El COVID-19 vino a evidenciar la vulnerabilidad de la sociedad.
El COVID-19, ha evidenciado que en la gestión de los sistemas educativos se requiere de un nuevo pacto entre la escuela, familia y sociedad.
Antes de la pandemia, se hablaba ya de una separación de los padres de familia con la escuela, de una competencia y de una acusación mutua entre ambas partes, afirmó Juan Martín López Calva.
Dijo que esta crisis de salud, “nos está señalando que necesitamos renovar ese pacto y que los padres de familia deben estar en comunicación y colaboración con los maestros y viceversa, para lograr realmente una formación integral en los niños y jóvenes”.
López Calva, decano de Artes y Humanidades de la UPAEP, apuntó que otra evidencia del COVID-19 es que ha marcado de manera significativa la gran brecha que existe entre los sectores sociales, “entre los que tienen más y los que tienen menos en lo social y en lo económico; podemos ver que los más pobres tienen acceso a una educación de menor calidad y los que tienen un poco más de recursos o están en las grandes ciudades, tienen acceso a una educación mejor”.
Por lo tanto, externó que para enfrentar esa brecha educativa, es importante que todo el sistema educativo se vuelque hacia el acompañamiento y apoyo a los profesores, pero sobre todo, devolverles la confianza a los maestros y darles las herramientas necesarias para que ellos de manera colaborativa, vayan viendo cómo enfrentarán esos retos y desafíos, ante el confinamiento.
Asimismo, indicó que la pandemia del COVID-19 ha puesto de manifiesto que hay una crisis ética. Que hay la necesidad de construir una ética en la que haya ciertos valores comunes en todas las culturas y en todos los países, sobre los cuales se pueda edificar los diferentes proyectos de felicidad de cada individuo.
Refirió que se necesita repensar el sistema educativo en México, comenzando por la gestión operativa en el país, además de que “los profesores están desbordados y manifiestan mucho descontento con esta parte de la sobrecarga administrativa que se les está dando en este periodo de la pandemia. Situación que vienen arrastrando desde antes del COVID-19 y que ahora con esta crisis de salud, se está multiplicando”.
Enfatizó que el profesor es el profesional de la esperanza y que a pesar de que los tiempos son muy difíciles, los profesores deben seguir adelante, manteniendo esa esperanza, y transmitirla a los niños y jóvenes de estas nuevas generaciones para dar paso a la construcción de un mejor sistema educativo y una mejor sociedad a partir de esta pandemia del coronavirus.
Juan Martín López, señaló que con respecto al día del Maestro, en nuestro país es una celebración que en el sistema educativo nacional es muy importante y en la sociedad mexicana, se le da mucha importancia al trabajo de los profesores.
Dijo que en todo el mundo, se están planteando diferentes directrices en el ámbito educativo ante la pandemia del coronavirus; y como se señaló en el foro virtual que organizó el Consejo Mexicano de Investigación Educativa hace unas semanas “esta pandemia y la necesidad de trabajar y aprender desde casa, como está llamando la Secretaría de Educación Pública a esta etapa, nos está planteando nuevos desafíos. Y lo que está haciendo es amplificar los problemas que ya de por sí teníamos como países en Latinoamérica sobre nuestros sistemas educativos y que ahora quedaron expuestos”.
Abundó que se está hablando de retos de tipo tecnológico y de infraestructura, pero me parece importante no descuidar el tema de la formación integral, de qué nos está planteando la pandemia frente a este desafío del cual hemos hablado desde hace muchos años atrás como un objetivo fundamental de la educación, que no es formar solamente empleados para el mercado laboral, sino además de eso, formar personas de manera integral, en toda su dimensión.
López Calva, habló de los desafíos que en estos momentos se están presentando a los profesores y de cómo están tratando de responder con las mejores herramientas posibles ante la situación de la pandemia del COVID-19.
El decano de Artes y Humanidades de la UPAEP, planteó 7 campos de desafíos concretos para la educación y formación integral de los estudiantes en este mundo del COVID-19 y posterior a éste, ya que, de acuerdo con otros expertos, se habla de que la normalidad a la que regresaremos no será la misma a la que teníamos antes de esta crisis sanitaria.
Los 7 desafíos son el entorno ecológico, antropológico, epistemológico, ético, social, tecnológico y de gestión operativa del sistema, refirió López Calva.
Subrayó que para la formación integral del estudiante, es importante preguntarse qué tipo de ser humano queremos formar y cómo vamos a lograrlo en las escuelas en el sistema escolarizado.
Dijo que ante estos 7 desafíos, es importante desarrollar una conciencia más clara de en dónde estamos parados. “Hoy no podemos pensar en que sólo educamos a los niños de Puebla o de México, necesitamos pensarlo si como poblanos o como mexicanos, pero como parte de una especie humana que está interconectada en todo el planeta. Y prueba de ello, es que somos testigos de cómo la pandemia del COVID-19 se ha extendido por el mundo”.
Por lo tanto, ante ello, señaló que debemos pensar al ser humano como un ser global, y buscar cómo lo podemos traducir desde los planes de estudio de todas las asignaturas para trabajar con él y formarlo de una manera integral.
Acotó que ante estas interrogantes, se debe buscar cómo se puede trabajar con la persona desde diferentes disciplinas de las humanidades como la historia, la filosofía y el arte, que tienen mucho que aportar para la formación del ser humano para ser más sensible y más consciente de lo que está sucediendo en su entorno.
Por último, manifestó que hay que trabajar desde las escuelas en la consolidación del pensamiento crítico y analítico de niños y jóvenes, para que no crean todo que escuchan y están en las redes sociales, sino que tengan la capacidad de preguntarse, ¿Por qué?, y qué de eso que están escuchando o leyendo es verdadero o falso y qué fundamento tiene; porque de esta manera, se convertirán en agentes de cambio que transformen a la sociedad.