A un año de su partida, la UPAEP recordó a uno de los pilares de esta institución y hombre emblemático de Puebla, Don Manuel Díaz Cid, a quien a través de una serie de eventos honró su memoria y legado que tuvo para sus estudiantes, la sociedad y la Universidad.
Mediante el panel titulado “Recordando a Don Manuel Díaz Cid”, la Lic. Liliana Ortiz Pérez, Miembro de la Junta de Gobierno, la Lic. María de la Encarnación Díaz Terés, hija de Don Manuel y el Dr. Fidencio Aguilar Víquez, analizaron sus facetas como profesor, hombre de familia, así como el legado que dejó.
Para Liliana Ortiz el tener a Don Manuel como profesor fue un gran honor y gusto, ya que quienes tomaron clase con él esperaban con ansias su cátedra; “era una computadora viviente; tenía todos los datos, te contextualizaba perfectamente; su clase era algo así como una novela, era como un cuento que un padre amoroso cuenta a sus hijos donde él quería despertar en nosotros como estudiantes verdaderamente esta noción de que quién no conoce la historia está condenado a repetir los mismos errores”.
“Si hay algo más por lo que recordar Don Manuel es por ser un gran profesor, quien siempre tuvo como prioridad tener un fuerte vínculo con sus estudiantes, siempre generoso en compartir, tanto así, que nadie se iba con las manos vacías cuando estaba con él”.
La también egresada de Ciencias Políticas agregó que Don Manuel Fue una persona clave en la formación de sus estudiantes, daba herramientas para la vida. “Su mayor herencia es su donación de sí mismo: justo y autocrítico. Es y será parte importante de esta Universidad”.
“Mi padre tenía la habilidad que le conozco a muy poca gente de retener todo lo que lee y hasta las páginas te decía la Lic. María de la Encarnación Díaz Terés
Destacó que como hombre de familia, era paciente y dispuesto a ayudar, siempre fue un hombre muy amoroso, enfatizó que siempre recuerda a sus padres como los novios eternos y que esto generaba mucha unión familia; “los valores que tenemos nos los enseñaron con el ejemplo”.
Por su parte, el Dr. Fidencio Aguilar Víquez, destacó que el legado físico de Don Manuel Díaz Cid se encuentra en esta casa de estudios; el legado inmaterial, el de su análisis y el de su conocimiento, sus libros que escribió, se encuentra repartido a lo largo y ancho de México, la pregunta es qué vamos a hacer con él.
“¿Lo vamos a usar para, como él, revisar qué es lo que funciona, lo que es útil y benéfico y también lo que debemos cambiar y actualizar? ¿o vamos a dejar correr los años y dejar que ese legado, esa herencia, se quede guardada? En nosotros está la respuesta, en esta Universidad. El legado intelectual, siendo inmaterial, ya está permeado en México, en las transformaciones que se han ido dando. Eso habla de que Don Manuel siempre fue un espíritu libre, un espíritu inquieto”.
Dentro de este homenaje, en Sesión Ordinaria del Consejo Universitario se realizó un acto protocolario de agradecimiento a la Familia Díaz Terés por la donación del acervo académico del Profesor Emérito Don Manuel Díaz Cid, dicha donación contribuirá con el desarrollo de la docencia y la investigación de la UPAEP.
“Somos parte de la Universidad porque fue la vida de mi papá. Toda su pasión tenía como fin la formación de los estudiantes que pasaban por sus aulas. Su increible generosidad es lo que hace que dejemos tantos años de vida y amor para su casa, la UPAEP”, acotó la Lic. Pilar Díaz Terés, hija de Don Manuel.
Ante esto el Dr. Emilio José Baños Ardavín se refirió a este personaje icónico de la Institución, como alguien a quien siempre la UPAEP le estará agradecida.
“La UPAEP se fragua del testimonio de quienes la conforma. Hay trayectorias que son un ícono para su desarrollo, en Don Manuel vemos la humildad de un corazón que entregó todo. Gracias a la familia Díaz Terés. Démonos el regalo de degustar su legado”.
Cabe destacar que durante este homenaje también se llevó a acabo una celebración eucarística para dar gracias por el legado y memoria de quien fuera profesor e investigador de esta Institución.
Comunidad
UPAEP recuerda a Don Manuel Díaz Cid
16 octubre Por: Fernanda Bretón