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De capitán universitario a empresario automotriz
09 septiembre Por: Hugo Quintero
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Egresado de la licenciatura en Administración de Empresas en la generación 1992-97. Jugador del equipo profesional y campeón con la escuadra de fútbol rápido en CONADEIP. Juan Alvarado Morfín es actualmente un empresario en  la industria automotriz (empresa de fabricación y venta de refacciones automotrices para vehículos y camiones de transporte).

En estos años de haber egresado, ¿cómo calificaría el nivel de aprendizaje que tuvo en la universidad y que ahora tiene que aplicar en sus negocios?
El nivel de aprendizaje obtenido fue de excelencia, muchos conocimientos que adquirí cuando estudiaba los he aplicado en mi vida laboral y la universidad me ayudó a forjarme para este momento de mi vida como empresario al igual que como padre de familia.

Hablando de formación, ¿qué valores desarrolló o conoció durante su estancia en UPAEP?
Compartir con los demás, esto ha sido muy importante para mí, siempre conviví en equipo y en grupos, desde el fútbol soccer y el fútbol rápido hasta en las aulas con los trabajos grupales. Ser receptivo, es decir, siempre escuchar los comentarios de todos porque eso me hizo crecer y madurar, y un par de valores que adquirí y que siempre lo agradeceré es ser sencillo y ayudar a los demás; el que da, de algún modo siempre recibe.

Justamente en lo deportivo, ¿qué tanto puede influir el fútbol en un proceso formativo?
El fútbol me dio muchas cosas en la vida, jugué fútbol los cinco años de mi carrera universitaria: tres en tercera división, uno en segunda división y el último año tanto en la selección universitaria de fútbol como en la selección de fútbol rápido.
Los cinco años fui el capitán de los equipos y el ser líder te va formando, te va dando muchos aprendizajes, tanto en las derrotas como en los triunfos; de todos vas aprendiendo y te ayuda a formar tu carácter, tu estilo, tu forma de tomar decisiones.

Sus recuerdos en el fútbol universitario…
En fútbol rápido, campeón nacional de CONADEIP en el torneo que se desarrolló en la Universidad de Monterrey (UDEM), les ganamos a los locales 5-0 la final (1996).
En fútbol soccer en el CONDDE quedamos campeones estatales y regionales y acudimos al nacional quedando en tercer lugar. En fútbol profesional logramos el ascenso de tercera a segunda división, siendo el mejor tercer equipo a nivel nacional de un total de 110 equipos profesionales.



Después de egresar, ¿cómo ha sido su camino profesional?
Después de presentar mi examen profesional y titularme, ingresé a laborar casi de inmediato a Banamex en donde trabajé cinco años.
Después trabajé diecisiete años en el gobierno del estado con puestos de analista, coordinador, jefe de departamento, subdirector y director pero ahí con los cambios de administración siempre corrías el riesgo de salir.   
Hace ya casi cuatro años salí y fue que a partir de ese momento un amigo y actualmente mi socio me invitó a unirme con él en la iniciativa privada.

¿Cómo se llama la empresa?
DISA de Puebla. Justo este mes la empresa está cumpliendo 25 años.

Volviendo al tema de la etapa universitaria, ¿qué tan difícil fue ser alumno y jugador?
Se me facilitó mucho la vida para poder compaginar ambas cosas, tanto el deporte como los estudios. Me permitían acomodar mis horarios de clases con base a los entrenamientos y partidos. Tenía clases de 7 a 9, después me iba a entrenar de 10 a 1, comía y regresaba a clases de 5 a 8 o a 9 de la noche. Siempre estaré muy agradecido por todo el apoyo que me brindaron en la universidad.

Para quienes quieren estudiar en la UPAEP, que les diría o recomendaría
Si estudian en la UPAEP les diría que con total seguridad que aprenderán muchos valores, disfrutarán su vida universitaria al máximo combinando sus estudios con una gran gama de actividades que les ayudarán a que su aprendizaje no sea sólo educativo si no de vida y que les perdurará para siempre.

El tema humanismo que UPAEP genera, ¿sirve en la vida profesional?
Sirve muchísimo, todos los días de mi vida ha estado presente. El humanismo que aprendí se refleja en el trato con todas las personas. Todos en una relación laboral y profesional son importantes, desde el más alto de la empresa hasta el que mantiene tu oficina limpia y aprendes con ese humanismo a que todos somos iguales y que si nos ayudamos unos con otros siempre seremos mejores personas.

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