Tenemos un sistema educativo de muy baja complejidad, es decir, un sistema educativo demasiado vertical y piramidal, muy centrado en el control y desconfianza, más que sustentarlo en la apertura, creatividad e innovación de sus profesores.
Se necesita de una transformación en todo el sistema educativo de México y representa un reto interesante por toda la variedad regional, cultural y geográfica que existe en el país.
Con la pandemia de salud que se vive actualmente, ha quedado en evidencia las vulnerabilidades que tiene el sistema educativo en nuestro país, además de que en las últimas décadas no ha existido un gobierno que realmente le apueste a la educación como una palanca de desarrollo, señaló Juan Martín López Calva, Decano de Artes y Humanidades de la UPAEP.
Al señalar que desde la época de “José Vasconcelos que es cuando se inicia con un ministerio, con una secretaría dedicada de manera formal a la educación pública del país y quizá en el plan de 11 años de trabajo de Jaime Torres Bodet, después de esto, no ha existido un gobierno que le apueste a la educación como palanca de desarrollo, entendiendo esto de que los discursos tienen que ir acompañados de recursos, de políticas públicas y estrategias muy claras para lograr realmente un sistema educativo que enfrente los retos que tenemos como país”.
Advirtió que desde su punto de vista se tiene un sistema educativo de muy baja complejidad, es decir, un sistema educativo demasiado vertical y piramidal, muy centrado en el control y desconfianza, más que sustentado en la apertura, creatividad e innovación de los profesores; tenemos un sistema muy centrado en una pretendida homogeneización, en la formación y la implementación del mismo plan de estudio para todos los niños y jóvenes del todo el país, que tiene regiones culturales muy distintas y que no se ha hecho una adaptación suficiente a estos contextos, a pesar de que existen otros programas como el de educación indígena y que en la actualidad se habla de interculturalidad, entre otros temas, no se ha podido aterrizar de manera concreta.
López Calva, sentenció que con la llegada de la pandemia del Covid-19, lo que hizo no fue crear nuevos retos o problemas para el sistema educativo, sino lo que hizo visible fue la amplificación de los problemas que ya teníamos en este sistema desde tiempo atrás.
Indicó que en el ámbito mundial hay desafíos de tipo ecológico, de la relación del ser humano con la naturaleza; de tipo antropológico de qué entendemos hoy por ser humano en este sistema globalizado y centrado en la economía y el consumo; retos de tipo epistemológico, en donde se habla de fake news, de posverdad, etc.; se habla de un desafío enorme, al tener sociedades excluyentes, sociedades violentas, que discriminan y el principal reto social que tenemos, es el relacionado con la gestión de los sistemas educativos y el tecnológico, que se ha hecho evidente con la pandemia.
Explicó que en estos momentos, se calcula que un 20% de los estudiantes, tienen acceso a una conectividad estable en internet, a un dispositivo, a un lugar en el que puedan trabajar en línea y la gran mayoría ha visto mermado su aprendizaje porque no ha tenido acceso a estas herramientas.
Expresó que dos grandes temas que se agudizaron con la pandemia sanitaria fueron el tema de la calidad y la equidad o justicia educativa, porque por más esfuerzos que se hayan hecho se ha perdido el acceso de los docentes para con sus estudiantes, aun cuando hay instituciones que han hecho esfuerzos extraordinarios en tecnología con diferentes plataformas para llevar adelante el proceso educativo.
Comentó que las autoridades no deben perder de vista el cómo van a regresar los alumnos a las clases presenciales, en qué estado socioemocional llegarán los estudiantes y de cómo se preparará a los docentes para poder contener este estado socioemocional con que van a regresar los alumnos, después de haber vivido tanto tiempo encerrados en casa y muchos de ellos con problemas de violencia intrafamiliar; así como el de que no se está cuidando al mismo docente en su desgaste, en este regreso a las clases en términos de su propia vivencia socioemocional y de cómo están los docentes viviendo esta situación.
En su intervención, José Julio Allende Hernández, catedrático de la Maestría en Liderazgo y Gestión Educativa de la UPAEP, refirió que a partir de la pandemia han existido toda una serie de cambios y procesos de transformación que a la mejor no se dan en la magnitud que se esperaría, pero sin duda, están moviendo al sistema educativo como tal.
Enfatizó que dentro del proceso pandémico que se está viviendo, muchos maestros continúan actualizándose y preparándose en el campo de la docencia, desde profesores de los niveles iniciales hasta educación superior, que han tomado la decisión de seguir superándose con una maestría como es en nuestro caso, la maestría en Liderazgo y Gestión Educativa de la UPAEP, y que han compartido cómo se ha ido modificando el sistema en su práctica docente y de cómo se va respondiendo a esos retos.
Allende Hernández refirió que con este confinamiento, los estudiantes han modificado sus formas de aprender a través de las modalidades virtuales, a distancia, algunas híbridas o en el formato presencial, porque se conoce de las acciones de grupos pequeños de estudiantes que acuden a las instituciones al menos a recibir consignas de trabajo con las guías de trabajo que los maestros les preparan.
Asimismo, expresó que los padres de familia han tomado un rol muy trascendente en la tarea educativa, dado que ellos se han convertido en los tutores, en los “coaches”, acompañantes y preceptores que han ido acompañando la tarea de los docentes, sin olvidar que los padres de familia tienen que trabajar para llevar el sustento a sus hogares.
En cuanto a los docentes, señaló que éstos han modificado de manera significativa su forma de enseñar, al pasar de esa tradicionalidad de enseñar de manera presencial a una modalidad que los despertó, inquietó e incluso atemorizó, como fue el modelo virtual o a distancia.
Indicó que los programas propuestos por las autoridades educativas aun cuando no son los más completos para dar respuesta a todas las necesidades que se están presentando, como es la calidad, accesibilidad o equidad en los estudiantes, al menos son intentos que permiten no abandonar a los alumnos, como es el caso del programa “Nadie afuera, nadie atrás”, en el estado de Puebla, ya que parece ser una estrategia interesante que permite garantizar el acceso a la educación de los niños, adolescentes y jóvenes de nuestro estado.
José Julio Allende apuntó que aun cuando la conectividad a internet es un limitativo en término de los estudiantes, por la geografía propia que tiene el país y de manera particular el estado de Puebla, se debe buscar otro tipo de recursos para llevar a cabo el proceso educativo de niños y jóvenes, además de que los materiales impresos seguirán siendo un baluarte importante en términos de apoyo a la tarea educativa y a la práctica de los docentes.
Agregó que en el caso de los libros de texto, es importante darles la justa dimensión, como es el caso de México, de ser uno de los pocos países que los otorga de manera gratuita, aun con todos los tropiezos en su redacción, en su tipografía y conformación, y que a veces es el único material didáctico al que se tiene acceso los alumnos, como es el caso de las comunidades en desventaja, en donde no hay incluso energía eléctrica.
Por su parte, Fernando Durán Marques, Director del Bachillerato Santiago y catedrático de la Maestría en Liderazgo y Gestión Educativa de la UPAEP, señaló que la pandemia ha evidenciado distintos problemas en el sistema educativo, como es la propia disparidad que existe en el país entre el sistema público y el sistema privado, en el ámbito rural y en el ámbito urbano, que ha ido mermando de manera segmentada al sector educativo.
Agregó que en ese sentido, debemos ser capaces de identificar aquellos sectores dentro del entorno educativo que han sido capaces de mutar, de adaptarse e innovar al respecto, en donde los docentes han sido los que han tomado esta iniciativa por la falta de un liderazgo efectivo que esté empujando a las instituciones educativas en este momento, el docente ha sido el que ha tomado la bandera y las herramientas y busca la manera de seguir enseñando de una manera diferente e innovadora.
Fernando Durán acotó que en los procesos tradicionales de trabajar dentro del sistema educativo, sigue “reinando” un enfoque en donde la enseñanza es una instrucción técnica para transmitir conocimientos, aprendizajes concretos y no se ha fomentado el desarrollo de habilidades, el desarrollo de investigación o autogestión, o un enfoque de desarrollo de habilidades sociales, la pandemia nos hubiera encontrado en un mejor escenario, en donde cuando el docente no es capaz de encontrarse cara a cara con el estudiante, no por eso el proceso educativo se corta hasta que se encuentran nuevas vías, porque el estudiante verdaderamente está presente en el centro de este proceso.
Advirtió que los problemas adyacentes al entorno educativo como es el sexting, el impacto que tiene los problemas en casa, los problemas familiares en el desarrollo de aprendizaje del estudiante, los problemas de bullying y todos los problemas que existen, no se han limitado al ámbito presencial tradicional, sino que han acompañado a todas estas nuevas versiones que se han vivido en el entorno educativo y que son problemas que se deben atender de raíz, porque en cualquier entorno educativo, seguirán presentes.
Por último, dijo que es importante motivar la gestión del talento humano dentro del ámbito educativo, acompañar al docente a lo largo de su vida laboral dentro del sistema educativo; que no se puede hablar de modelos educativos absolutos o perenes, sino más bien de un enfoque flexible de la educación para adaptarse y atender a las necesidades de las realidades que se viven; y lo importante que es atender, analizar y medir el impacto holístico que tiene la educación en el desarrollo y vida de los estudiantes.
