[El pintor poblano era dueño de la Casa del Alfeñique y de La Casa de Pizarro.]
Por Fernando Ramírez
“El arte clásico es algo que sin duda llama la atención, así son las obras del artista Francisco Morales, hombre que creció rodeado de arte. Alguien que desde muy niño comenzó a ir a la Academia de Bellas artes en Puebla. Donde al crecer también se convertiría en maestro y Director, dejando un legado en dicha institución”, destacó en su ponencia la Mtra. Guadalupe Prieto, Investigadora de la BUAP quien fue invitada por el Museo UPAEP para hablar sobre la vida y obra del artista poblano.
La catedrática, se dirige a él como uno de los mejores pintores de México y es que dijo, llegó a hacer 200 miniaturas, dichas imágenes eran rigurosas y muy bien trabajadas, con detalles en gesticulaciones, rasgos faciales y corporales, “sus obras son perfectas, lo mismo que sus bocetos razón por la cual eran dignos de exposiciones”, reconoció.
Agregó que las obras de “La virgen” y “Judit” fueron sus exposiciones más aceptadas por la crítica, lanzaban elogios a su control del pincel y a su modo de entender las obras de arte, “incluso en algunas ocasiones la critica sólo se detenía en las obras de Francisco Morales”, aseguró maestra Guadalupe.
Aunque hay falta de pruebas, la investigadora reveló que las pinturas que están en la iglesia de la Inmaculada Concepción son obras completamente de Francisco Morales.
No obstante de su fama, aclaró que el éxito que logró este pintor poblano, no fue tan repentino sino que se dio a conocer dando clases altruistas en parques por lo que la gente lo consideraba un hombre bondadoso y dueño de una parte importante de la ciudad de Puebla en aquel entonces.
“Cerca de 70,000 pesos en herencia les fueron dejados a él y a sus hermanos al fallecer su abuelo entre terrenos e inmuebles como dos de las casas más representativas de Puebla: La Casa del Alfeñique y La casa de Pizarro, hoy Teatro Principal”.
Así mismo, comentó que el artista llegó a tener puestos públicos no solo en la ciudad de Puebla sino también en Atlixco, lugar donde nació, razón por la cual, la callé donde vivió lleva su nombre.
