Académicos discuten el papel del Gobierno Federal en el manejo de la contingencia sanitaria. Implicaciones políticas, sociales, económicas y de salud, tópicos de esta discusión.
María del Rocío Baños Lara, Profesora Investigadora de la UPAEP; Israel Covarrubias González, Investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y Horacio Vives Segl, Investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) evaluaron la gestión de la pandemia en nuestros países en un ejercicio encabezado por los Decanatos de Ciencias Sociales, Ciencias Biológicas y Artes y Humanidades.
En este espacio de discusión los académicos analizaron y compartieron su punto de vista sobre la manera de actuar del Gobierno Federal ante la pandemia que actualmente vive el mundo.
Los investigadores coincidieron en que en el mundo hubo distintas maneras de llevar a cabo la comunicación sobre este suceso a la población, en este sentido Covarrubias González señaló que el Gobierno Federal Mexicano tardó mucho en reaccionar y construir una estrategia integral para contener la expansión del Covid-19.
A manera de contexto, Rocío Baños explicó que ésta es una enfermedad para la cual se tienen pocos elementos para combatirla; al no haber medicamento ni vacuna para su tratamiento la solución momentánea es esconderse del virus.
“A estas medidas en conjunto se les conoce como medidas de mitigación comunitaria, a mi parecer se establecieron tempranamente en el país; el gran problema es la desobediencia de la población que hasta la fecha sigue siendo muy resistente a mantenerse separada”, detalló
En este mismo orden de ideas, Vives Segl expresó que si bien la pandemia tomó por sorpresa a los líderes mundiales y muchos de sus proyectos y políticas públicas pasaron a segundo término, en México desde el principio de esta administración se han observado dos patrones muy claros, gasto para grandes obras de infraestructura y por otro lado un gasto clientelar que eventualmente se verá si tiene un beneficio electoral.
En México y particularmente los liderazgos que le declararon la guerra al cubrebocas, observaron que había que evitar el mayor impacto económico o asegurar los índices de contagio, o es una cosa u otra, en términos de darle preferencia a una de estas dos situaciones en conflicto, hoy se cuenta con una endeble credibilidad en la acción del gobierno en estos temas, aseguró el académico.
En consecuencia, estas implicaciones han traído para nuestro país una afectación económica, considerando que desde principios de año no se apreciaba un buen manejo en las finanzas. Referente a estímulos económico para la contingencia, México se encuentra en penúltimo lugar de las 20 economías más desarrolladas del mundo en entrega de este tipo de apoyos.
Además, expusieron que el indicador central que se ha utilizado para reactivar la vida económica tiene que ver con el porcentaje de ocupación hospitalaria y lo que actualmente muestran las estadísticas es una relación a la alza en las defunciones y una baja en términos de ocupación hospitalaria
Baños Lara, comentó que la interrogante que se debe de plantear ahora es cómo realizar las actividades que se llevaban previo al confinamiento sin tener el riesgo de contagiar a los que están alrededor, esto mientras no se tenga una vacuna segura y eficaz a corto plazo.
“Una vez que en términos generales la sociedad se siente más tranquila porque ya no hay tantos casos, en ese momento empiezan a relajarse las medidas y antes de que nos demos cuenta ya tenemos el problema de nueva cuenta, vamos a tener este problema inevitablemente y se va a hacer más grande si no obedecemos las medidas sanitarias que se nos han recomendado”, estipuló la investigadora.