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Una vida dedicada a la búsqueda de la verdad
17 febrero Por: José Antonio Efraín Bravo Méndez
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En esclusiva para UPRESS, Rodrigo Guerra López, egresados de facultad de Filosofía UPAEP y recien nombrado miembro ordinario de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, compartió con este medio parte de su vida profesional, sus impresiones sobre el Papa Francisco y las tareas que desempeñará en esta nueva encomienda.

Rodrigo nació en la ciudad de México en 1966, obtuvo el Doctorado en Filosofía “Summa cum Laude” por la Academia Internacional de Filosofía en el Principado de Liechtenstein, realizó estudios en la Universidad Católica de Eichstätt (Alemania); obtuvo el Posgrado en Humanismo Universitario por la Universidad Iberoamericana (Golfo-Centro); el Diplomado en Gestión Integral de Proyectos por Infinita S.C.; y la Licenciatura en Filosofía por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.

Su formación, como él cuenta, parte desde sus estudios de pre primaria y hasta la preparatoria con los hermanos lasallistas en la ciudad de México, en donde hubo muchas influencias positivas muy importantes como el hermano visitador Juan Castillo Velasco y de la Cueva, amigo y formador, quien le ayudo a descubrir el cristianismo lo que indiscutiblemente cambió su vida; en la universidad durante sus estudios de Filosofía aparecieron las figuras fuertes de la facultad que eran además los fundadores que lo marcaron para siempre, algunos de ellos son Pablo Castellanos, Jorge Navarro, y por supuesto don Manuel Díaz Cid junto con otros profesores de esa época en UPAEP.

En cuanto a su vida profesional y personal contó que el modo en que él se convirtió fue de la misma forma que sucede a muchos conversos quienes se vuelven muy rígidos y apasionados en una serie de temas quese consideran de vida o muerte; cuando llegó a la UPAEP pudo recibir la ayuda para descubrir que a nivel intelectual había una gran solidez y rigor de parte sus maestros sobre todo en el estudio de Santo Tomás de Aquino y que había una crítica muy fuerte al formalismo, “entonces tal vez lo que más me influyó de la formación de la licenciatura es descubrir que hay que amar la verdad, que Santo Tomás es un gran maestro pero que ha habido muchas interpretaciones de este pensamiento que han caído en excesos de rigidez, de reducir todo a blanco y negro, bueno y malo, cuando Santo Tomás resulta que es un pensador muy dinámico que pone de relieve la analogía, es un hombre razonable que puede hacer matices en un infinito tono de grises que te acerca a la realidad”.

Acerca del Papa Francisco, a quien conoce más de cerca por los trabajos que le ha encomendado lo describe, como un hombre libre con un gran sentido del humor que suele no angustiarse, cuando participó en el Sínodo de la Familia por ejemplo, mencionó que percibía que estaban siendo “golpeados” con propuestas en contra, el Santo Padre primero que nada y luego el equipo de expertos, entonces él muy preocupado se acercó a comentarle la situación, y “lo único que hizo fue tomarme del brazo y decirme: Oiga a usted le hace falta mucho rezar, verdad, y ahí me partió absolutamente”; explicó que el Santo Padre más que confiar en equilibrios políticos y en cosas que tanto deslumbran a los laicos confía más en la acción del Espíritu Santo a través de los Sínodos; “es un cristiano extraordinario, libre, es muy inteligente, muy erudito, que no siempre le es reconocido porque suele expresarse de forma muy sencilla, para ejemplo baste decir que escribió una Introducción a la Fenomenología del Espíritu de Hegel, conoce sobre la Metafísica de Santo Tomás, etcétera, se le reconoce su sencillez, y sobre todo su actitud de misericordia constante”.
 
Al referirse a la importancia de la Filosofía, consideró que está participa en todos los demás saberes y si se pierde entonces ellas mismas pierden cientificidad; lo que hace que las demás ciencias lo sean es el rigor, los principios de orden filosófico que están dentro de la propia disciplina particular, que responde a la noción de ciencia, lo que hace a la ciencia serlo es la investigación de las causas, las causas últimas están presenten hasta en las ciencias más técnicas.

Una universidad se desploma si no cuenta con la Filosofía, pierde fundamento, todo saber o disciplina tiene fundamentos metafísicos particulares, antropológicos y éticos, y la Filosofía nutre a las ciencias para hacerlas sólidas, cuando esto se pierde podemos llegar a pensar que por ejemplo el Derecho son sólo un conjunto de leyes, por eso existen facultades que pierden de vista el concepto de justicia y ésta, considerada en sí misma es un principio de análisis filosófico; en la sociedad la Filosofía alimenta la raíz fuerte del pensamiento crítico, la sociedad actual hace muchos cuestionamientos de muchos paradigmas y ese no es el problema en realidad, el verdadero problema es que no se va hasta el fondo de ellos pues para eso se necesita un hábito filosófico bien educado en la mente y en el corazón, sin este hábito la gente se queda en preguntas y respuestas penúltimas, limitadísimas.

Sobre su Nombramiento más reciente, como miembro ordinario de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales explicó que aún no ha tenido la oportunidad de asistir a las sesiones y está por descubrir sus funciones; en el 2006 tuvo un nombramiento en la Pontificia Academia para la Vida y luego desde hace cuatro años el Santo Padre lo había nombrado ya miembro ordinario de la Academia Pontificia para la Vida, y considera que es algo parecido a lo que va pasar en la Academia de las Ciencias Sociales, “generalmente se celebra una asamblea anual con un evento académico muy riguroso en donde se presentan papers tratando de mostrar el estado del arte en distintos temas y problemas y en donde hay discusiones académicas muy interesantes, hay equipos de trabajo especializados”.

En la Academia Pro Vita está en el equipo que se denomina Global Bioethics/Bioética Global, hay también un grupo dedicado a la Inteligencia Artificial, otro dedicado a cuestiones de Medio Ambiente etcétera; la gran diferencia es el tamaño, la Academia Pro Vita son alrededor de 70 miembros y en la actual son 25, en donde se incluye a Joseph Stiglitz, premio de Economía, Pierpaolo Donati, tal vez el sociólogo católico más importante del mundo, Rocco Buttiglione, amigo y mentor suyo, formador en muchísimos temas de espiritualidad, política, teología, filosofía y muchos más.

Dentro de una semana expondrá a todos los miembros de la Academia una conferencia sobre neopopulismo y Fratelli Tutti en donde analizara cómo estos ayudan a afrontar y a tratar de entender cuáles son los problemas de fondo en los neopopulismo de derecha o de izquierda y por qué es necesario replantear los fundamentos de la vida social y democrática de nuestros pueblos, buscará explicar eso a los miembros de la academia, gente realmente experta en temas en materia jurídica política económica con equipos especializados, espera poder contribuir desde el pensamiento latinoamericano es decir, desde su modo de hacer Filosofía, desde lo social, y esa forma de pensar curiosamente coincide con la escuela que ahora representa el Papa Francisco, tomando como referencia a algunos autores como Juan Carlos Scannone, Methol Ferré, Lucio Gera, Rafael Tello pues fueron las lecturas en las que se fue formando a través de los años, reitera su interés por contribuir aún con cierto temor porque evidentemente hay gente extremadamente competente de todas partes del mundo participando en este colegio.

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