[Iniciativa, la clave de cualquier trabajo en equipo y la familia, el motor de su liderazgo dentro del proyecto.]
Mi nombre es Luis Fernando Rodríguez Contreras, soy egresado de la licenciatura en Ingeniería Electrónica de la UPAEP y participé en el desarrollo del primer Nanosatélite de origen mexicano, AztechSat-1 donde me desempeñé como líder estudiantil, primero en el equipo del sistema eléctrico de potencia y posteriormente del sistema software de vuelo.
¿Podrías explicar brevemente qué funciones cumplías como parte de estos equipos de los que formaste parte?
En el caso del Sistema Eléctrico tenía que ver con todo el cableado que compone el Satélite y la administración de energía, es decir, medimos que la potencia fuera suficiente para la misión. Hicimos simulaciones del gasto de energía durante su trayecto como si diera vueltas alrededor de la Tierra.
Y como parte del equipo de Subsistema de Software de Vuelo nos tocó programar el cerebro de la misión del satélite, nosotros jugábamos con un dispositivo que se llama Computadora de Abordo y básicamente con mi súper equipazo configuramos el sistema, programamos las instrucciones de cómo iban a ser las tareas del satélite.
Además, como parte del rol de líder, en ese quipo debía reportarle a Andrés Martínez, que era nuestro jefe ante NASA, el progreso del Satélite ya fuera vía Skype o vía telefónica.
En ese equipo nuestro profesor líder era el Dr. Héctor Simón Vargas y mis compañeros José Alfredo, Miguel Limón González, Andrea Gutiérrez, en su momento, y también un colombiano, Enrique Galarza de Ingeniería mecatrónica, participaban también en las llamadas con Andrés Martínez para ponerlo al tanto del desarrollo del proyecto.
¿Cómo te sumas a este proyecto?
Bueno, todos los de la facultad recibimos la invitación vía correo electrónico, y la verdad yo me emocioné, no lo pensé ni tantito. Por ahí de junio de 2017 fui con el Dr. Héctor Simón quien me redirigió con el Dr. Aurelio Horacio Jiménez, líder del sistema eléctrico de potencia, me entrevisté con él y así fue como entré, un año después me sumé al equipo de software porque estaban pasando por un momento muy difícil y yo quería ayudar.
¿Al recibir la invitación del proyecto AztechSat-1, dimensionabas todo el trabajo que se venía encima?
No definitivamente no, para nada, lo único que sabía es que íbamos a tener la relación con la Agencia Espacial Mexicana y con personas que trabajaban en la NASA y yo no concía quienes eran los rostros o esos protagonistas detrás de la historia. Francamente no me imaginé nada de esto, es grato y es bonito porque después de dos años de estar ahí chambeándole y todo lo sucedido, ya es un hecho el lanzamiento.
¿Cómo cambia tu vida al participar en este proyecto?
Cuando me sumé a este proyecto estaba en la transición de séptimo a octavo semestre y tenía miedo de terminar mi carrera y no tener las competencias necesarias para unirme a la fuerza laboral. En ese momento no sabía si tenía lo necesario para enfrentarme al mundo y este proyecto me permitió poner a prueba lo que yo había aprendido hasta ese momento en la carrera. Me probé en muchos aspectos y creo que hablo en nombre la mayoría de las personas que participaron en este proyecto porque era algo nuevo.
Somos pioneros en México al desarrollar un satélite basado en la metodología de la NASA. Era mucha documentación que no habíamos visto y no teníamos que haber visto en ese momento, y cambia mucho la concepción del proyecto cuando lo ves pasar por todas las fases, es algo que te nutre mucho como estudiante porque ahora no solo puedes ver el trabajo desde tu área específica, sino como un todo.
Para mí en lo personal me hacían falta habilidades de liderazgo y de trabajo en equipo. Esto era un sí o sí. Tenía que aprender por ejemplo, habilidades técnicas en la parte de software. Fui a la biblioteca y agarré un libro de programación que en el título decía ‘Aprendiendo C en 21 días”, a mí me tomó unos 4 meses o 5 realmente, pero sí tuve que aprender, ver blogs, preguntando en internet, preguntándole obviamente a mis profesores y fue un enorme apoyo tanto en lo personal como en lo profesional. Con este proyecto crecí y crecimos todos.
De cara al lanzamiento, ¿ha cambiado tu forma de ver la vida?
La verdad es que mi idea de la electrónica ha crecido muchísimo, lo crítico que hay en cada proyecto. Como estudiante hoy sé que México tiene la necesidad de apoyar investigaciones enfocadas al espacio y como instituciones tenemos la necesidad de trabajar en conjunto, usar una bandera que es la de México, si vamos a portar colores que sean los nacionales. Todos en conjunto tenemos que apoyar esa iniciativa.
Como miembro del equipo del AztechSat-1, ¿Tuviste la oportunidad de trabajar con otras instituciones, de viajar al extranjero?
Sí, de hecho es algo que se me pasó comentar, tuvimos apoyo de un equipo completo de estudiantes y profesores de la Universidad de Chihuahua quienes colaboraron con el diseño del equipo de sistema de determinación y control de la orientación del Satélite. También recibimos mucho el apoyo de la gente de la NASA. Este trabajo contempló el gestionar el tiempo y aprovechar al máximo el tiempo que nos dedicaban.
Pude viajar directamente a las instalaciones de la NASA, eso te abre el panorama. En lo personal, fue la primera vez que salía del país y es por ello que me marcó muchísimo esa experiencia. Yo creo que el participar en este equipo me deja una mayor responsabilidad de apoyar este tipo de proyectos.
Trabajar directamente con Andrés Martínez y su equipo también me dio la oportunidad de ver más allá, saber cuál es el perfil de quienes trabajan allí (la estación espacial estadounidense), conocer las investigaciones que están desarrollando, la historia de cada uno, su legado. Eso me ayuda a ver hacia donde quiero ir, seguir esos ejemplos y tratar de adquirir ese conocimiento para que nosotros en México podamos seguir ese buen camino.
¿Qué aprendiste durante estos dos años que fuiste parte del equipo del AztechSat-1?
Yo creo que se resume en una palabra y es iniciativa, esa es la clave para cualquier trabajo en equipo. Muchas veces creemos que para desarrollarnos dentro de grupo de personas se debe tener un objetivo en común, y está mal. Creo que la idea es saber cómo aportar, es decir, no ver qué puedes recibir de este proyecto, no. Es ver cómo voy a impactar en la historia de mi país, desde mi trinchera como ingeniero en electrónica, como estudiante de una universidad, cómo puedo yo aportar al país y a la tecnología en México.
Si todos tuviéramos esa iniciativa, este país cambiaría muchísimo, si tomamos como ejemplo, hace dos años el terremoto de septiembre 2017 nos enseñó que los mexicanos tenemos una fuerza increíble y que si nos unimos podemos reconstruir lo que fue dañado, hubo tanta gente apoyando en ese entonces que decían paren porque no sabemos qué hacer. Eso en resume es iniciativa y también está de la mano con el liderazgo, que es lo que UPAEP está preocupada por enseñarnos.
Lo que más aprendí de esto, es la importancia e impacto que tiene la iniciativa y el liderazgo en cualquier aspecto de la vida, y hoy el Nanosatélite, es el primero desarrollado por universitarios con apoyo de la Agencia Espacial Mexicana y de la NASA.
Platícame cómo era la relación que existía con Andrés Martínez o José Hernández, el astronauta…
Es un poco difícil de decirlo, son muy humanos, más allá de que José Hernández haya ido al espacio, de que Andrés Martínez trabaje en la NASA, son personas que tuvieron que pasar por muchas cosas, el conocer sus historias te hace comprometerte y entregarlo todo, y espero que el alumno supere al maestro, si ellos lo leen, es con todo respeto. Son personas que me inspiran.
Dicen que no se aprende en cabeza ajena, pero yo creo que es muy inteligente aprender de las experiencias de otros. Es como aprender de mis papás, ellos buscan lo mejor para mí, así como José Hernández busca lo mejor para nosotros, lo mismo Andrés Martínez y el resto del equipo de la Agencia Espacial Mexicana, porque somos generaciones nuevas, porque somos ya el presente de México, no el futuro y ellos nos ven con el potencial de llevar acabo esos sueños que están empujando desde su trinchera, porque esta misión empieza con ellos.
¿Cuál es el rol que debemos tomar, dentro de esta misión, quienes estamos como espectadores?
Yo creo honestamente que las nuevas generaciones vean esto como una posibilidad de decir sí, yo sueño en llegar a la NASA, en llegar a la Agencia Espacial Europea, la japonesa, la rusa, la india, la china, porque sí se podemos lograrlo. Yo creo que los espectadores deben tomarlo como ejemplo, como inspiración, como un puente, que sepan que sí se puede hacer realidad. Que no solamente nosotros seamos los protagonistas. Creo que el papel de estos espectadores es de volverse coprotagonistas, para que en un futuro sean los principales líderes de otros proyectos todavía más grandes, más ambiciosos.
¿Qué mensaje les darías a tus compañeros que están por definir qué carrera estudiar para que tengan esa motivación de participar en este tipo de proyectos?
Si para todas esas personas que van a escoger carreras y se les presente la oportunidad, que tomen al toro por los cuernos, que se metan aunque en un principio no sepan, yo lo viví, yo no sabía tanto de lo que era el software de vuelo, me metí y tuve altas y bajas, no les voy a decir que es fácil, ni que es miel sobre hojuelas. Va a estar difícil lo que escojan, pero si toman al toro por los cuernos, creen en sí mismos y sobre todo, si lo llevan a la acción, entonces podrán hacer lo que se propongan, desde cualquier área que estén, no necesariamente tienen que elegir electrónica, mecatrónica, biónica o aeroespacial, desde donde estén como en la política pueden impulsar mucho esto, en la economía, publicidad, desde el cine, lo importante es que tomen protagonismo y hagan suya esa responsabilidad, que desarrollen su iniciativa, su liderazgo y se vuelvan gente de cambio en la sociedad.
¿Cómo impulsa tu familia esta participación tuya dentro del proyecto?
Ellos son la verdadera causa de que yo aporte un granito de arena, ellos también son protagonistas tanto o más que yo porque su papel como familia ha sido el de cultivar, ha sido el de incubar realmente este ser humano.
Trato de ser lo más justo con ellos y representarlos con honor aquí porque yo soy un reflejo de lo que hay en mi familia, más que ellos se sientan orgullosos de mí, quiero que se sientan orgullosos de ellos mismos porque están viendo los frutos de lo que ellos han sembrado, esa semilla que sembraron hace muchos años cuando yo iba en la primeria y era un relajo, en la secundaria y fui un rebelde, en la prepa que me desconocí, en la universidad y regresé, están viendo los resultados. Ellos son el verdadero impulso de todo esto. Mis padres son una incubadora de gente de bien, eso es lo que yo podría decir de ellos.
