Iniciamos una serie de entrevistas con periodistas poblanos que han cubierto a los equipos representativos de las Águilas UPAEP
Leopoldo Aguilar Cruz es egresado de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la generación 1994-1999. Como estudiante colaboró en el periódico institucional El Universitario y ahí conoció y se enamoró de los equipos UPAEP. Ese cariño por las Águilas lo llevó a seguir cubriendo la fuente universitaria una vez que egresó. Hoy, desde los medios en los que trabaja, sigue siendo un promotor de las Águilas y del deporte universitario en general.
¿Cómo recuerdas tu primer acercamiento con las Águilas UPAEP?
El primer acercamiento que tengo sobre todo desde la parte periodística es pues prácticamente en mi primer semana de estar en la universidad. Yo entro a estudiar comunicación en 1994 y en las actividad extracurriculares que había era pertenecer al periódico, El Universitario, y pues yo prácticamente entré desde la primer semana a trabajar ahí. Obviamente pedí la sección de deporte que era lo que yo quería hacer en un futuro inmediato a nivel profesional y fue como entré a trabajar ahí con el Lic. Rafael Bretón, que era el encargado de la Comunicación e Imagen de la universidad.
Y digamos que el primer equipo con el que tengo contacto es con el básquetbol femenil, fue el primer equipo que me tocó cubrir. En aquel entonces lo dirigía el profe Héctor Álvarez, el papá del Tigre, y recuerdo bien que en aquella época Bernardo Córdova era el head coach del equipo varonil; en el fútbol soccer (universitario) estaba el profe Zavala y en fútbol rápido pues estaba Memo Benítez.
Me metí a entrenar un rato, estuve muy poquito tiempo con el equipo de fútbol rápido varonil y era más o menos lo que había; nuestro equipo de Taekwondo no llevaba tanto de ser formado, nuestro equipo de natación muy poco, tenis pues prácticamente no había, y eran los equipos representativos que recuerdo bien.
Ese primer partido que te toca cubrir ¿recuerdas cómo nos fue?
Mira no recuerdo muy bien aquel primer partido, recuerdo que fue todavía en el antiguo gimnasio que hoy es el edificio T; a la distancia recuerdo que fue un partido pues muy sencillo para la niñas. En aquel entonces, era un equipo competitivo sin ser uno de los protagonistas, ya vendría mucho más adelante, aquel campeonato de la LINABE (1997), ya con un equipo más formado.
De este primer partido recuerdo que fue en 1994 -por ahí de Septiembre-, fue uno de esos primeros partidos y fue lo primerito, fue lo primero que me tocó cubrir con UPAEP.
Hablas de 1994 y unos meses después se da esto el ingreso del coach Javier Ceniceros, ¿cómo se vivió en ese momento este suceso?
Fue un cambio un poco drástico; a Javier lo recuerdo jugando con UPAEP, pero sobre todo con el equipo de los Dragones de la SEP. Ese es el recuerdo que más tengo de Javier, que jugaba con un paliacate en la frente; era un tipo espectacular, era un elemento que podía darle la vuelta a un partido en el momento que fuera porque su tiro de larga distancia era de verdad impresionante y cuando él llega como coach si fue un cambio radical porque la imagen que yo tenía del jugador era diferente a la de entrenador.
Como coach es un tipo muy formal y hasta muy ordenado, el esquema de juego de Javier es muy metódico, tiene un trabajo muy ordenado, altamente sofisticado que requiere de mucho entrenamiento.
Yo estaba acostumbrado a un jugador que si el rival le echaba uno de 3 de un lado pues a él no le importaba, iba del otro y ¡poom! Respondía.
Ya como entrenador sin duda empezó a construir un equipo muy competitivo y le tocaron generaciones brillantísimas, yo creo que aquel equipo en donde estaba Gustavo Ayón, Juan Pablo Bravo, Víctor Thomas, Julio César Everardo, etc.
Oye en esta parte de estar en El Universitario cubriendo la fuente deportiva, ¿tuviste algún equipo predilecto?
El equipo de básquetbol femenil sin duda siempre será especial era el que cubría casi siempre y después me tocó verlo pasar por cuestiones muy difíciles y por equipos que fueron campeonas nacionales.
Sobretodo ver a este equipo que se construye a partir de la llegada de Laura (Núñez), a partir de la llegada obviamente de Yadira Asprilla, de todas ellas que realmente fueron una generación igual muy brillante, una generación que obviamente ha dominado el básquetbol femenil. Siempre es un equipo al que le tengo un cariño muy especial.
Pero sin duda el más especial de todos fue el equipo de fútbol rápido; el cual en la época en que a mí me toca estudiar era sin duda alguna el mejor equipo del país. Era un equipo lleno de gente talentosa, estaba Juan Alvarado Jr, Omar Dorantes, Ismael Polanco; había muy buen equipo, completísimo.
Después por diferentes situaciones termina la etapa del fútbol rápido varonil y hay un equipo que obviamente es muy especial: cuando UPAEP tiene Segunda División de la mano de Paul Moreno y Arturo Álvarez un equipo al que todos seguíamos y que después deriva en campeonatos nacionales a nivel universitario porque muchos de esa base siguieron en el deporte universitario.
En ese conjunto hubo jugadores como Paulo Serafín, Fernando Martínez, Jair Vega, Roberto Cerón, era un equipo muy especial que después a nivel universitario en conjunto con una generación también muy importante donde estaba Rubén Reyes o Edgar Cabrera que venía desde la Segunda División.
Siguiendo en tu época de estudiante por ahí hay una anécdota sobre que el equipo de básquetbol te aventó a la fuente, cuéntanos.
A mí me toca una etapa del básquetbol varonil donde previa a ese equipo que te menciono de Gustavo, en mi último año de estudiante, te estoy hablando de abril de 1999, el equipo tenía casi 4 años de no ganar un campeonato y previo a ese Campeonato Nacional de CONADEIP yo escribo en una columna, “Desde el Nido”, (por la cual pasaron también Pepe Avalos y Patricio Aguilar), que me iba a doler mucho graduarme en 1999 y no ver nunca un campeonato nacional.
Escribo eso y lo refuerzo porque un juego antes de ir al campeonato nacional perdemos en casa contra el Colegio Victoria de Teziutlán, y pues no se veía como pudiéramos ganar el torneo.
En la columna yo escribí que si ganaban el campeonato nacional, me podían aventar tranquilamente a la fuente, sin que hubiera ningún problema, y pues obviamente me lo cumplieron al final del camino. En la develación de la estrella, un par de semanas después, pues prácticamente todo el equipo varonil, incluyendo a uno de mis mejores amigos hasta ahora, que es Sadol Martínez, me aventaron y terminé en la fuente.
Sadol fue el que me aventó. Fue una anécdota muy buena, que fue parte de esa vida estudiantil que era muy muy intensa, porque realmente en esa época, El Universitario era un medio que pesaba, y pesaba bastante. A mí no me tocó tal cual, pero Paco Rivas, de repente, escribió en “Desde el Nido” críticas fuertes hacia sus compañeros que estaban en aquella época en el basquetbol varonil y pues sí, de repente había reclamos, o algún enfrentamiento por lo que escribíamos, o porque éramos de repente muy críticos con los equipos representativos.
Yo recuerdo alguna otra anécdota también, cuando fuimos sede de los campeonatos nacionales, por ahí del XXV aniversario, y el equipo de fútbol soccer varonil tiene una mala participación, con situaciones difíciles con la dirigencia de deportes. Escribí acerca de ello, y bueno, se hizo un lío tremendo, pero éramos muy batalladores en ese entonces, (en El Universitario), y pues fue una época que marcó lo que seríamos después en los medios.
Es una realidad que esa parte de formación en El Universitario fue muy importante para todos nosotros, para después cuando brincamos al profesionalismo, pues manejáramos la misma línea; el no callarnos, y sí teníamos las evidencias se publicar las cosas.
Justamente en esa parte de El Universitario, tenías el respaldo del Lic. Breton y de Juan Méndez, eso seguramente te ayudó a crecer en ese aspecto
Sí, tenía un respaldo muy grande, muy importante de todos como directivos, y que te insisto, al final de cuentas nos sirvió a nosotros para crecer profesionalmente, porque pues ya después, ya en la realidad cuando teníamos que aventarnos un tiro igual, pues sabíamos lo que habíamos aprendido; publicar cuando tenías las pruebas. Fueron épocas muy especiales.
¿Qué viste en el deporte universitario, cuando fue tu época de estudiante, para seguir cubriendo la fuente ya en tu etapa profesional?
Lo poco que jugué en el deporte universitario, pero después el seguimiento que le di en mis cinco años de mi carrera, me pude percatar que existe ese amor por los colores; porque al final de cuentas sí te becan, sí hay una remuneración, pero hay muchos que están en los equipos representativos sin beca, por lo menos varios de mis compañeros no tenían beca y jugaban, iban a entrenar, se mataban al medio día, a la una, a las dos de la tarde regresar y después meterte a estudiar de nuevo no era nada sencillo.
Sobre todo puedes percibir el amor a la institución, no solamente con nosotros, porque si alguna vez a alguien le tocó ver un UPAEP vs UDLAP en básquetbol o en algún otro deporte te das cuenta como es el amor por los colores, esa entrega por la institución es completamente diferente, yo lo platicaba hace pocos días con Claudia Rivas, una de las mejores psicólogas del deporte, trabaja con nosotros en el Puebla y yo le decía que extrañaba esa parte y que por eso a mí me gusta mucho trabajar en fuerzas básicas, porque veo algo muy parecido, es gente que persigue sus sueños, que no está bajo un sueldo, que se identifica con sus colores, si lo quieres ver desde este punto de vista más romántico.
A mí el deporte universitario, insisto obviamente por UPAEP, me encanta porque cada uno de los chavos defiende los colores de su institución; siempre me parecerá que el deporte universitario (ojalá nunca se pierda es parte) es diferente, es más romántico, es más idealista, y por eso a mí me gusta y me atrapó de siempre. Casi 30 años de aquel inicio, el deporte universitario sigue siendo mi fuente favorita, sigue siendo a lo que más le doy promoción como periodista.
¿Tuviste que batallar en algunos de los medios en donde has trabajado para darle esa promoción al deporte universitario?
Fíjate que no, en esa parte tuve mucha suerte; mi primer jefe ya mucho más formal, fue Ricardo Hernández Esparza, que sin que sea un enamorado del deporte universitario, siempre lo respetó, lo respetaba como una fuente importante.
Después de ahí voy a Cambio donde Patricio Aguilar era mi jefe y él también venía de esa parte del deporte universitario (también egresado de UPAEP). Cuando entro a televisa pues igual tuve la fortuna de que Rames Alle respetara mucho mi gusto por el deporte universitario y lo cubríamos igual.
Cuando abrí la página de deportes (Play Sports), cuando pasé a La Jornada siempre he tenido la libertad de publicar lo que he querido. En Puebla Deportes, con Toño Abascal, pues es la misma línea.
Hace rato hablabas un poco de la pasión que tiene el deporte universitario, de la identidad que se tiene, ¿te costó en algún momento cubrir los triunfos de Aztecas, Borregos, de UMAD?
Vas avanzando en el aspecto profesional, sobre todo con la UDLAP, me encontré a muy buenos amigos, hasta la fecha con Memo Hernández (de comunicación deportiva de Aztecas) siempre es de “les vamos a ganar”.
En la UDLAP me ha tocado cubrir a gente de una calidad individual tremenda; en el deporte a nivel universitario difícilmente te encuentras a una voleibolista mejor que Seomara Sainz que es base de la selección nacional; Ana Zulema Ibáñez es una de las mejores formistas (Taekwondo).
Obviamente el corazón pues siempre estará del lado de UPAEP, siempre me identificaré con las Águilas pero eso ya no tiene nada que ver con cómo hacer tu trabajo y al final de cuentas hay una situación real: todas son universidades de Puebla.
Precisamente en ese aspecto, el deporte universitario le ha dado más triunfos a la ciudad que el propio deporte profesional
Sí, al final de cuentas sabes que cada año el básquetbol femenil de UPAEP es candidato, a nivel de fútbol soccer el equipo femenil de Aztecas va a ser candidato, sabes que los equipos de Taekwondo de UPAEP y UDLAP van a ir por campeonatos nacionales, Borregos y Aztecas en americano. Sabes que son buenas universidades que están en el TOP, que van a estar siempre buscando campeonatos nacionales entonces creo que esa parte también es muy satisfactoria, nunca nos ha tocado una entidad donde cubras el deporte universitario y cubras puras desgracias.
Ha sido muy satisfactorio cubrir el deporte universitario y por lo que ves, seguirá siendo exitoso y más allá de buenos atletas, se han formado buenas personas, profesionistas exitosos.
Ya estando fuera de la universidad, ya como profesional del periodismo te ha tocado cubrir otro tipo de glorias de la UPAEP: Gustavo Ayón, Diana Luna, Marlen Corrales. ¿Cómo has vivido esa etapa del deporte desde afuera?
Fíjate que yo creo que me tocó mucho mejor la parte de reportar ya desde fuera que en mi parte de estudiante. En mi etapa de alumno me tocó padecer cosas que no eran tan buenas, insisto, el mejor ejemplo es el basquetbol femenil; teníamos un equipo talentoso, un par de equipos buenos, pero nunca uno como este, donde estaba Yadira, Ada, Laura, donde estaba gente llena de talento, que llegaron muy jóvenes, y que se mantienen hasta ahora en el equipo, como lo es Saide, Ingrid, la misma Janeth.
Estos últimos años no hay discusiones; el mejor equipo de basquetbol a nivel universitario es el de la UPAEP, no hay más.
Después está la construcción de un equipo tan competitivo y de primer nivel, como fue el Taekwondo de UPAEP. Ya mencionas: Marlene, el mismo Jimmy (Jaime Barrón), Christian Villarroel, mismo Jahir (Pimentel), que es gente que empezó a figurar de una manera impresionante, que empezó a ir a eventos internacionales, que empezó a ir a mundiales, y yo creo que esta parte es sin duda de las mejores situaciones.
Diana Luna es de las atletas más destacadas que ya me tocó vivir trabajando catedrático, y también fuera de la universidad como periodista.
Hace poco, en una de las entrevistas que hacíamos con Play Sports, recordaba con Frida Arriaga, aquella final universitaria donde gana el CEU, ahí en la UAEM, en Toluca. De las mejores finales que me ha tocado ver en mi vida, un equipo varonil tremendamente competitivo, que se murió en la raya. Simple y sencillamente fue pequeñísima la diferencia, porque aparte se definió en tiempo extra.
Me ha tocado ver realmente muy buenas experiencias, que sin duda alguna formaron parte de esta historia que UPAEP ha construido en el deporte universitario desde hace tantos años, y que bueno, hemos tenido el privilegio de estar muy cerca.
Entre 2011-2012, estuve en la coordinación de comunicación deportiva y se vive de manera diferente, es muy especial viajar como parte de la delegación, como parte del staff.
En ese periodo me toca los campeonatos nacionales (CONADEIP) en Monterrey, y me toca la Universiada Nacional en la UAEM; fueron experiencias muy buenas, sobre todo los campeonatos nacionales de Monterrey, y más que nada por el equipo de natación femenil, donde estaba Fernanda y Diana Luna; obviamente, nos daban un nivel importante y consiguieron logros que en la natación nunca se había logrado.
También me tocó asistir al primer Ocho Grandes de la ABE, y ya nos tocó trabajar más como equipo en aquel entonces.
Fue espectacular, sobre todo por el equipo femenil, lo recuerdo y lo recordarás también muy bien, le ganó al equipo del Tec de Monterrey, ahí justo en su duela. Ellos habían pedido prácticamente ese Ocho Grandes para despedir una generación muy brillante y UPAEP llegó a arruinarles un poco la fiesta. Entonces son vivencias importantes, son buenos recuerdos que también tiene uno de esta parte.
Comunidad
Periodismo desde adentro y fuera de la Águilas capítulo 1: Polo Aguilar
04 septiembre Por: Hugo Quintero