[Expertos comparten espacio para discernir acerca de las modificaciones que sufrió la Constitución en materia de seguridad social.]
Como parte de las XXVI Jornadas Regionales de Investigación de Salud, se llevó a cabo la Mesa Redonda “Reforma a la ley de salud”, misma que estuvo a cargo de la UDLAP y fue coordinada por el Dr. Marco Antonio Casas Arellano.
Como primer punto el Lic. Javier de la Fuente habló sobre algunas de las problemáticas que se han presentado respecto a la responsabilidad médica, que es dividida en dos: la responsabilidad ética y la responsabilidad jurídica, destacando esta última, la cual es tanto de naturaliza civil como de naturaleza penal. Si bien es cierto que en la actualidad muchos médicos han olvidado la finalidad de la labor que llevan a cabo en el ejercicio profesional, es realmente importante tener en cuenta las responsabilidades que tienen, ya que por muchos de estos descuidos se han afectado las vidas de muchos pacientes.
Por su parte, el Dr. Samuel Rangel habló acerca del manejo de la información, pues destacó que esta es muy importante, ya que ahora con la tecnología estamos expuestos a un sinfín de datos que muchas veces no se saben manejar.
Indicó que la información es un derecho humano, y por tanto contamos con la facultad de recibirla y difundirla, sin embargo, en el ámbito médico existe una excepción: los doctores reciben los datos personales que los pacientes por lo que deberían tener un aviso de privacidad específico.
Asimismo, la Dra. Mariana Loyola tocó puntos importantes sobre los derechos humanos, como el de pertenecer a una familia, tener una nacionalidad, a la vida, entre otros. Estos derechos son un asunto de suma importancia ya que las leyes nos los proporcionan como una garantía inherente, por lo que al tener uno no tenemos por qué perder otro.
Por su parte, el Lic. Joaquín Barroeta, tocó el tema de seguridad social, un tópico que se maneja mucho en el ámbito hospitalario por las incapacidades y/o accidentes laborales.
En este punto, destacó que existen inconsistencias entre la Ley Federal del Trabajo y la Ley del Seguro Social, referentes a estos temas, y es que la primera en los artículos 513 que habla de las enfermedades de trabajo, y 514 que comprende los accidentes de trabajo, mientras que la segunda aunque contempla las disminuciones orgánico funcionales reconoce en el artículo 55, párrafo II, como válidos los conceptos que maneja la Ley Federal del Trabajo en cuanto a incapacidad temporal, parcial, permanente o total, aun cuando la reforma en 1997, de la ley del seguro social supera la definición de la incapacidad permanente total que contempla el art 48 de la ley laboral, es decir, la ley del seguro social de 1997, supera a la Ley Federal de Trabajo.
El licenciado, se mostró a favor de que desaparezcan las tablas de la Ley Federal del Trabajo, deberían estar en la de seguro social, pues se aplica a los trabajadores, todos los sujetos que tengan una relación de trabajo en términos del artículo 20 de la ley laboral tienen derecho al aseguramiento obligatorio ante el IMSS, que contempla 5 seguros.
En este sentido dijo, si todas las relaciones laborales, tienen derecho a seguro obligatorio, para qué sirve el capítulo de riesgos de trabajo de la Ley Federal del Trabajo. Por el contrario, expresó, es una excepción que en caso de error del abogado, o de conveniencia del abogado aun en contra de los deseos del cliente, permite el pago de una indemnización al trabajador afectado o a su familia que muchas veces es inferior a lo que equivaldría una pensión.
Y es que dijo, una indemnización en términos de la Ley Federal del Trabajo es un pago único; una pensión, en términos del seguro social, son pagos periódicos que se incrementan cada anualidad en febrero y además, conllevan la seguridad social y otro tipo de prestaciones.
Otro punto que tocó es que en aras de proteger a las empresas los salarios vencidos se redujo a 12 meses el pago de quienes están en juicios laborales, es decir, si el juicio dura años, el resto ya es gratis. Lo que provocará que con tal de evitar este proceso, que por lo general no se soluciona rápido, aceptemos, como trabajadores que el dueño nos dé lo que quiera darnos.
