Comunidad
Un reto al otro lado del mundo
27 noviembre Por: Yolanda Jaimes
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[Catedrático de la Facultad de Educación prueba sus capacidades docentes en la India.]

El Dr. Arturo Villanueva González, catedrático de tiempo completo de la Facultad de Educación, puso a prueba sus habilidades al frente de un grupo de estudiantes de la Chitkara International School, ubicada en la ciudad de Chandigarh, India como parte de la Novena Semana Global que organiza la institución ubicada en la India.

Allí, participaron él y la Mtra. Elisa Khun Estrada como representantes de la UPAEP a lado de otros 48 profesores de Europa, Asia, Oceanía y América para ofrecer a los jóvenes del país asiático, una experiencia internacional.

De este modo, con la clase “Retos de una Cultura Contemporánea y de Educación”, ofreció a los 38 jóvenes de Administración de Empresas, un análisis humanista sobre la educación para responder a los retos de la cultura contemporánea.

“Nos recibieron con mucha calidez y gentileza. Como catedrático, algo que me llamó mucho la atención es que los estudiantes tienen muy inculcado el respeto a la figura del profesor, y uno de los aprendizajes que me dejó este viaje fue que pude encontrar muchas similitudes culturales, como el valor que ellos tienen de la familia; otra cosa fabulosa es su comida, es muy rica e incluso más condimentada y más picosa que la mexicana, muy variada; es un pueblo muy colorido además de religioso. Así como aquí se hacen ferias por el día de determinado Santo, allá también kermés y lanzan fuegos pirotécnicos”.

Por otro lado, notó que la India es un país incluyente, religiosamente hablando, aunque existen restricciones como el mostrar manifestaciones afectivas en público. “No vas a encontrar a una parejita de novios en la calle abrazándose, eso cuidan muchísimo”, destacó.

Agregó que uno de los retos más grandes a los que se enfrentó en la India fue el dar clases en una cultura distinta, con un pensamiento distinto y el tratar de expresar ideas en un lenguaje totalmente ajeno al propio.

“El primer día sí fue un shock cultural entre los estilos de dar clase, los estudiantes, el idioma y los acentos porque pues ellos también tienen un acento peculiar, pero hablando se entiende la gente y lo maravilloso fue descubrir eso, que dialogando podemos encontrar puntos  en común muy padres”, expresó el Dr. Arturo Villanueva.

Y es que dijo, el sistema escolar en la India es muy rígido, por lo que les costó un poco de trabajo soltarse, pero la calidez mexicana y la manera fresca de comunicar con humor, fue un recurso pedagógico que le ayudó a ganar la confianza de los chicos en el aula de la India.

“Empezaron con cierto rostro de asombro que después se convirtieron en sonrisas. Lo más difícil fue hacerlos interactuar porque ellos están acostumbrados a ser escuchas, finalmente logramos esa interacción, ese diálogo, ese compartir”, expresó.

Este viaje, confesó el Dr. Arturo Villanueva, le ha servido para confirmar su vocación como docente pues independientemente de la cultura “somos seres humanos y aunque tenemos diferencias, existen muchas más cosas que nos unen. El futuro de la humanidad está en eso, en aprender a dialogar”, precisó.

Entre las memorias que le deja esta experiencia en la India, dijo, está el haber conocido una cultura tan rica y vasta, no en el sentido abstracto, sino en el hecho de encontrarse con personas, sueños y aspiraciones.

Así, como parte de su aventura y al estar en contacto con el país que lo acogía, el Dr. Arturo Villanueva se mimetizó con los oriundos y decidió dejarse en sus días en la India, la barba más larga pues notó que los sikhs así la usaban.

El sijismo, es la religión dharmánica más joven, de las 4 que existen en la India, surgió en el S. XV después de Cristo como respuesta a los dogmas no compartidos del hinduismo y el islam. Sus seguidores se hacen llamar “sijs” o “sijes”, que significa discípulo o instruido.

“Por su cultura, los sikhs  tienen que tener la barba completa, incluso no se cortan el cabello por respeto hacia Dios, razón por la cual usan un turbante que les protege el cabello del polvo. Es obligatorio, y es pesadísimo pues son como 6 metros de tela; además, te tapa los oídos, entonces no escuchas nada, al principio yo decía, son groseros porque les hablas y no responden, pero no, es que no se escucha nada con el turbante puesto, no es algo que se quita y se pone, sino que todos los días tienen que colocárselo como uno que se hace el nudo en la corbata todos los días, narró el Dr. Arturo Villanueva.

Durante su estancia, aprendió algunas palabras en panyabi, sin embargo, reconoció que fue bastante vergonzoso cuando estaba practicándolas, pues por la pronunciación en lugar de decir “mujer”, dijo “señora vieja”.

Finalmente, invitó a los colaboradores UPAEP a tomar las oportunidades que la Universidad brinda y agradeció al Departamento de Capacitación, en su línea Cultura Global por permitirle vivir esta experiencia pues dijo, fue un viaje donde aprendió muchísimo y le cambió la vida.

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