[La modificación del genoma debe estar orientado para sanar enfermedades.]
El Dr. Rafael Vicuña Errázuriz, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Chile por tercer año consecutivo vista la UPAEP para hablar de temas relacionados con el manejo del ADN y en formación de profesores y estudiantes, señaló la Mtra. Constanza Mercedes Sánchez Guerra, Coordinadora del Programa de Formación Docente del Decanato de Ciencias Biológicas de la Universidad.
El Dr. Vicuña Errázuriz también es miembro de la Pontificia Academia de las Ciencias desde el 2009 y además es miembro del Consejo Pontificio para la Cultura de El Vaticano (2014-2018).
En su intervención el Dr. Rafael Vicuña manifestó que está trabajando con estudiantes de los posgrados de UPAEP en temas relacionados con la replicación del ADN, agregó, “es un proceso muy maravilloso como ocurre a nivel molecular y muy complejo. También hemos hablado del origen de la vida que es uno de los principales desafíos que tiene la ciencia hoy en día, ya que es un tema muy enigmático y fascinante, así como lo es también la astrobiología, es decir, la búsqueda de vida en otros astros o planetas del sistema solar o de otros sistemas solares”.
Asimismo, dijo que con los estudiantes de posgrado y profesores abordará el tema de la modificación genética de embriones humanos, que es un tema que preocupa mucho actualmente a la sociedad en general, porque se está disponiendo de una técnica muy sofisticada como es el “Crispr-Cas9”, para modificar en términos muy precisos el ADN, lo que abre también muchas perspectivas desde el punto de vista terapéutico, pero a la vez “connotaciones éticas porque implica manipular embriones, experimentar con embriones y a la vez descartarlos, y estas acciones presentan objeciones porque hay que respetar la dignidad del hombre”.
Enfatizó que el hallazgo científico que representó el haber clonado a la oveja “Dolly” y a todos los animales que se clonaron después, es muy importante desde el punto de vista de la ciencia porque implica una reprogramación del mensaje genético. “Conforme avanza la edad del animal o individuo, se va registrando una modificación química del genoma, que no se expresa en el adulto como se presenta en el embrión, el mismo mensaje, debido a una serie de modificaciones químicas y lo notable de esa clonación de animales que se registró hace más de 20 años. Se logró que un genoma de un adulto, se reprogramara para dar origen a un nuevo individuo”.
Indicó que por un lado, todos los animales que se obtuvieron por medio de ese proceso de clonación, que fue un proceso poco natural por los modos en cómo se dan en la naturaleza y en los términos en que se realizaron en el laboratorio, pudimos apreciar que todos esos animales estaban enfermos, debido a que la reprogramación del genoma muy notable, no fue completa.
Subrayó que hace dos décadas se trató de trabajar en la clonación de primates, sin tener el éxito esperado y ahora en los tiempos modernos, los chinos que no participaron en aquellos trabajos de clonación, han tenido éxito, según han reportado en la literatura científica en clonar primates, y por lo tanto, “hay que esperar en ver cómo se comportan porque hay que recordar que los animales que fueron clonados originalmente no vivían bien y no estaban sanos en su totalidad, pero no debemos descartar que es un adelanto científico. Y la promesa aquí es que tratándose de primates, van a servir de modelo para curar enfermedades, para diseñar terapias para humanos”.
Por último, el Dr. Rafael Humano, dijo que el hombre no debe olvidar que al modificar el genoma humano, lo primero que debe tener presente es buscar cómo sanar enfermedades, objetivo muy loable para los científicos de hoy y particularmente atractivo, si pensamos en modificaciones genéticas en adultos, que permitirá desarrollar la terapia génica, que a diferencia de la administración de un fármaco químico para mejorar la salud de la persona, estaremos administrando un gen, y esa cualidad genética no se va a transmitir a la descendencia, de modo que este tratamiento será terapéutico”.
Advirtió que se debe tener cuidado a la hora de modificar el ADN de los embriones humanos, aun cuando se busca perseguir un objetivo loable como es el sanar enfermedades, “modificar embriones implica descartar muchos por un lado, pero si somos exitosos para modificar el genoma para sanar las enfermedades con fines terapéuticos, va a surgir una tentación muy grande para producir otros tipos de modificaciones y supuestamente mejorar los individuos humanos”.