[Estuvieron dentro de los 14 ingresados que se dieron en esta ocasión.]
La Academia Nacional de Arquitectura, Capítulo Puebla, invistió a la Mtra. María de los Dolores Dib y Álvarez, al Mtro. Octavio Flores Hidalgo y al Dr. Juan Manuel Márquez Murad, todos catedráticos de la UPAEP, como nuevos ‘miembros de número’ de dicha institución.
El acto protocolario, se llevó a cabo en la Biblioteca Palafoxiana y se contó con la presencia del Arq. Francisco Covarrubias Gaitán, Presidente Nacional; el Arq. Francisco Treviño, Secretario Nacional y el Mtro. Fernando Rodríguez Concha, Presidente del Capítulo Puebla y también catedrático de esta Universidad.
A este respecto, el Mtro. Rodríguez Concha destacó que en esta ocasión, ingresaron 14 nuevos ‘miembros de número’, entre ellos, los catedráticos de esta Institución y 5 alumni que ahora forman parte del colegio Ateneo, que es la comunidad de jóvenes que demuestran 5 años de ejercicio profesional.
Agregó que en el país hay cerca de 240 mil arquitectos y en Puebla al menos 20 mil, no obstante la Academia acepta a solo al 1% como sus miembros, lo que lo hace un grupo selectivo. “Formar parte de la Academia es honorífico, es un reconocimiento a lo que la persona ha hecho, ya sea en investigación, docencia, actividad profesional, urbanística o paisajística”, expresó.
Por lo anterior, dijo que como miembro del Consejo Académico de la UPAEP, es un orgullo contar con catedráticos que han obtenido dicha distinción pues no es un culto a las personas, sino al patrimonio que dejan.
Por su parte, la Mtra. Dib y Álvarez, Catedrática de la Facultad de Arquitectura, mencionó que es un gran honor formar parte de dicho grupo, pues realiza una importante labor que es la de difundir, a través de ciclos de conferencias, obras arquitectónicas de la época contemporánea, las tendencias actuales en el área y otros temas de importancia en los que cada uno de los miembros de la Academia aporta por su trayectoria profesional o en el ámbito de la investigación.
Finalmente el Mtro. Rodríguez Concha apuntó que “uno de los propósitos de la Academia es trabajar con la aportación de todos los miembros a fin de lograr una vida mejor, todos vivimos en una ciudad, localidad, todos tenemos necesidad de transpórtanos y demás, por lo que el trabajo de la academia es precisamente construir un hábitat que sea amable y sustentable con el medio ambiente, que reconozca el patrimonio cultural, en este caso, el patrimonio arquitectónico y urbano y resaltar esos valores para que puedan ser disfrutados por las generaciones posteriores”.
