[Escuela de Filosofía y el Centro de Estudios de Ciencia y Religión presentan revista digital.]
Hoy en día el diálogo entre ciencia y religión se ha convertido en una disciplina de estudio por varias universidades; la literatura sobre este tema es accesible gracias al internet a diferencia de lo que acontecía en la década de los 90, indicó el Profesor. Juan José Blázquez, Miembro del Consejo de Dirección de la revista Quaerentibus, Profesor y Director del Centro de Estudios de Ciencia y Religión de la UPAEP, durante la presentación de la revista Quaerentibus.
Destacó que esta revista es editada por la UPAEP en conjunto con la Fundación Diálogo, Ciencia y Religión de la Plata Argentina.
“El nombre en latín tiene la intensión de significar que está dirigida a toda persona interesada en estas cosas; es para los que buscan, literalmente, es lo que significa en latín, para los que buscan comprender en común, en un espíritu de diálogo y comprensión crítica de profundo respeto”.
El Profesor Blázquez añadió que la presentación de esta revista digital responde a un proyecto que lanzó la Universidad de Oxford para promover el diálogo en América Latina.
“Me gustaría destacar que está dirigida al mundo de habla latina, porque si bien hay una explosión muy grande de literaturas sobre ciencia y religión lo que más existe en el mundo está en inglés, además dirigido a un mundo culturalmente anglosajón. Hemos visto la necesidad no sólo de hablar otra lengua sino de incorporarla a nuestros problemas culturales más próximos por eso en la revista encontrarán que no sólo hay artículos en español sino también en portugués, francés, catalán y alguno que otro en rumano”.
Agregó que se busca que Quaerentibus sea un medio de alta divulgación, ya que, se tiene la intensión de que sean artículos académicos pero que puedan estar al alcance de un público relativamente educado para fomentar este tipo de diálogo en la sociedad que tanta falta nos hace.
Por su parte el Dr. Héctor Fernández Velázquez, Investigador en Filosofía de la Ciencia de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UPAEP celebró la consolidación de este proyecto, en el cual se tiene ya tiempo trabajando.
“Esto que estamos celebrando ahora es la presentación oficial de un proyecto que tiene muchos años de muy buen nivel y de gran aportación y que ahora ha tenido una especie de empuje con la iniciativa secundada por la Universidad de Oxford”.
Señaló que el nombre latino tiene una peculiaridad muy interesante, ya que, en el latín el sentido de las frases las da el contexto y eso ha permitido una afortunada doble significación del nombre de la revista porque puede significar para los que preguntan, pero también es la misma terminación si significara a los que preguntan.
Referente a un mayor presencia de literatura en inglés sobre el diálogo ciencia y religión, refirió que no es casualidad que la literatura más importante de estos temas esté en este idioma.
“La preocupación de estos temas tiene un cierto sesgo que no parecía del todo relevante para el mundo latino, la preocupación del diálogo entre las disciplinas en particular de la ciencia y la religión, la ciencia y la fe, la ciencia y la teología en el mundo anglosajón ha tenido una ruta muy diferente de la que ha tenido en las culturas latinoamericanas”.
Explicó que el conflicto en buena medida en nuestra cultura latinoamericana fue filosófico más que de choque entre dos lecturas de la realidad que no supieran poner el puente, como lo fue en el mundo anglosajón.
“Yo creo que en eso hay que destacar que esta revista no es una propuesta que intente ser una emulación de lo que hay en inglés pero en castellano, sino que es una propuesta que por el tipo de cultura y de problemática que se descubre desde la tradición anglosajona es diferente, se van a encontrar aquí temáticas sobretodo de corte filosófico, es decir de ejercicio impactante de la razón que busca la comprensión global de la realidad y en ese sentido creo que es la aparición de un instrumento de reflexión e investigación que hay que celebrar”.
El Dr. Fernández Velázquez añadió que la ciencia puede ayudar a la fe a temperar con sus investigaciones en extirpar las supersticiones y la fe puede ayudar a la ciencia a escapar de los falsos absolutos de tal manera que hay una alimentación mutua.
Durante su intervención el Mtro. Eugenio Urrutia indicó que la presentación de esta revista se acompañará con una que se hará en Argentina y en Roma.
Mencionó que se vio la necesidad imperante de tener algo en nuestro idioma, que no solamente es el tema de idiomas sino toda la carga cultural que una lengua pueda tener.
“Nos dimos cuenta del gran sesgo en el pensamiento anglosajón, y es un sesgo profundo, ya que se tienen perspectivas diferentes; el mundo latino nos ha heredado una dimensión y una perspectiva muy diferente de la realidad que no es totalmente compartida por el mundo anglosajón”.
Explicó que desde la ciencia, muchas veces se dan por hecho algunas cosas, pareciera natural que la realidad pueda ser asequible, por lo tanto el aproximar a los que hacen ciencia a estos temas no es tan sencillo, puesto que a veces es un sutil rechazo aunque no siempre es así.
“Tal vez no sabemos como aproximarnos adecuadamente a esto, en el último evento que tuvimos sobre el diálogo entre ciencia y religión en la UPAEP, me fue grato ver como científicos muy renombrados salían contentísimos en el sentido de descubrir cosas que a lo mejor se han planteado pero a lo mejor no habían encontrado manera de reflexionar adecuadamente y creo que esta revista lo favorece”.
Puntualizó en que la ciencia tienen la capacidad de evolucionar de tal manera que puede apoyar en matizar los absolutismos que a veces se presentan, “ el conocimiento profundo de la ciencia también aclara que no hay una última palabra”.
El Dr. Martín Cisneros Carbonero, Director Académico de Humanidades Filosofía y Teología de la Universidad Intercontinental en la Ciudad de México, refirió que no se puede hablar de religión sino que este termino tiene que estar en plural, puesto se deben tomar en cuanta las diferentes realidades.
Destacó que el reto que se tiene como diálogo entre ciencia y religiones, debe de estar completamente abierto a los distintos contextos que tienen las distintas religiones para poder dialogar más fácilmente.
De igual forma agregó que otro de los obstáculos que se presentan es el desconocimiento que tenemos de nuestras cosmovisiones, de nuestros pueblos.
“Si desconocemos nuestra propia cosmovisión, cómo vamos a entrar en diálogo con una diferente a la nuestra”.
Mencionó que es importante que no solamente se entre en el mundo académico en diálogo sino tratar de entrar en diálogo con la gente y nuestras cosmovisiones.
“El núcleo central de una cultura es la cosmovisión, si nosotros no llegamos al núcleo central de la cultura, no se estará llegando a lo esencial, y solamente terminaremos describiendo lo que vemos de otras culturas, quedándonos sólo con lo superficial”.
El Mtro. Amedeo Orlandini, Director de las escuelas de Filosofía y Psicología de la Universidad Católica Lumen Gentium en la Ciudad de México indicó que la crisis que nos aflige no es solamente una económico-política sino que es sobre todo una antropológica.
“Hemos perdido el valor de la persona y con ello el valor de la vida, ¿podemos hablar de la ciencia y teología sin tener en cuenta lo que estamos viviendo?, solo el asombro conoce, con esto quiero subrayar el hecho de que hay algo que viene, algo antes de la ciencia y también de la ciencia teológica, el asombro que despierta en mi la realidad”.
Añadió que si el asombro no despierta en mi la realidad, entonces el problema es mi relación con la misma y esto es algo crucial en nuestro tiempo, puesto que no se ha tenido en cuenta la actitud ante la realidad.
Señaló que el ser humano está estructuralmente hecho para el asombro, la cuestión es qué hemos hecho para que nuestros estudiantes, nuestros jóvenes ya hayan casi perdido este asombro.
El Mtro. Amedeo Orlandini destacó que el asombro es el motor del conocimiento y el reto es cómo despertar esto en una época que no es que los sabios ignoren las respuestas, sino más bien ignoran el enigma.