Cuidar al niño interior es de vital importancia para la mejora emocional y para mantener una sana autoestima.
La pareja son dos corazones que se unen en un proyecto que se llama amor, pero cuando existieron limitaciones en la vida pasada, seguramente habrá complicaciones dentro de la relación, asentó Dulce María Pérez Torres, profesora de la Facultad de Psicología de la UPAEP durante el webinar titulado “Sanando tu vida en pareja”.
Esta charla tuvo como finalidad ofrecer a los colaboradores una serie de estrategias que pueden aplicar en su vida para subsanar los problemas que se pueden dar dentro de la convivencia en pareja y los cuales pueden tener su origen en la manera en que se concibe al niño interior de cada uno.
“Cuidar al niño interior es de vital importancia para la mejora emocional y para mantener una sana autoestima, este puede ser punto nodal de todos nuestros tropiezos y relaciones inadecuadas o tóxicas en la vida social”, puntualizó la psicóloga.
La realidad es que la pareja transita por espacios de crisis, y esta profundidad puede llegar a un abismo sin salida o a un océano, pero es necesario ir superando cada uno de los obstáculos que se presentan. Añadió que todos tienen la capacidad de sanar su relación de pareja aun cuando el vínculo se ha herido, solo hay que aprender a preguntar y llegar al otro; para ello es necesario primero conocerse uno mismo.
Bajo este contexto mencionó que muchos niños enfermos llegan a ser adultos tristes y con frecuencia violentan las relaciones interpersonales. Si yo tengo un niño herido, este irá tropiezo tras tropiezo y va a ser muy difícil salir adelante.
“Al niño interior hay que mirarlo sanando las heridas, debes entenderte mejor en tus conflictos para liberarte y así librar esas emociones reprimidas”, puntualizó.
Tomando en cuenta lo anterior, mencionó que no podemos amarnos y aceptarnos los unos a los otros mientras no amemos y aceptemos a ese niño interior que se siente perdido. Somos historia, pero tenemos herramientas para salir adelante, por ello la autoestima es fundamental.
“No te precipites, ten calma, trabaja en ti mismo antes de caer en la desesperación tras una ruptura, siéntate, sánate, permítete tiempo, ámate lo bastante como para seguir respirando, como para no necesitar a quien ya no está ni desea estar junto a ti”, reiteró la profesora al abundar sobre cómo podemos llevar esta sanación del niño interior a la vida en pareja.
Explicó que los vicios más frecuentes dentro de los conflictos de pareja son que un miembro de la se convierte en uno de los progenitores; exagerar los hechos, hacer berrinches o pataletas; tener al otro como pedestal lo cual impide ver quiénes somos; centrarse en el dolor; estancarse en relaciones tóxicas y dañinas sin saber cómo actuar, porque nuestro niño interior está muy asustado; así como el efecto de abandono o angustia cayendo en un estado de infelicidad.
En cuanto a las estrategias para sanar la relación de pareja explicó la palabra secreta es “valorar”; valorar las inteligencia curativa, la intimidad, la aceptación, el afecto, respeto, reconocimiento, el perdón sincero así como utilizar la inteligencia emocional para sanar las heridas (ver las propias de un modo más compasivo, minucioso y enfocado ante todo a una solución a una sanación).
Finalmente, invitó a los asistentes a tener una vida duradera, sana y de pareja, ser agradecido, controlar el ego, dedicar tiempo a la relación, no darse por vencido a la primera de cambio y evitar estar en continua pelea con el otro.