[La intelectual estadounidense Martha Nussbaum presentó su tesis sobre la justicia y las emociones.]
Por Arturo Martínez Meneses
“Uno de los problemas más grandes que se presentan cuando se utiliza la furia como castigo para acabar con los delitos es la ejecución de nuevos actos violentos, los cuales pueden ser peligrosos para los ciudadanos”, denunció la ganadora del premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2012 en su participación del 1er. Congreso Internacional Cultura, Globalización y Desarrollo Local organizado por la Facultad de Filosofía y Humanidades y el departamento de Posgrados en Ciencias Sociales.
La Dra. Martha Craven Nussbaum, inició su ponencia dando a los presentes un panorama filosófico sobre la legalidad en el antiguo mundo Griego y de cómo éstos encontraron en la represión y la violencia la firma más efectiva para combatir los actos criminales. Esta práctica dijo, ha sido hereda y puesta a prueba por los Estados y sociedades actuales, lo cual ha desatado una ola de violencia y furia por parte de los reprimidos.
La también acreedora de 50 doctorados Honoris Causa explicó que la furia suele ser utilizada como una causa y motivo de rebelión, lo cual se adecua a la definición aristotélica de la furia: “respuesta a un daño significativo que contiene un sentimiento de retribución (venganza).
Del mismo modo, aseveró que cuando dentro de una sociedad se presentan actos de represión y autoritarismo por parte de las autoridades, esto puede llevar a que los reprimidos o “los más débiles” actúen buscando la “justicia revolucionaria” es decir, tomar justicia por propia mano y cometer actos de venganza contra las mismas autoridades.
No obstante, indicó que aunque la furia, la venganza y la violencia están presentes en la vida diaria de las naciones y comunidades, siempre hay casos en los que se busca evitar estas acciones negativas.
Para tal efecto, la Dra. Nussbaum ejemplificó con 3 de los grandes líderes de la historia tal aseveración y recordó a los presentes aquello que Ghandi, Luther King y Mandela, vivieron en sus respectivas épocas. “Fueron víctimas —junto con sus seguidores— de actos violentos y de venganza. Sin embargo, lograron combatir el mal sin efectuar los mismos actos”, manifestó la filósofa.
“En estos 3 casos, los mensajes y actos de paz, amor, fraternidad y compasión, lograron acciones efectivas no violentas que finalmente condujeron a cumplir sus objetivos”, expresó.
Finalmente la doctora Naussbaum exhortó a los gobiernos y autoridades a centrarse en combatir el mal con políticas efectivas que prevengan la delincuencia y evitar las acciones violentas. A invertir en el sector salud, el empleo y la educación con la intención de mejorar a la sociedad. “Que la gente trabaje con uno y no contra uno”, acotó.