Se debe aprovechar la coyuntura que esta pandemia está generando para dar pie a cambios sustanciales que ayuden a formar una mejor sociedad.
Lourdes Rosas López titular de NYU-UPAEP Latinum Consortium Researcher puntualizó que el COVID-19 ha puesto en jaque no solo a los sistemas de salud de todo el mundo, sino también a los gobiernos.
“Los esquemas de aseguramiento financiero para la salud y el empleo entran en crisis y estos son gran responsabilidad de la política, de los políticos y de las políticas públicas, mientras algunos países actuaron con cierta responsabilidad, otras naciones como Estados Unidos ha visto la pandemia como su más grande crisis “explicó.
La también investigadora de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno, abundó que los grupos de riesgo han mostrado la desigualdad en la pobreza y es que el estrato socioeconómico está muy relacionado para contraer coronavirus o para morir por esta enfermedad. “Es decir, el COVID-19 generó una crisis y nos enseñó la parte más triste de la pobreza y miseria de la humanidad”.
Aseveró que la saturación del sistema de salud mundial, la vacuna y la cura son factores que se van a sumar a todos los elementos geopolíticos que van a definir el poder en el mundo ahora que la salud está en el centro de las estrategias de riesgo nacionales y mundiales.
“El COVID nos ha demostrado que no somos dioses, ni causamos todos los riesgos, ni podemos restituir todos los daños, nos dio la lección de que somos humanidad, es decir, nos reconocemos iguales ante el riesgo, tanto es así que estamos confinados y debemos tejer una red de protección diferente para dar frente a esta crisis” reiteró.
Por su parte Juan Pablo Aranda Vargas, profesor investigador de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno de la UPAEP, mencionó que hoy la sociedad vive con miedo, ya sea al terrorismo o a un agente patógeno como el SARS-CoV-2 generando dinámicas de miedo.
Cuando metes miedo a la democracia este la destruye porque todo se reduce a la supervivencia y hoy en día estamos viviendo para sobrevivir. “Actualmente es importante reconocer que es el momento de sobrevivir, no es momento de salir y celebrar hay que obedecer lo que dice la ciencia”.
“El hecho de empezar a vulnerar la capacidad de los ciudadanos de reunirse para discutir temas, para hablar, al final de cuentas es una de las cosas que destruye nuestra capacidad de hacer política; la democracia cada vez más se describe como un engranaje de instituciones y eso no es la democracia, esta se vive como un estado social. Si ésta no se hace en conjunto, de la mano del otro la democracia se vuelve populista o autoritaria”, puntualizó el investigador.
Observó que en política no hay lagunas, en el momento en que alguien deja el poder alguien más lo toma, por ello no hay que caer ante el miedo, al momento de ceder ante él, la comunidad y la sociedad se empieza romper.
Una de las grandes apuestas de la UPAEP es justamente el revitalizar las comunidades no solo con teoría sino saliendo a las calles, dando conferencias, haciendo debates, dialogando con las personas, porque al final de cuenta cuando se hace esto, es cuando se da un paso a la democratización del país.
“Entre más miedo social, menos democracia. Si seguimos por esa brecha no habrá democracia en el futuro”, aseveró.