[Colaborador UPAEP comparte su fe en Perú como misionero. ]
Félix Augusto Méndez Zepahua, colaborador UPAEP de la Coordinación de Dimensión Evangelizadora y Misionera, perteneciente a la Dirección de Formación, Cultura y Liderazgo, viajó a Lima, Perú, para vivir las misiones en el ámbito internacional.
Su participación se dio gracias a la alianza que la Universidad Intercontinental (UIC), institución hermana de esta casa de estudios, tiene con los Misioneros de Guadalupe quienes enviaron un grupo interdisciplinario de estudiantes para compartir la fe con la población inca.
Al respecto, Méndez Zepahua, destacó que su función como parte del grupo piloto de misioneros fue establecer alianzas para que más adelante UPAEP, a través de Pastoral de la Cultura, también lleve un grupo de jóvenes.
“Lo que buscamos en Pastoral es preparar un grupo de jóvenes, inyectarlos de esa misma energía, de esta misma esperanza, de esas ganas de ir a predicar el Evangelio a donde más falta haga, que sean misioneros en la universidad, en todos los ámbitos de su vida y que ellos puedan vivir esta experiencia no solo en la Sierra, en las comunidades, sino que también conozcan cómo se desarrolla la fe en otros países”, expresó.
De su experiencia como parte del grupo piloto, Félix Augusto comentó que durante los días que estuvo en Perú el grupo se enfrentó a distintos retos, principalmente culturales. Pues en el país del sur no tienen la costumbre de recibir a gente en su casa, en primera porque están enfrentando un problema migratorio a causa de la situación en Venezuela y en segunda, por cuestiones de seguridad de no saber a quién están permitiendo la entrada a sus hogares.
Por lo anterior, comentó, tuvieron que iniciar el acercamiento no de puerta en puerta como estaba planeado, sino directamente con la gente que asistía a la iglesia, con los grupos de jóvenes y mujeres.
“La idea fue romper esos paradigmas, hacerles ver que no vamos a hacerles daño, que tampoco queremos imponer nada, así que después del acercamiento en los grupos de la iglesia, pudimos ofrecer unos cursos de liturgia, de fe y de manejo de emociones”, explicó Méndez Zepahua.
De esta visita aprendió que la apatía de los jóvenes por participar, no es exclusiva de México, sino que se extiende a otros países, sin embargo, no están solos, siempre hay gente que tiene las mismas inquietudes y el gusto por compartir la fe.
“La Misión implica salir de nuestra zona de confort, por eso invito a todos aquellos que les gustan los retos a vivir la experiencia, no importa si no están capacitados, si no son los más santos, si no son los más buenos del planeta, solo importa estar dispuesto a seguir a Dios, un Dios joven como nosotros y que no está ajeno. Dios no solo es un aspecto más, engloba todo y puede cambiar nuestra vida”, finalizó.