Hoy más que nunca la universidad es un actor fundamental en la transformación social, ya que está en sus manos formar profesionistas con gran sentido solidario; es la conclusión de la mesa de diálogo titulada “Desafíos y nuevos paradigmas para la educación en tiempos de pandemia”.
En una mesa de diálogo virtual organizada por la Universidad Pontificia de México, Rectores de distintas instituciones educativas, analizaron el papel que ha jugado la educación, principalmente las universidades durante el proceso de contingencia sanitaria que hoy enfrenta el país.
Durante su intervención, Emilio Baños Ardavín, Rector de la UPAEP destacó que uno de los propósitos es el coadyuvar en la formación de ciudadanía que le apueste a generar bien común cuyo fruto sea la paz.
“Hoy la pandemia ha puesto de relieve distintas disonancias en la convivencia social, por ello es necesaria una voz profética que proponga un camino diferente y que pueda encabezar una transformación de fondo, por ello es necesario caminar juntos en la que cada generación se vea involucrada”, resaltó.
Para la universidad este es un tiempo de temple y audacia para que abrace su misión y su razón de ser, saber bien qué quiere, tenerlo muy claro, pero también saber a quién estamos convocando y cómo es que están procesando esta situación nuestros estudiantes, nuestros profesores. En la forma en cómo lo afrontemos daremos cuenta de cuál es nuestro estilo formativo, nuestra forma de ser universidad.
Acentuó que la educación es milagro ya que trabaja con lo más noble que hay sobre la tierra, que son las personas. “Pese a todas nuestras limitaciones personales como educadores, instituciones o incluso estructuralmente como país, resulta que siempre florece y es una constante ese milagro de despertar nuevos proyectos de vida, nueva esperanza, por que efectivamente la educación es un milagro, esto nos debe hacer sentir muy entusiasmados e ilusionados a pesar de los pesares”.
Centró su intervención en cuatro categorías que responden a la misión de las universidades y que abonan a la construcción del bien común.
La primera de ellas es el tiempo es superior al espacio, es aquí donde se debe entender que en los proyectos que se emprendan siempre habrá limitantes y no cabe dudad que la pandemia ha puesto un límite muy claro. La invitación para superar esta crisis es ubicar estos límites como parte de un proceso que va mucho más allá; si se tiene claro el horizonte de a dónde ir, será mucho más llevadera la crisis que estamos, encontrado respuesta al por qué y para qué.
El segundo aspecto es la unidad prevalece sobre el conflicto, aquí enfatizó la importancia de enseñar y habituar a sobrellevar desde la unidad el conflicto. Hoy en día pareciera que la apuesta al conflicto es el camino para una lógica transformadora; la universidad en este sentido debe entender que si no atiende los corazones de quienes conforman su comunidad universitaria, difícilmente se podrá construir una autentica paz social.
En este sentido, recordó el suceso del asesinato de los estudiantes de medicina del pasado mes de febrero en que los jóvenes dieron cátedra de lo que es apostarle a la unidad en medio del conflicto, “los jóvenes se pusieron de acuerdo entre todas las comunidades universitarias de Puebla por una causa común y esto que fue una situación traumática supieron volcarlo en una situación en la que desde la unidad pudieran construir un nuevo proceso de paz”.
El tercero corresponde a la realidad es más importante que la idea, aquí preciso que es peligroso pretender que desde el escritorio se pueden idear realidades o propuestas que no tienen nada que ver con lo que el ciudadano vive día a día, y esto supone un riesgo también para las universidades. Por ello- dijo- hay que elevar la mirada y observar la realidad iluminada por el razonamiento, cuestión que responde a la misión absolutamente universitaria, cómo desde esta perspectiva puede atender los retos que se presentan en la sociedad.
El último punto que consideró crucial para la construcción del bien común es el todo es superior a la parte, explicó que no es conveniente perder de vista lo local, pero hay que saberlo conciliar, atender lo local sin dejar de ver toda la riqueza que nos da ese ampliar la mirada para reconocer un bien mayor que nos beneficie a todos.
Cabe destacar que durante este evento también se contó con la participación de Teresa García Gasca, Rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro, Gustavo Urquiza Beltrán, Rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y Mario Ángel Flores Ramos, Rector de la Universidad Pontificia de México.