Herminio Sánchez de la Barquera publica ensayo sobre esta temática en la revista Pasajes de la UNAM especializada en temas educativos.
Tomando como base la frase de Antonio Gaudí, la originalidad es volver al origen el Decano de Ciencias Sociales propone motivar en base a ella una reflexión sobre la universidad en México y su origen, en donde lo realmente importante era la comunidad de alumnos y profesores.
“Debemos volver a pensar qué es una universidad humanista y cómo podemos recuperar esa esencia, actualmente en México muchas instituciones públicas se han convertido en trampolines políticos y muchas privadas se han convertido en tiendas de títulos en donde la investigación se deja de lado y no existe ningún contacto con la sociedad”, expresó el investigador.
Explicó que hay algo muy claro en la herencia medieval de la universidad y es justamente la comunidad entre estudiantes y profesores que se caracterizan por ser celosas de su libertad y autonomía además de que tienen la capacidad de expedir grados académicos.
Hoy -dijo- se ha perdido la conciencia de esto que representa el origen y razón de la universidad.
“Mi preocupación radica en que estamos perdiendo el sentido de lo que es la esencia de la universidad, aquí la razón de ser de este texto; debemos reflexionar sobre ese origen y repensar qué es lo que somos. Lo primordial de nuestra institución es la labor académica, todas las demás tareas administrativas son actividades que coadyuvan a esta función sustantiva”, sostuvo Sánchez de la Barquera.
Agregó que entre todos los que componen la institución (académicos, estudiantes y administrativos) se debe reformar esa conciencia de lo que es la universidad, para retomar el camino del fin último de la Universidad que es la búsqueda de la verdad. Debemos pensarnos como personas humanas.
“Esto es un asunto de tipo cultural, revalorar lo académico, lo administrativo; repensar el papel de este último, pero siempre con la firme idea de que lo principal es la labor académica (la investigación, la docencia, el estudio, el pensamiento, la reflexión, la publicación de resultados científicos, la conexión y aporte a la sociedad)”, puntualizó.
Sostuvo que lo que se debe valorar no es el cómo surge la universidad, sino más bien el para qué no solo desde la perspectiva de la cultura occidental o musulmana, sino también desde la propia.
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