La implementación de un nuevo modelo en el sistema educativo mexicano representa un reto que de lograrse de manera óptima podrá generar los cambios que el país necesita en esta materia.
Dentro del espacio de análisis “Entre 3 Mentes” con Pedro Ferriz de Con, Emilio Baños Ardavín, Rector de la UPAEP, realizó un análisis de la situación actual de la educación en el país.
Destacó que hoy para México se abre un horizonte de múltiples oportunidades que le pueden permitir estar a la altura de lo que la educación requiere, pero es importante no desviar el camino, porque de lo contrario se podría ir hacia un retroceso.
Si bien la contingencia sanitaria por COVID-19 ha supuesto un parteaguas para la educación, también ha dado la oportunidad de que la educación superior entre rápidamente a una fase de ecualización en donde se puedan implementar proyectos como clases espejo con cualquier universidad en el mundo y de esta manera potencializar la habilidad de los estudiantes al compartir con pares de otras instituciones educativas.
Sin embargo -dijo- está crisis también ha dejado ver el gran problema de inequidad que se vive en el país y es que en México solo el 40% de los jóvenes en edad universitaria tienen acceso a la educación superior y de estos solo 20% logran terminarla.
“Con la pandemia está estimando que esta última cifra pueda incrementarse, la realidad de nuestro país hoy por hoy presenta un cóctel complicado al cual debemos encontrarle una salida”, puntualizó el académico.
Añadió que hoy la educación corre un gran riesgo, ya que en esta era del conocimiento, lo que va a hacer la diferencia es el hecho de que los universitarios tengan la capacidad de poner esa dosis de criterio al conocimiento a todas las herramientas de las que van a disponer y de cómo las instituciones habilitan a estos estudiantes para saber hacer uso de todo lo que acontece en el mundo de las ideas y el conocimiento.
“Si el modelo educativo sigue anclado al pasado y sigue con una visión de pensamiento único, de metodologías de aprendizaje poco novedosas y flexibles se corre el riesgo de generar un retroceso en este sector. La educación se va a decantar por esas universidades que le apuesten por la formación del criterio de sus estudiantes y para lograr eso lo que se requiere es un esquema que se abra al debate de las ideas, que sea una educación realista y pertinente”, describió.
Ante este panorama que se presenta para los cerca de 4.7 millones de estudiantes que representan el universo de la matrícula de la educación superior en México, es fundamental la formación académica y desarrollo de habilidades con las que puedan responder a los retos del mañana, de ahí la importancia de la calidad en la educación.
Y para poder llegar a esta, explicó, no se puede dejar de lado la capacitación del magisterio. “Hay que apostar al compromiso de los profesores, hacerles llegar los recursos necesarios y otorgarles una capacitación constante”.
En este mismo tenor indicó que se debe arriesgar por la formación de técnicos especializados, fomentar el emprendimiento como una forma de auto empleo y al desarrollo de proyectos y esquemas de trabajo nuevos que respondan a los desafíos que hoy se tienen.
Innovación, conocimiento y compromiso con las distintas comunidades, son los factores a los que se debe apostar para realmente generar el cambio que la educación necesita, puntualizó el Rector.
“Todo esto, no debe alejarnos de la función real de la universidad, de ser ese punto de encuentro entre profesores y estudiantes en donde se ponen en constataste las ideas. Las instituciones que tengan esto en mente, serán aquellas que estén preparadas para los nuevos retos”, reiteró Baños Ardavín.
Referente a la inversión en la educación, el Rector mencionó que ha sido el batallar de muchos años y que desafortunadamente no existe el esquema ni los incentivos fiscales para realizar aportaciones a la investigación. La miscelánea fiscal actual que se tiene, limita en muchos aspectos el que las instituciones educativas puedan obtener recursos para generar conocimiento.
Hoy el tema educativo en México se debe tomar con seriedad, libertad, creatividad y orientado hacia el futuro, “debemos aportar lo que nos toca para mejorar la educación de nuestro país que será la palanca del desarrollo, resolución y atención de nuestros problemas presentes y las posibilidades de acometer un futuro de forma distinta con una verdadera transformación de fondo que requiere nuestro país”.
