Contribuir a la formación de lazos comunitarios, es también una misión de los profesionales de las artes escénicas.
Como parte de las actividades generadas por Bellas Artes UPAEP para impulsar el arte y la cultura, se llevó a cabo el conversatorio “Artes Escénicas en y para la Comunidad” impartido por Ixchel Castro Flores, tallerista de Teatro y Artes Escénicas en la institución, cuyo objetivo fue plantear la importancia de integrar el arte en la vida de la gente como una herramienta de desarrollo personal y comunitario.
“A mí me parece importante que podamos empezar una disociación de ese término, porque el hecho de trabajar con la comunidad o en comunidad, no significa que sea el pueblo que está lejos a muchas horas, sin luz, ni agua, sino que todo forma comunidad, la universidad, la familia, el teatro que todo el tiempo forma parte de grupos comunitarios”, indicó.
En este sentido, abordó el tema a partir de 3 ejes: identidad, memoria y alteridad para responder a cuestionamientos como ¿qué entendemos por comunidad?, ¿de qué manera las artes escénicas se relacionan con entornos sociales específicos?, ¿es el teatro una forma de incidencia y transformación social?
“Identidad, entendida como el conjunto de rasgos característicos que nos dan sentido de pertenencia, memoria como proceso de construcción y de reconstrucción de la realidad y alteridad que tiene que ver con la capacidad de reflejarse en el otro”, explicó.
Por otro lado y para dar respuesta a la primera pregunta destacó que el termino comunidad, debe ser entendida como “común unidad”, es decir, como un grupo de personas que tienen un objetivo en común, es decir, no entenderlo como un ente alejado.
Y es que dijo, las artes pueden ayudar al proceso de deconstrucción de ideas impuestas a partir del imaginario social o de la colectividad, sin imposición.
“Las artes escénicas en relación a la comunidad es un modo de pensar el mundo y de hacer arte, de intentar incluir, de intentar integrar a otros y de posibilitar, mediante una serie de herramientas, las artes escénicas: teatro, danza, circo, dar esas herramientas a otros para apoyar este desarrollo humano a través de las artes”, indicó.
Agregó que hoy el tema comunitario está muy de moda, y se desarrollan proyectos que permiten ese contacto con la sociedad para la resolución de problemas, pero no es suficiente si no se sabe cuál es el lugar o el compromiso social con el arte y con las comunidades.
Por lo anterior dijo, la formación de los artistas debe ser un constante acercamiento de la sociedad, hacerlos conscientes de la carga política y pedagógica que tiene el teatro o la práctica de cualquier otro tipo de arte escénico.
“Nosotros generamos comunidad todo el tiempo, si lo dimensionamos de esa forma, podemos crear proyectos que tengan influencia directa con el entorno cercano”, aseguró.
Añadió que si bien las artes escénicas no son una actividad esencial como comer, tener agua o luz, a nivel existencial son necesarias para reconstruir tejidos internos que ayuden a sobrellevar esa realidad emocional, psicológica, mental e incluso espiritual.
“Creo que el teatro sí contribuye a la transformación social, sí son capaces de generar otro sentido de existencia a partir de establecer otro tipo de relaciones y entender que todos somos creadores en potencia, no hay elegidos”, finalizó.