Por su incansable labor, por buscar de mil maneras la forma ideal para transmitir el conocimiento y por formar líderes que transformen a la sociedad, ¡feliz Día del Maestro!
Comenta el Dr. Juan Martín López Calva, Decano de Artes y Humanidades que por parte de los profesores, existen tres formas de adaptarse a la globalización y a la sociedad de la información: ser catalizadores del sistema, adaptarse a los cambios u optar por una actitud de contrapunto.
Las dos primeras formas, él las llama responsivas de adaptación a los cambios; el docente carga con la realidad que le toca vivir para sobrellevar las circunstancias y por un lado capacita empleados que contribuyen al engranaje del sistema económico con su fuerza laboral sin cuestionamiento y por otro, se siente agobiado e impotente ante la fuerza del sistema lo que lo lleva a vivir su docencia en una especie de frustración por no formar integralmente a sus estudiantes.
Mientras que la tercera, desde su punto de vista es la forma más responsable, debido a que el docente asume los cambios que plantea el entorno actual, nacional y mundial, de una manera creativa.
“Estos docentes son, los que no solamente se adaptan a la realidad que vivimos, sino que además hacen un trabajo eficiente para adaptar esa realidad, cambiarla, y volverla una realidad más ajustada a lo que el ser humano de este cambio de época requiere”.
Y es que dijo, en las últimas décadas la educación en el mundo ha sufrido cambios estructurales muy profundos que han modificado, no necesariamente para bien, el trabajo de los profesores y la organización de las instituciones formadoras.
“La hiper especialización que se deriva del enfoque hacia el mercado, ha afectado el papel del docente como intelectual y formador para convertirlo en un simple operador de planes de estudio diseñados por expertos desde un escritorio muy lejano a la realidad del aula, y como un administrador del proceso al que tiene que dedicar la mayor parte del tiempo y esfuerzo para llenar complicados formatos de planeación y seguimiento de los cursos”, denunció.
Aunado a ello, manifestó, el sistema educativo nacional presenta enormes rezagos acumulados en términos de calidad y equidad.
“Nuestras escuelas tiene múltiples deficiencias en cuanto al desarrollo de aprendizaje sólido, y significativo, pero estas deficiencias de calidad, no son homogéneas sino que responden a un patrón de desigualdad que caracteriza a nuestra sociedad mexicana. El sistema educativo no contribuye a la movilidad social ni a la disminución de desigualdades económicas, sociales y culturales, sino por el contrario, es un factor que contribuye a agrandar estas brechas”.
“La educación no es parte de la solución sino que sigue siendo parte del problema de nuestra sociedad injusta, desigual, violenta y excluyente”, aseveró.
Testimonio de Lázaro Carlos Cabrer Lezama, e studiante de la Maestría en Educación y Desarrollo Humano de la UPAEP y docente de la Telesecundaria Federal Tlamayitl Quetzalcoatl, ubicada en la localidad de Matlahuacala, perteneciente al municipio de Coyomeapan, Tehuacán, Pue.
Testimonio de Gabriela Noya Trejo, estudiante de la Maestría en Educación y Desarrollo Humano de la UPAEP y Directora de la Telesecundaria de Huautla de Jiménez, Oaxaca.
Apuntó que “los tiempos de contingencia y crisis que se viven a partir de la pandemia por la COVID-19 que está asolando al mundo, plantean desafíos ecológicos, antropológicos, epistemológicos, éticos y sociales que los docentes tenemos que enfrentar”.
Por ello, invitó a la planta docente a diseñar respuestas inéditas y educar para la comprensión de la nueva realidad que nos toca vivir.
“Adaptémonos de manera responsable y creativa para construir un mundo en el que valga la pena vivir. Formemos ciudadanos con una visión de contrapunto, con las herramientas necesarias para adaptarse a este mondo complejo pero formando sus saberes humanos profundos, intelectuales, estéticos, afectivos, éticos, sociales espirituales, que les permita ir más allá del sistema vigente y de la cultura del descarte”, pronunció.
