Fue en México que Sebastián Calvo Salamanca, estudiante colombiano de Ingeniería en Sistemas, decidió vivir una experiencia Internacional durante su carrera lo que dejó una huella importante tanto en su vida profesional como personal.
México fue la segunda experiencia internacional del joven colombiano, pero la primera que le permitió vivir la cultura que conoció, por la influencia de su abuela a través de películas, novelas y música ranchera.
“Mi abuela es gran fanática del cine Mexicano, también le encanta todo lo que tiene que ver con novelas. Desde pequeño, veía las películas mexicanas con ella y comenzaron a gustarme mucho, tanto que tengo una colección completa de las películas de Cantinflas”, confesó.
Sebastián se considera fanático de la cultura, fue así que decidió tomar la oportunidad de venir a estudiar a UPAEP y aunque él ya tenía cierto conocimiento sobre el país eso no evitó que sintiera la incertidumbre de llegar a un lugar desconocido.
A manera de ejemplo, mencionó, al momento de buscar vivienda su arrendataria le pedía cubrir el costo de su hospedaje por adelantado, lo que le generó un poco de desconfianza pues en Colombia el trato se hace de frente, no obstante, como tenía el tiempo encima hizo el depósito. “Llegamos y pedimos al taxista que nos llevara a la dirección indicada y nada, el lugar existía, no nos habían timado”, expresó.
De sus primeros días en la universidad recuerda sentirse nervioso, pero poco a poco tomó confianza gracias a que todos fueron muy amables con él, lo que le ayudó a sentirse como en casa.
De las diferencias académicas con respecto al sistema colombino, precisó, en UPAEP sintió la carga de materias más ligera, pues en la Universidad Católica de Colombia, llevaba materias de hasta tres horas de duración.
Además, dijo, tuvo contacto con otras culturas además de la mexicana pues tomó clases con profesores extranjeros lo que le pareció muy bueno para cumplir con el cometido de su intercambio: aprender.
Asimismo, agradeció la disponibilidad que sus profesores mostraron siempre para poner a su disposición toda la infraestructura con que la UPAEP cuenta, como asignarle un espacio donde estudiar para su participación en maratones de programación.
Lo anterior, indicó, influyó para que en UPAEP creciera el interés por participar en dichos certámenes de conocimiento, pues no era tan común que los jóvenes estudiaran.
“Logramos dejar la semilla, porque después de que comenzamos con lo de los maratones de programación me platicaron que creció el interés por éstos e incluso hubo alumnos que alcanzaron clasificaciones internacionales y que llegaron más lejos que mi equipo y yo”, detalló.
Otra de las situaciones que marcaron su vida académica en UPAEP, fue el hecho de que gracias a la vinculación que tiene la universidad con empresas e industrias pudo visitar las instalaciones de Microsoft y tener contacto con Cisco System.
Además de estas experiencias, en lo cultural y personal también se llevó recuerdos muy agradables y divertidos. Ya que a pesar de ser culturas muy parecidas, los choques culturales no fueron inevitables. Aunque Sebastián tomó todo de manera muy positiva.
“Me pareció muy gracioso que cuando les preparé a mis compañeros de vivienda un plato tradicional bogotano: changua, un plato de leche con huevo, cilantro y pan, todos me miraron muy extraño y me preguntaban horrorizados que ¿qué era eso?”, relató entre risas.
Aunque también, como parte de su experiencia internacional Sebastián tuvo que probar alimentos mexicanos que no fueron de sus favoritos, uno de ellos el papalo, pues le pareció un sabor muy fuerte. Sin embargo, confesó extrañar bastante algunos otros como los tacos al pastor, las flautas, el agua de Jamaica, entre otros.
Otra diferencia cultural, que encontró con México fue la forma de hablar, no por el acento sino porque en México es muy común tutearse entre hombres y mujeres, situación que no pudo cambiar por lo que sus compañeros tuvieron que acostumbrarse hasta tomarlo con cierta gracia.
Sebastián reconoció que la experiencia internacional que vivió hace ya 5 años, le sigue brindando frutos en lo profesional, ya que ha sido un factor importante para que los empleadores se interesen en su perfil desde el momento de las entrevistas hasta el desempeño con empresas que tienen personal de distintas partes del mundo como Globant, empresa en que labora actualmente.
“Un intercambio puede impactar demasiado en la vida profesional, porque a través de ello es que las empresas ven que uno es accesible a viajar y que uno se puede adaptar con facilidad a un ambiente internacional”, finalizó.