Universidad y sociedad deben capitalizar los aprendizajes del 2020 para lograr sortear los retos que el año que inicia presenta.
La universidad no es ajena al contexto actual que enfrenta la humanidad; tiene un rol muy importante para incidir y marcar un nuevo horizonte en la construcción de una nueva realidad, destacó Emilio Baños Ardavín, Rector de la UPAEP durante su intervención en el espacio informativo de Juan Carlos Valerio, en Imagen Televisión Puebla.
Recalcó que el 2020 dejó una serie de aprendizajes que permitieron a las instituciones educativas vislumbrar nuevas formas de desarrollar los procesos formativos, de tal forma que hoy se están construyendo nuevos modelos educativos basado en la experiencia que la pandemia ha dejado.
“El 2020 va a quedar para la historia de la humanidad y de la universidad como un año con circunstancias muy aleccionadoras”, con ello en mente realizó un recuento de los distintos sucesos que sacudieron a la universidad y las enseñanzas que estos dejaron.
Recordó la puesta en órbita del AzTechSat-1, primer nanosatélite mexicano desarrollado y operado por estudiantes y profesores mexicanos, este proyecto -dijo- permitió conocer la capacidad y alcance del talento mexicano; posterior a ello irrumpe la situación del asesinato del los estudiantes de medicina y el conductor que los llevaba.
“Este lamentable hecho nos deja ver la capacidad de resiliencia de los jóvenes y cómo pudieron encauzar ese duelo a la construcción de un escenario diferente con una agenda y capacidad tremenda para saber identificar cuáles eran los puntos que querían poner sobre la mesa”, señaló.
Otra lección que nos deja el 2020 es la reflexión y concientización sobre el papel de la mujer en la sociedad, de repensar cómo nos relacionamos con ellas y de qué manera como instituciones educativas se deben generar espacios de diálogo y reflexión sobre esta temática.
“Pero esta no eran todas las enseñanzas que tendríamos en este periodo, la llegada de la pandemia nos sacudió, en cuestión de días tuvimos que migrar a la virtualidad y sin lugar a dudas lo más relevante de estos últimos 10 meses es la capacidad de adecuación, de crecimiento y sed de retarse de la comunidad académica y que han superado el periodo de primavera, verano y otoño”, puntualizó.
Sostuvo que el 2021 presenta una serie de retos para el sector educativo y la sociedad misma, es importante cuestionarse cuál debe ser el modelo idóneo para asegurar la mejor experiencia académico formativa en los estudiantes, de manera que hoy por hoy se deben incorporar nuevas tecnologías.
“De cara al futuro, con una nueva realidad debemos proyectar esa experiencia con un buen balance entre la presencialidad y la virtualidad en donde se saque el mejor provecho de la formación”, preponderó.
Esto va ligado al reto de la construcción de una mejor sociedad, en donde los jóvenes universitarios estén totalmente ligados a esta idea, en donde se analice el significado de la vida, de la importancia del duelo y de la solidaridad con el otro, precisó el Rector.
“Esto nos permite preponderar el tipo de relaciones y complicidad que tenemos como humanidad, no debemos caer en el aislamiento y blindaje sobre lo que ocurre en la realidad, esto solo genera un vacío; por el contrario debemos apostar por ir más allá de lo que nos corresponde, darse del todo en pro del otro; debemos hacer una apuesta por la solidaridad y el rescate por los valores de nuestra comunidad para construir un futuro diferente”, concluyó.