Lavar, cocinar, limpiar, educar, ser psicólogas, mediadoras de paz y además de todo economistas para hacer rendir el dinero en el hogar, son solo algunas de las habilidades que las mamás realizan diariamente.
Despertarse, bañarse, preparar el desayuno, vestir a los hijos, asegurarse que lleguen a tiempo a clase, trasladarse al trabajo o regresar a casa, recoger a los pequeños después de clase, darles de comer, llevarlos a las clases extracurriculares, retomar las labores en la oficina, volver por retoños para por fin ir a casa…. Pero no a descansar, toca checar que realicen sus tareas, jugar con ellos, meterlos a bañar, darles de cenar y cuando por fin ya van a la cama, leerles un cuento.
Así el Día de las Madres todos los días, pero claro, hoy con la pandemia todas estas actividades se duplicaron y peor aún, todo esto dentro de 4 paredes.
“Antes todo tenía su espacio, quizá tampoco se les daba tiempo de calidad a los hijos porque siempre estamos corriendo entre las labores del hogar, el trabajo, y las actividades de los hijos, pero estando nosotras en la oficina y ellos (los hijos) en la escuela teníamos tiempo para enfocarnos en una cosa a la vez. Hoy con la pandemia es como si hubieras metido todo a la licuadora y abres la tapa mientras está girando”.
El confinamiento obligó a las jefas del hogar a poner en práctica nuevas habilidades: ser profesoras, emprendedoras, expertas en tecnología, doctoras, enfermeras, mamás, esposas, hijas y hermanas sin respiro, lo que se sumó a la ya larga lista de tareas diarias.
“Al mismo tiempo eres maestra porque de algún modo tienes que explicar los tema de las tareas a tus hijos, eres cocinera, lavandera, portera para recibir el súper; además, debes cumplir con el trabajo de la oficina, tomar talleres o cursos. En el trabajo se acabaron los horarios, recibes llamadas, correos o mensajes a las 10 de la noche”, relatan las sobrevivientes.
Ha sido un largo y exhausto año para las mujeres de todos los hogares, como en ningún otro, han tenido que innovar, mostrar su fuerza y dar el 200% para cumplir entre todas sus actividades, con la ardua tarea de ser madres.
Mamá no lo encuentro; mamá, ayúdame que no entiendo; mamá se fue el internet; mamá, ya tengo hambre; mamá, me siento mal; mamá, no quiero eso de comer; mamá, ¿me lees un cuento?; mamá, ¿ves conmigo la tele?, mama ¿jugamos?, son las demandas diarias en casa.
“Dejas de ser mujer y dejas de darte el tiempo que tenías para ti y se los das a los demás, entras en desesperación, te estresas, valoras los 2 escasos minutos que antes tenías para comer en paz e incluso el tiempo en el tráfico que tanto odiabas porque aunque era parte de la rutina, salías por un momento del rol de ser mamá”.
Por toda esta labor y esfuerzo diario así como por ser los pilares de cada hogar durante este año de pandemia, este10 de mayo es aún más importante reconocerlas y festejarlas, agradecer que existen así como todos los sacrificios que hacen por mantenerse fuertes por los demás miembros de la familia y tragarse toda esa desesperación de no poder parar ni un segundo.
UPAEP y toda la comunidad universitaria reconoce el valor de las mamás trabajadoras y les desea un feliz 10 de mayo.
