Hasta el momento, no hay un documento científico que avale el uso del dióxido de cloro para protegerse contra la COVID-19; por lo que es importante que las personas eviten su uso.
Cuando se habla de prevención, se habla de acciones siempre anticipadas e incluso remediales que permitan que un problema se complique, y hoy ante la pandemia del COVID-19 y sus diferentes variantes, hay muchas personas que no se han enfermando y es necesario protegerlas para evitar un mayor número de contagios.
Es necesario que todos los ciudadanos continúen con las medidas preventivas de salud sanitaria para evitar un mayor número de contagios del COVID-19, porque la mejor medida de protección en este momento es la higiene personal y el lavado de manos frecuente con agua y jabón, como una norma de vida, afirmó Víctor Manuel Caballero Solano, director de la Facultad de Medicina de la UPAEP.
Agregó que es importante que las personas generen una nueva cultura en salud que permita que siempre se tenga la higiene personal y el lavado de manos como una norma de vida, sin olvidar que otra protección fundamental sigue siendo el cubrebocas que protege a la persona y protege a los demás, de la dispersión de gotitas de saliva al hablar, toser o estornudar.
Con respecto al uso del dióxido de cloro que están haciendo algunas personas, Caballero Solano subrayó que no hay un documento científico hasta el momento que avale su uso. Por lo que recomendó a las personas evitar utilizarlo para supuestamente protegerse contra la COVID-19.
Caballero expresó que la aplicación de la vacuna en México ocupará un largo plazo, y aun cuando gran parte de la población esté vacunada, será necesario que las personas continúen con estas medidas preventivas, pero principalmente, seguir utilizando el cubrebocas, para evitar más contagios.
Indicó que una realidad paralela a la pandemia del coronavirus que están viviendo las personas es la que los epidemiólogos y salubristas han denominado como “fatiga pandémica, en donde la actitud de bajar los brazos, de decir, ya no puedo más, no me importa y entonces ya no tomo en cuenta la enfermedad. Ya me cansé de todas estas restricciones, esta actitud nos puede llevar a grandes problemas”, como son los contagios masivos de las personas, familiares y amigos.
Víctor Manuel Caballero externó que se ha observado en algunos meses que la fatiga pandémica ha hecho que muchas personas no hagan caso o no quieran atender las recomendaciones de la autoridad o incluso, la desafían, no solo en México, sino en otros países, promoviendo que esta situación es una mentira, que no es una realidad y hoy podemos ver miles de muertes y decenas de personas enfermas por este virus.
Por lo tanto, enfatizó que la higiene personal y el uso del cubrebocas debe seguir siendo una de las más importantes herramientas de prevención para hacer frente al COVID-19 y sus diferentes variantes.
De igual forma el académico externó que como resultado de la pandemia del COVID-19, dijo que otro de los problemas que está surgiendo dentro de la sociedad es la violencia intrafamiliar que se está viviendo; la violencia misma que experimenta el ser humano, con la poca paciencia que demuestra en diferentes escenarios; por lo que recomendó que es importante atender a las personas que la están padeciendo.
Asimismo, dijo que otros padecimientos que están sufriendo los miembros de algunas familias son los problemas de ansiedad, depresión y los trastornos de la conducta alimentaria que en estos momentos estás aflorando por la pandemia y el confinamiento de las personas y que, en estos momentos, requieren de la atención de profesionales de la salud.
Por último, manifestó que en Puebla ante el nuevo decreto por parte de las autoridades gubernamentales y que estará vigente del 26 de enero al 8 de febrero del 2021, en donde se abrirán centros comerciales, cines y otros espacios públicos para que se despresurice la tensión en que viven todas las personas por el confinamiento provocado por la COVID-19, es importante la responsabilidad que asuman las personas cuando salgan a la calle, “todos deben utilizar su cubrebocas, guardar la sana distancia, evitar las reuniones abiertas en donde haya cientos de personas sin protección alguna, porque al protegerse uno, se está protegiendo a los demás”, concluyó el académico.