Únete a la comunidad de tutores del Centro de Escritura UPAEP, único programa de Latinoamérica en otorgar certificación internacional por el College Reading and Learning Association. La formación será totalmente en línea.
Por: Ricardo J. Ortiz, tutor senior del Centro de escritura UPAEP
El Centro de escritura está en proceso de selección y formación de tutores para otoño 2020 y los interesados en sumarse al primer programa de Latinoamérica en otorgar certificación internacional por el College Reading and Learning Association podrán unirse a la sesión informativa virtual vía Meet de Google, que se llevará a cabo el lunes 20 de julio a las 16:00 horas.
Ser tutor de escritura es permitirte conocer personas mediante sus textos. Esto no se limita a presentarse y conversar sobre lo que los escritores comparten en sus textos, sino leer entre líneas sus anhelos, conflictos, dudas y emociones. Se puede entender el empeño que alguien ha realizado para expresar sus pensamientos mediante un código específico. Cuando se entiende esto se comprende que no existe una única forma de escribir y que los textos siempre le pertenecerán a quien los escribe, ya que son una parte de ellos. Pero eso no significa que no haya algo que el tutor pueda o deba hacer.
El tutor de escritura es alguien que acompaña al lector con el fin de compartir lo que observa respecto al texto, pero siempre haciendo responsable al escritor sobre las decisiones. En otras palabras, el tutor no se encuentra en una posición de mayor pericia, sino que es un igual al escritor en ese aspecto. La diferencia radica en la perspectiva que se tiene sobre el texto.
Podemos imaginar que tanto el escritor como el tutor se encuentran dentro de un automóvil y se dirigen al mismo destino. El tutor se encuentra libre de conducir y puede enfocarse en ver posibles rutas, observar el tránsito de los autos en la carretera, buscar música para escuchar durante el viaje, etc.
En este sentido, el tutor tiene la posibilidad de informar aquello que percibe sobre el viaje al escritor para que tenga un mayor conocimiento de lo que pasa mientras conduce y pueda decidir qué hacer de una mejor manera, ya que él se encuentra ocupado poniendo atención al camino. De modo que es el escritor quien pisa los pedales, frena, gira y decide cuál ruta tomar y de qué manera conducir teniendo en cuenta la perspectiva del tutor.
Nadie nace siendo un tutor de escritura, se requiere de tiempo y práctica, adquirir herramientas que le permitan analizar los textos y poder comunicarse efectivamente con los escritores. No es necesario que el tutor sea el mejor en el tema que se trabaje con el escritor, sino que sepa escuchar el problema, comprender adecuadamente lo que necesita el escritor para acercarse a su fin, y enfocarse en ello.
En caso de deliberar que el problema le sobrepasa, puede pedir ayuda a otro tutor o a otra persona que esté más capacitada para resolver el problema (puede ejemplificarse lo anterior con problemas de citación en formatos específicos, textos en otros idiomas, reglas de sintaxis, por decir algunos).
Lo anterior cubre grosso modo las funciones de un tutor, pero no todo es trabajo, también hay beneficios. Cuando te conviertes en tutor (al menos en UPAEP) te unes a una comunidad de personas con las cuales compartir intereses, dudas, espacios de comida y ayuda mutua. Si se desea evaluar o dar a conocer un texto, se puede hacer en la comunidad de tutores. Además de tener recomendaciones sobre textos de diferentes tipos por un diverso grupo de personas. Ser tutor de escritura es darse la oportunidad de compaginar la creación de textos y la vida diaria.