Comunidad
Familia, corazón de la ecología humana
09 julio Por: Yolanda Jaimes
Pin It

La familia no es un gasto, es una inversión, no solo es un bien para la persona sino para el conjunto de la sociedad compartió la vicepresidenta internacional del Instituto de Política Familiar.

La familia es el hábitat idóneo para el desarrollo humano, es allí donde se aprende la cultura del cuidado que es tan importante para el bien de la persona y de la casa común, es el lugar donde surge la solidaridad intergeneracional donde se cuida a los mayores, donde se entiende el sentido de la subsidiariedad, señaló la Dra. Lola Velarde, vicepresidenta internacional del Instituto de Política Familiar que tiene su sede en España.

Lo anterior como parte de la serie de charlas para abordar el tema de la familia impulsado por el Centro de Estudios de Familia y Sociedad de la UPAEP.

La charla llevó por título “Familia y Política” e inició por enlistar los beneficios que aporta la familia no solo para las personas sino para el conjunto de la sociedad. “La familia incluye al enfermo, al niño, al anciano, al nacido, al que se queda sin trabajo y al vulnerable”, destacó.

Por ello, dijo, es importante generar políticas enfocadas a este núcleo para fortalecerlo.

Agregó que si bien hoy existen muchas formas de unión, estudios que incluyen 300 artículos bibliográficos de 13 países diferentes, confirman que la familias con parejas casadas, en comparación con los demás tipos de hogares son más estables en un 85%, razón por la cual no se puede ignorar como esencial para el bien común.

Históricamente, precisó, el matrimonio se ha tenido en cuenta en la política desde la cultura griega y romana y desde el origen de la civilización occidental y el hecho no era certificar un sentimiento entre dos personas, sino promover parejas estables que podrían engendrar y educar a los hijos para el bien de la sociedad.

Una política familiar en este sentido, definió, es aquella que está pensada para gobernar a todos pero priorizando a aquellas estructuras que contribuyan al bien de la sociedad y debe estar diseñada bajo dos criterios: la relación paternofilial y el fortalecimiento del matrimonio, es decir, una política familiar debe fomentar la unidad y no la ruptura.

Informó que a nivel mundial existen 5 tratados  que obligan a los estados a proteger a la familia y son: la convención de los derechos del niño, el pacto internacional de derechos económicos, sociales, culturales, el pacto internacional de derechos civiles y políticos, la convención internacional de los derechos de las personas con discapacidad y la convención internacional para la protección de los trabajadores migrantes y sus familias.

Agregó en la actualidad, con la situación generada por la pandemia y la crisis que se vislumbra por la paralización de la economía y la pérdida de empleos, es cuando más se tiene que fortalecer a las familias, pues es lo único que va a salvar al mundo de la crisis.

“Hay que ayudar a la familia para que asuma esa función que el estado no puede hacer, es decir, no puede asumirse una crisis con una economía subsidiada, es imposible”, aseguró.

Por último, habló que se necesita convertir a la Familia en una prioridad política, recuperar la importancia y funciones sociales que cumple, reconocer e impulsar sus derechos, incorporar la ‘perspectiva de Familia, y considerar a la familia y la maternidad como pilares en las políticas de igualdad ya que el futuro de la sociedad se juega en la familia. “Apostar por la familia no es un gasto, es una inversión”, sentenció.

 

Galerías