, cada quien tenía su fuente y cada quien cubría en su momento a sus equipos por así decirlo, yo recuerdo que de nosotros tres alguien tenía asignado a la UPAEP, no recuerdo quien exactamente, creo que Toño, yo tenía asignada a la UDLAP y Pablo creo que tenía asignada a la Inter.
En esta parte que hablas que te tocaba cubrir a la UDLAP ¿Cómo se vivía?
Adriana traía una rivalidad conmigo muy chistosa porque siempre me decía eso, me tocaba también cubrir al equipo de americano de Aztecas, pues obviamente siendo, al igual que la UPAEP en básquet, un equipo ganador pues genera cierto aprecio y entonces Adriana me decía ¡Ay entonces tu eres azteca!, ¿cómo hablas de la UPAEP?
Con el otro lado, cuando era el clásico era bien complicado, porque sí cargaba yo mi afición y mi cariño por las Águilas y además lo hacían fácil porque generalmente ganaban; entonces ya me iba yo al resultado concreto de que las Águilas le pegaron a los Aztecas pero si te genera un atractivo especial.
En tu periodo de estudiante y de profesional ¿qué equipo es el que recuerdas más?
Mira cuando yo llegué a la universidad Javier (Ceniceros) era ya una leyenda, hablar del Greñas era hablar del Jordán de las Águilas, tú escuchabas historias, escuchabas esas fábulas por llamarlas de alguna manera.
Ya con Javier dirigiendo dos de mis compañeros de clases estaban en el equipo, Horacio y Pepe Villar y ellos dos también eran seleccionados nacionales, ellos fueron a la Universiada de Fukuoka y Palermo respectivamente y les fue muy bien. Ese equipo que se conformó ganó el tricampeonato de la Corona Universitaria, es el que yo más recuerdo porque me tocó vivirlo en casa (1995).
Después de que dejé la universidad ha habido equipos muy buenos, gente como Miguel Prado, bueno, el mismo Gustavo que representa algo muy importante en la universidad pero a mí el que más me llenó fue ese equipo tricampeón y a la par el equipo femenil también hacía muy bien las cosas, un equipo comandado por Ramiro Condado y tenía a Evelin Hurtado por ejemplo que hoy tengo una muy buena amistad con ella, la quiero mucho y ella me ha enseñado a ver el básquetbol de otra manera.
Me hablaba la Lic. Adriana Ramírez de un viaje ida y vuelta a Monterrey para cubrir una final.
No me acuerdo si fue jueves o viernes, el chiste es que era 5 de la tarde y el equipo jugaba al otro día a las 7 de la noche la final contra el Tec y estábamos ahí en deportes, en el antiguo gimnasio y se nos ocurrió si el equipo pasaba a la final ir para allá.
Se contrató el autobús, se subió quien quería subirse a apoyar a las águilas y así era. La salida fue alrededor de las 9 de la noche y la llegada a Monterrey pues fue al otro día como a las 8 de la mañana. Llegamos a buscar en dónde bañarnos, nos metimos a la regadera y al prender la luz del baño salieron cucarachas y entonces teníamos que decidir si bañarnos entre cucarachas o quedarnos sin bañar y pues con agua fría.
Ya salimos con la maleta listos para la cobertura del partido que era en la tarde, fue muy padre porque los jugadores no esperaban que llegaran, ni la porra y mucho menos que llegara prensa para cubrir su partido. El partido fue muy bueno y terminado el juego cenamos y pues de regreso a Puebla.
¿Qué caracteriza a los equipos de UPAEP?
Son buenos equipos y a mí me consta, me consta que el crecimiento es integral, es un atleta-estudiante-ser humano, porque se preocupan por el desarrollo humano, se preocupan por el desarrollo profesional y deportivo.
Me tocó ver cuando no convocan a quienes no tenían un buen rendimiento escolar, a quien cometían alguna indisciplina, quienes se saltaban un entrenamiento o a quienes se saltaban una clase.
UPAEP siempre ha respetado los conceptos de ser un atleta integral y en su momento yo pude comprobar que otras universidades pues no lo hacían, el objetivo era el ganar por el hecho de ganar y no ganar por el hecho de formar, que me consta eso, eso sí lo sigue UPAEP.