[El gobierno de Daniel Ortega actúa como lo que tanto criticó de la oligarquía de los Somoza.]
México está obligado a levantar la voz en contra de un régimen autoritario y sobre todo por los derechos humanos que están siendo vulnerados en ese país, mencionó la Mtra. Nora Arroyo Carrasco, Directora de la Escuela de Relaciones Internacionales de la UPAEP.
“México conjuntamente con otros países como Colombia, Argentina, Brasil, Chile y Perú están siendo las voces más importantes dentro de la Organización de Estados Americanos precisamente para lograr que haya una negociación, que se sienten a la mesa todas las partes en Nicaragua y se llegue a una solución que competa a todos los involucrados y no solo al gobierno”.
Es muy importante hablar del caso de Nicaragua, ya que estamos ante un ejemplo de lo que puede ser un régimen que llega por vías democráticas al poder y que luego desvía el camino, mencionó el Dr. Herminio Sánchez de la Barquera, Decano de Ciencias Sociales.
“Desafortunadamente la situación en Nicaragua se ha radicalizado y ha empeorado en los últimos meses, ya van más de 300 muertos en tres meses; tenemos un promedio de más de 100 muertos al mes por los choques entre los opositores y las fuerzas policiacas, militares y paramilitares del gobierno de Ortega y de su esposa la vicepresidente Rosario Murillo, quien desde al año pasado funge en este cargo”.
Explicó que nos encontramos frente a un caso de una especie de autocracia, de una familia que con el discurso de la Revolución Sandinista se ha hecho millonaria y han hecho un emporio económico y han pisoteado los derechos humanos y políticos de la población nicaragüense.
La Mtra. Arroyo, agregó que después de 39 años que han pasado desde el triunfo de la Revolución y ver hoy lo que está sucediendo en este Nicaragua, realmente es preocupante, no solamente por las personas que están en este país, sino también por las repercusiones que esta situación va a tener en todo Centroamérica, pero que también se verán reflejados en nuestro país y a su vez en nuestra relación con Estados Unidos.
Un tema primordial que atender ante este conflicto es el de los migrantes, desplazados y todas aquellas personas que están solicitando asilo político. Costa Rica en este momento tiene ya un problema muy grave, porque hay alrededor de 12,500 nicaragüenses que están pidiendo asilo, en México, las cifras se están incrementando en este sentido, puntualizó la catedrática.
“Creo que es momento de que hagamos una reflexión mucho más profunda de este tema que no sólo compete a Nicaragua, a los países centroamericanos, sino también a México y compete a toda América Latina en general”.
Ante este escenario, el Dr. Sánchez de la Barquera indicó que hay que evitar se generen condiciones que obliguen a la gente a salirse, ya que se está creando un foco de tensión e intranquilidad regional; lo importante es restablecer el diálogo y obligar al régimen de Ortega a abrir las puertas a la democracia otra vez, porque lo que está pasando es inconcebible y preocupante.
Agregó también que el gobierno no debe emplear armas de fuego contra su población, lo grave de este caso es justamente eso, que desde el principio se lanzó a las fuerzas del orden con armas de fuego para enfrentar a los manifestantes.
“Es triste que un movimiento que llegó al poder luchando contra la oligarquía de los Somoza ahora se esté comportando de la misma manera que criticó antes. Tenemos un régimen que lucha contra una población, pero con una diferencia, los Somoza lucharon contra una guerrilla armada, este régimen lucha contra una población desarmada que es lo más preocupante”.