[Desde llevar excelentes materias, hasta viajar y aprender a cocinar: Leonardo Mozo nos cuenta sobre su experiencia]
Leonardo Mozo José es un estudiante en administración de empresas que realizó un intercambio a la Universidad Católica de Colombia y hoy nos cuenta cómo fue su experiencia.
¿Cómo surge la idea de irte de intercambio?
Al inicio, al pasar por internacionalización, vi la convocatoria para realizar el intercambio, pero al ver que el trámite tenía muchos requerimientos que yo no cumplía, como el pasaporte, me desanimé un poco y lo vi hasta cierto punto inalcanzable.
Después, poco a poco, hablando con más compañeros de mi carrera que habían realizado intercambios, me fui motivando, me daban palabras de aliento y me decían “si yo pude, tú también”. Es entonces cuando comienzo a realizar todo el proceso con ayuda de Jeanine, mi principal motivación era incluir esto en mi currículum, además de la experiencia.
¿Por qué Colombia, y por qué la Universidad Católica de Colombia?
Al inicio yo quería ir a un país europeo, pero el aspecto económico me hizo considerar Latinoamérica; así, me fijé en Colombia por la convocatoria y por fotografías que había visto de allá que realmente me convencieron. Y finalmente me decidí por la Universidad Católica de Colombia porque tiempo atrás una compañera de esa Universidad vino a UPAEP y al platicar con ella me comentó que en la UCC no existía la carrera de administración, sin embargo, varias de mis materias se parecían a unas de ingeniería de allá; así fue como me di cuenta de que, si no está tu carrera, no significa que no puedes revalidar materias. Posteriormente mi director académico aprobó la revalidación y así fue como terminé en la UCC.
¿Cómo fue tu experiencia desde salir de México hasta tu llegada allá?
Era la primera vez que salía del país y viajaba completamente por mi cuenta, por lo cual, al inicio sentí muchos nervios de saber que iba a administrarme completamente solo.
Llegué allá con el prejuicio de la inseguridad, pero me di cuenta de que realmente no es así, la zona donde yo vivía era muy tranquila y creo que como cualquier ciudad de cualquier país tiene cierto grado de seguridad, pero no es nada a lo que uno no esté acostumbrado. Realmente en ese sentido es muy parecido a México, no podría decir que uno es más inseguro que otro.
¿Qué visitaste estando allá?
Allá hay muchos lugares muy bonitos, por ejemplo, la universidad organizaba viajes para que conocieras el centro y los museos; además, por mi parte busqué a una persona que hacía tours y así pude conocer regiones con sembradíos de café y el valle de Cocorá, donde hay aguas termales; después, seguí ahorrando y en semana santa visité con mi grupo de intercambio, Cartagena y el lago Tairona en el cual atraviesas mucha selva y finalmente llegas a la playa. Además, también fui a Medellín.
¿Qué te pareció la universidad?
Mi primera impresión de la universidad fue que era muy bonita y también muy parecida a UPAEP; este tema de los planteles y que hay que caminar, me recordó mucho a la Universidad en México.
Estando allá llevé varias materias como emprendimiento e innovación, una optativa de amor y sexualidad, y una llamada formulación y evaluación de proyectos que fue la que más me gustó, ésta la tomé con compañeros de ingeniería industrial, al inicio tenía miedo porque siempre se dice que las ingenierías son muy difíciles, pero cuando estuve ahí el profesor se mostró muy atento conmigo y eso fue lo que me dio la confianza al cursar la materia; además, me gustó porque eran proyectos aterrizados a la vida diaria, tomando en cuenta riesgos y tendencias en los negocios.
¿Cómo fue el choque cultural?
Creo que una de las experiencias que tuve en términos de cambio cultural fue el aspecto lingüístico, desde el acento hasta ciertas palabras a las que yo no estaba acostumbrado como “qué chimba” (qué padre) o el tema de la comida, por ejemplo, allá comen entre 12 y 2 y aquí entre 2 y 5, entonces cuando yo quería comer en el almuerzo, ya prácticamente estaban levantando. También allá madrugan muchísimo y si sentí la diferencia.
¿Recibiste algún tipo de apoyo para tu intercambio?
En términos de apoyo financiero, la UCC me otorgó una beca de manutención que fue de mucha ayuda, porque lo que ahorraba en ese aspecto me permitía administrarme y completar para un viaje pequeño o ciertos gustos que quería darme. UPAEP, por su parte, me apoyó con el tema de las colegiaturas a través de mi beca, que aquí es del 40% y para el intercambio ascendió al 100%, lo cual fue de muchísima ayuda.
¿Qué piensas de los apoyos que otorga UPAEP para este tipo de experiencias?
Me parece excelente que UPAEP esté buscando apoyos financieros que se adapten a cada situación, por ejemplo, en mi caso fue la colegiatura, pero hay personas a las que les apoyan con hospedaje o boletos de avión, ya que para ciertos países estos aspectos son muy caros.
¿Cómo fue vivir allá?
Mi hospedaje fue fácil de conseguir porque la UCC mandaba opciones de alojamiento, pero realmente fue a través de Facebook que encontré la opción ideal en una residencia que quedaba justo a la vuelta de la Universidad; entonces, desde México mandé un depósito y así tuve mi lugar asegurado.
En un inicio estar solo fue difícil porque no sabía cocinar, y me di cuenta que comer en la calle me estaba saliendo muy caro; así, después de las dos primeras semanas allá me organicé con mis amigos, yo hacía el desayuno, ellos la comida y así nos íbamos turnando. Además, las que más ayudaban eran mujeres y de eso aprendí que no pasa nada si eres hombre y te involucras en la cocina.
¿Qué le dirías a los chicos que se quieren ir de intercambio pero ven muchos aspectos negativos que al final no los dejan realizar esta experiencia?
Existen muchas cosas que hacen que uno mismo se nuble y no pueda ver más allá, creo que en muchos casos los pretextos son conformismo, realmente les diría que uno mismo tiene que buscar motivación, porque si quieres, entonces puedes, existen muchas maneras donde incluso la universidad te facilita el poder realizar el intercambio.
También les diría que no descarten la posibilidad de irse a Latinoamérica porque “no es Europa”, Latinoamérica tiene mucho esplendor y en muchas cosas no le pide nada a Europa, hay mil lugares por conocer. Es un reto, una experiencia nueva que te saca de tu zona de confort, te enseña a administrarte, a ubicarte y demás; entonces, creo que independientemente del país, un intercambio es una experiencia necesaria porque es parte de crecer y de aprender a estar con uno mismo.