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Diagnóstico por el laboratorio del SARS-CoV-2
02 abril Por: Eduardo Velasco Sánchez y María del Rocío Baños-Lara
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Los coronavirus son virus envueltos con genoma de ARN, pertenecen al orden Nidovirales, a la familia Coronaviridae, y a la subfamilia Coronavirinae; se dividen en cuatro géneros: alfa, beta, gamma y delta. Estos virus causan enfermedades de leves a graves en humanos y animales (1). Existen coronavirus humanos endémicos como los alfa coronavirus 229E (HCoV-229E) y NL63, y los beta coronavirus OC43 (HCoV-OC43) y HKU1. Las enfermedades por estos virus se manifiestan con síntomas leves como el resfriado común en adultos y son más graves en niños, ancianos y personas inmunodeprimidas (2).

En noviembre de 2002, se presentaron casos inusuales de neumonía atípica de causa desconocida en la ciudad de Foshan, provincia de Guangdong, en China. En marzo de 2003 la OMS nombró a este padecimiento, síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome, SARS), el cual es causado por el SARS-Coronoavirus (SARS-CoV). Estudios posteriores realizados en Guangzhou, en el sur de China, sugirieron que el SARS-CoV podría haberse transmitido de especies animales a humanos en el mercado, debido a que se encontraron anticuerpos específicos contra este virus entre los vendedores asintomáticos de animales salvajes (2).

Tiempo después, en el 2012 surgió en Arabia Saudita un nuevo coronavirus al que se le dio el nombre de Middle Eeast Respiratry Syndrome coronavirus (MERS-CoV) (3).

A partir diciembre de 2019 en Wuhan, provincia de Hubei, China, se reportaron pacientes con neumonía atípica; la mayoría eran residentes y trabajadores del mercado de Huanan donde se venden mariscos y animales vivos. En las primeras etapas de esta neumonía, se presentaron síntomas graves de infección respiratoria aguda, y algunos pacientes desarrollaron rápidamente síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), insuficiencia respiratoria aguda y otras complicaciones graves. En enero de 2020, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de China, y la OMS, nombraron a este virus 2019-nCoV (4) y actualmente es llamado SARS-CoV-2 (5).

Muchos pacientes infectados con SARS-CoV-2 presentan síntomas leves parecidos a los de una gripe, y tienden a recuperarse de forma favorable. Sin embargo, pacientes con diabetes, adultos mayores, pacientes que toman inmunosupresores y mujeres embarazadas son considerados de alto riesgo. En estos pacientes se han identificado ciertos predictores de gravedad (6).

El diagnóstico del SARS-CoV-2, se basa en la detección de ciertas regiones de genes virales, mediante la técnica llamada reacción en cadena de la polimerasa, en tiempo real (real time-polymerase chain reaction, RT-PCR) (7). Esta detección se hace en muestras del tracto respiratorio superior: exudado nasofaríngeo/orofaríngeo; o inferior: lavado broncoalveolar, esputo o aspirado endotraqueal (8).

Se han desarrollado algunas pruebas rápidas para auxiliar en el diagnóstico de la COVID-19, como los inmunoensayos de flujo lateral, que en 15 minutos detectan anticuerpos con los que el sistema inmunológico del paciente responde específicamente al virus y revelan si la infección ha sido reciente (detectando inmunogobulina M, IgM) o de tiempo atrás (IgG). A pesar de que diversas marcas y ofertas de estas pruebas circulan en redes sociales, no hay evidencia científica que respalde su efectividad. Sin embargo, el único trabajo que hasta ahora describe la elaboración, aplicación y evaluación de una prueba rápida es el de Li y colaboradores. Los autores basan su prueba en la respuesta inmunológica que se conoce para el primer coronavirus que causó SARS. Esta prueba, dio algunos resultados falsos positivos y falsos negativos, por lo que su sensibilidad resultó del 89 % y su especificidad de 91% (9). Al haber posibilidad de equivocación en el diagnóstico, su uso debe ser cauteloso, y la postura de las autoridades en materia de salud en nuestro país, es que estas pruebas no son útiles (10).

Además de la confirmación de la presencia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, los pacientes con enfermedad severa deben someterse a pruebas que detecten la hiperinflamación, ya que se ha visto que en estos pacientes se encuentran aumentados analitos como ferritina, triglicéridos, y aspartato aminotransferasa. Otros hallazgos de laboratorio en estos pacientes son bajos niveles de fibrinógeno, disminución de plaquetas, y disminución de leucocitos (11, 12). Ciertas citocinas (proteínas moduladoras del sistema inmunológico) como interleucinas (IL) -8, -9, -10, -17, así como TNF-alfa, se encuentran elevadas en pacientes con COVID-19. La IL-6 está más elevada en pacientes con enfermedad más severa (12), por lo que se ha propuesto que ésta sería un buen blanco terapéutico. Otros resultados sugieren que la mortalidad por COVID-19 podría deberse al síndrome de tormenta de citocinas disparado por el virus, o a una miocarditis fulminante (13).

El Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica (InDRE) ha emitido una lista de laboratorios reconocidos para el diagnóstico del SARS-CoV-2 (14). Además los laboratorios particulares que cumplan con los requisitos de bioseguridad, infraestructura y que usen los reactivos de diagnóstico evaluados por el InDRE, podrán apoyar al diagnóstico del SARS-CoV-2, al ser sometidos a una evaluación comparativa por la misma institución (15).

El adecuado diagnóstico por el laboratorio es crucial para la identificación de pacientes con COVID-19, y para ayudar a conocer la severidad de la enfermedad. Es importante por ello, saber qué pruebas son confiables y qué laboratorios están en capacidad de ofrecer un diagnóstico certero.

Para mas información, consultar:
Página oficial coronavirus
Documentos Secretaría de Salud


Eduardo Velasco Sánchez es Químico Farmacobiólogo por la BUAP, Maestro en Ciencias Químico Biológicas por el IPN. Certificado como flebotomista por el estándar GP41 CLSI. Actualmente es profesor en UPAEP, y estudiante de doctorado en Biotecnología en UPAEP, y en el Centro de Investigación Oncológica Una Nueva Esperanza-UPAEP.


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*María del Rocío Baños-Lara es Química-Farmacobióloga por la BUAP, Maestra en Ciencias Microbiológicas por la BUAP, y Doctora en Ciencias Bioquímicas por la UNAM. lActualmente es profesora-investigadora en UPAEP y es directora del Centro de Investigación Oncológica Una Nueva Esperanza-UPAEP. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt (Nivel I), y es miembro de la Sociedad Mexicana de Virología y la Sociedad Americana de Virología.

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Referencias

1.    A. Zumla, J. F. Chan, E. I. Azhar, D. S. Hui, K. Y. Yuen, Coronaviruses - drug discovery and therapeutic options. Nat Rev Drug Discov 15, 327-347 (2016).
2.    Z. Zhao et al., Description and clinical treatment of an early outbreak of severe acute respiratory syndrome (SARS) in Guangzhou, PR China. J Med Microbiol 52, 715-720 (2003).
3.    D. S. C. Hui, A. Zumla, Severe Acute Respiratory Syndrome: Historical, Epidemiologic, and Clinical Features. Infect Dis Clin North Am 33, 869-889 (2019).
4.    WHO, World_Health_Organization, Clinical management of severe acute respiratory infection when novel coronavirus (nCoV) infection is suspected. Interim guidance 13 March 2020.  (Organización Mundial de la Salud, ed. 1.2, 2020).
5.    WHO, World_Health_Organization, Naming the coronavirus disease (COVID-19) and the virus that causes it. 2020.
6.    N. Chen et al., Epidemiological and clinical characteristics of 99 cases of 2019 novel coronavirus pneumonia in Wuhan, China: a descriptive study. Lancet 395, 507-513 (2020).
7.    V. M. Corman et al., Detection of 2019 novel coronavirus (2019-nCoV) by real-time RT-PCR. Euro Surveill 25,  (2020).
8.    OMS, Organización_Mundial_de_la_Salud, Pruebas de laboratorio para el nuevo coronavirus de 2019 (‎2019-nCoV)‎ en casos sospechosos de infección en humanos: orientaciones provisionales, 17 de enero de 2020.  (Organización Mundial de la Salud, Ginebra, 2020).
9.    Z. Li et al., Development and Clinical Application of A Rapid IgM-IgG Combined Antibody Test for SARS-CoV-2 Infection Diagnosis. J Med Virol,  (2020).
10.    Secretaría_de_Salud.:_Subsecretaría_de_Prevención_y_Promoción_de_la_Salud. (2020).
11.    P. Mehta et al., COVID-19: consider cytokine storm syndromes and immunosuppression. Lancet 395, 1033-1034 (2020).
12.    C. Huang et al., Clinical features of patients infected with 2019 novel coronavirus in Wuhan, China. Lancet 395, 497-506 (2020).
13.    Q. Ruan, K. Yang, W. Wang, L. Jiang, J. Song, Clinical predictors of mortality due to COVID-19 based on an analysis of data of 150 patients from Wuhan, China. Intensive Care Med,  (2020).
14.    InDRE, Insituto_de_Diagnóstico_y_Referencia_Epidemiológica. (2020), vol. 2020.
15.    Secretaría_de_Salud.:_Subsecretaría_de_Prevención_y_Promoción_de_la_Salud. (2020), vol. 2020.

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