[El Dr. López Herrerías propone retomar los cuatro trascendentales de la experiencia humana.]
“Somos hijos de una tradición cultural dominante, como se podría llamar la cultura occidental, en la que ha predominado una visión del ser humano como un ser que está en la tierra para conocer la verdad. Las tres palabras que habría que encabalgar son razón, conocimiento y verdad y eso nos ha traído hasta aquí, con luces y sombras”, señaló el Dr. José Ángel López Herrerías, Profesor Investigador de la Universidad Complutense de Madrid y Profesor Humanista Internacional invitado a la UPAEP.
Destacó que parecería que la dignidad humana va a estar cada vez más en entredicho, porque estamos a punto de considerarnos como un elemento en el camino, pero no como una realidad de dignidad y de valor.
“Esto ha sido porque hemos reducido la potencialidad y la capacidad de valor de nuestra razón, en dedicarnos a buscar la verdad; buscar la verdad no representa algo negativo”, pero, puntualizó que si no estuviésemos buscando una verdad en nombre del poder que tengo para dominar a los demás, no se estarían viviendo situaciones como las que actualmente estamos enfrentando.
Para ello propone como alternativa una educación humanista basada en recuperar los cuatro trascendentales de la experiencia humana, los cuales son la verdad, la belleza, la bondad y el amor.
“De esos cuatro trascendentales, (…) nos hemos especializado en el asunto de la verdad y hemos dejado marginal, secundario, despotenciado el afán por la belleza, la bondad y el amor”.
Agregó que si se desea que los retos que hoy vivimos sean de otra manera, lo que se debe llevar a cabo es potenciar tranquilamente, pero con ánimo, los ideales, valores y actitudes que desarrollen al ser humano.
“El ser humano es un psiquismo en construcción, necesita de ideales, valores y actitudes para realizarse; si eso lo olvidamos y nos dedicamos solo al conocimiento de lo empírico, de lo objetual, de las ciencias para poder dominar hipotéticamente el mundo, estaremos haciendo tareas que van en contra de nuestra libertad, igualdad, fraternidad y no conseguiremos que el mundo alcance niveles de mayor experiencia hacia la verdad, la belleza, bondad y el amor”.
Finalmente, puntualizó que es importante conocernos a nosotros mismos no estar solo en la experiencia de la vida para conocer predominantemente los objetos que nos rodean para dominarlos, explotarlos y de ahí sacar beneficio económico.
“El esfuerzo por dominar la verdad nos ha alejado de nosotros mismos, de nuestra intimidad, de nuestros pensamientos, de nuestros ideales, valores y actitudes, de tal manera que vivimos más como un robot que hace cosas que como un ser pensante que intenta y busca el esfuerzo de conocerse a sí mismo, en definitiva el mundo será un poco mejor si los operarios que ponemos en cada escenario existencial son mejores personas”.