Comunidad
Dos amigos por Alemania
16 enero Por: Yolanda Jaimes
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[Estudiantes de ingeniería vivieron una experiencia significativa en el país teutón.]

Natalia Rodas Barrera y Miguel Baltazar Isunza, estudiantes de Ingeniería en Diseño Automotriz, cursaron un semestre de intercambio en Wolfenbüttel, Alemania.

Relatan que decidieron hacer esta experiencia juntos debido a que el país europeo brinda muchas oportunidades en la industria automotriz además de que es líder en la manufactura de automóviles.

La Ostfalia Hochschule Für Angewandte Wissenschaften, le brindó a la pareja de Águilas acompañamiento desde el momento en que llegaron hasta el último día en que estuvieron allí por lo que si tenían cualquier duda, ya fuera del país, de la universidad o de su proceso académico, era resuelto de manera inmediata.

“La ventaja de haber hecho el intercambio en la Ostfalia es que tiene vinculación con nuestra universidad y eso ayudó con el proceso de intercambio pues varios compañeros han hecho al menos un semestre en esta institución debido a que como parte de sus programas ofrece materias en alemán lo que te obliga a mejorar el idioma”.

A este respecto, destacaron, aunque ambos tenían conocimientos previos del idioma, al principio les costó trabajo recibir todas sus clases en alemán pues no estaban acostumbrados escucharlo día y noche pero terminaron adaptándose en poco tiempo que al finalizar su intercambio ya lo hablaban de manera fluida.

Una de las cosas que aprendieron durante su intercambio y de la cultura teutona, mencionan, fue que los alemanes son personas muy profesionales, siguen las reglas y procedimientos, y aunque en ocasiones es bueno, reconocen que el ingenio de los mexicanos hace que se busquen alternativas para dar solución a los problemas.

“Nosotros tenemos la costumbre de que si algo no sale, buscamos alternativas, no importa si estamos alterando los procesos. Es una singularidad que es notoria solo estando lejos”, manifestó Miguel Isunza.
 
Otra de las diferencias que encontraron en el país anfitrión fue la forma de dar clases, pues la Ostfalia cuenta con salas enormes en donde se toman clases, tipo auditorio y notaron que los estudiantes allá son muy centrados y participativos; lo que les obligó a no quedarse atrás en nivel académico.

Las clases son como la nueva modalidad que tenemos duran hora y media aunque la sintieron un poco difícil porque es en su idioma toda la clase, son en auditorios muy grandes, los estudiantes son muy centrados, participativos, totalmente diferente a nuestros compañeros.

Natalia y Miguel aconsejan a quienes estén interesados en realizar un intercambio y son un tanto introvertidos, hacerlo en pareja, como ellos pues si tienen problemas con el idioma, su compañero puedes apoyarles o si no logran hacer amigos tan rápido, nunca se sentirán solos.

Y es que a decir de Natalia, quien es foránea, no es lo mismo vivir en otro estado porque al final de cuenta dentro del territorio mexicano las culturas se parecen bastante, el idioma es el mismo y la gente tiene esa calidez, sin embargo, irse a otro país cambia todo, desde la publicidad en las calles, los productos en los supermercados, etcétera.

“No sabes si lo que lees es lo que realmente dice, se tiene uno que adaptar a toda su cultura y su gente. El irnos juntos ayudó porque compartíamos clases y nos apoyábamos en lo académico pero también en lo personal pues los retos los enfrentábamos juntos”, relató Natalia.

Finalmente enviaron un mensaje a sus compañeros para que no se detengan a vivir una experiencia de intercambio o simplemente viajar pues aseguran les puede cambiar la vida.

“No tiene precio ir y también no quedarse sentado a esperar a que lleguen las cosas, ve de intercambio y conoce otras culturas; si no te animas a ir solo puedes ir con alguien, ir acompañado en el  viaje te dejará una gran experiencia pues puedes compartir tus emociones con alguien más, alguien que te entiende culturalmente hablando. Si tienen la oportunidad de irse de intercambio háganlo, no se arrepentirán”.

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