UPAEP presenta el libro “El movimiento Luterano, estudios y reflexiones a cinco siglos de distancia”.
En 2017, la UPAEP llevó a cabo un simposio para conmemorar los 500 años del Movimiento Luterano, hoy fruto de este evento presenta el libro titulado “El movimiento Luterano, estudios y reflexiones a cinco siglos de distancia”.
“Este movimiento es de tal trascendencia, que podemos decir sin temor alguno que, en cuestiones de fe, marca el fin de la Edad Media y el inicio de la Edad Moderna, además que influyó en la sociedad, en la cultura, la religión, teología, filosofía, en la música, entre otras cosas”, indicó Herminio Sánchez de la Barquera, Decano de Ciencias Sociales de la UPAEP.
Sostuvo que, si bien el tema que más se conoce sobre el Movimiento Luterano radica en la venta de las indulgencias para la construcción de la Basílica de San Pedro, hay muchas áreas en las que su pensamiento también influyó para la construcción del mundo moderno.
Para Juan Pablo Salazar Andréu, profesor investigador de la UPAEP, Lutero es un personaje al que le toca situarse en una época llena de cambios y en donde como él señala los vientos cambiaron; a Lutero le toca la caída del Imperio Romano de Oriente, el surgimiento de la imprenta, el descubrimiento de América y la apertura del comercio, además de ser testigo desde el seno de la iglesia de una arena política encendida.
Indicó que es justamente a raíz de sus tesis que se consolidan las bases del Concilio de Trento, en donde la Iglesia Católica se revisó a fondo logrando generar cambios significativos que hoy en día siguen vigentes.
Paniel O. Reyes Cárdenas, profesor de la Facultad de Filosofía de la UPAEP, puntualizó que alrededor de la figura de Lutero en la teología, ha habido un gran movimiento pendular.
Con el pensamiento de Lutero surgen aspectos muy modernos sobre todo en tres áreas: la teología de la cruz, la teología de la gracia y la de los sacramentos. En todas ellas Lutero da un énfasis muy moderno que es una vuelta al individuo y a la radicalidad de la acción divina, expresó el académico.
“Creo que la contrarreforma no hubiera tenido muchos de sus principios inspiradores sin la figura de Lutero y me atrevo a decir que incluso hasta el Concilio de Trento tiene elementos que toman en serio a Lutero, una cosa muy interesante es que muchos de los padres de la iglesia que se citan son los mismos que Lutero utiliza en sus escritos”, mencionó.
Explicó que ya para los siglos XIX y XX, hay un acercamiento a la catolicidad de Lutero y se puede ver muy claro en el Concilio Vaticano II en donde se reconoce la importancia de los estudios ecuménicos para alimentar la vida y la ciencia sobre la escritura de los estudios católicos en teología.
“Hoy por hoy, hay un mayor entendimiento y fertilización del pensamiento católico por parte de los protestantes y de la teología oriental, hoy más que nunca gracias a la influencia del ecumenismo con los católicos, los luteranos han tomado muy en serio el movimiento litúrgico”, añadió.
Afirmó que si bien Lutero es una figura que pareciera haber dividido los caminos de las comunidades cristianas, hoy es una figura que promueve el diálogo entre ellas.
Por su parte Francisco Iracheta, profesor de la Universidad Iberoamericana Puebla, puntualizó que Lutero viene a cimbrar a Europa y la filosofía al exponer paradigmas contrapuestos del humanismo, el clásico y uno disruptivo, el cual sigue presente en el luteranismo sobresaliendo la libertad del individuo, su plena subjetividad y realización ante el mundo siendo dueño de sus actos.
“Creo que la idea que tiene Lutero sobre la conciencia moral personal sirve para crear un puente para enaltecer la dignidad de la persona y conecta el misticismo medieval con la subjetividad”, comentó el académico.
