Nota del día
Egresado de Filosofía UPAEP, integrante de los 45 miembros de la Real Pontificia Academia para la Vida
15 junio Por: Yolanda Jaimes
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[Único mexicano entre los académicos elegidos por el Papa Francisco.] 

El Dr. Rodrigo Guerra López, egresado de la Facultad de Filosofía de la UPAEP y excoordinador de la Maestría en Filosofía también de esta Institución, fue nombrado junto a 44 académicos de 27 países por la Santa Sede para formar parte de la Academia Pontificia para la Vida (APV).

Cabe destacar que los académicos nombrados por el Papa Francisco han intervenido en diversos campos del conocimiento humano y hay también un número de miembros no católicos-creyentes de otras religiones y no creyentes con el fin de promover que la protección y promoción de la vida humana no conoce divisiones y sólo puede garantizarse a través del esfuerzo común.

Rodrigo Guerra, fue nombrado por el Papa Benedicto XVI, en 2006, como miembro correspondiente de la Academia Provita, y posteriormente integrante del Consejo de Justicia y Paz también de la misma Academia. Ahora, por el Papa Francisco como miembro ordinario de la Real Academia Pontificia para la Vida.

Agregó que a lo largo de 15 años que ha participado en la Academia Provita sus investigaciones se han desarrollado en dos ámbitos: la legitimación de la bioética como ciencia rigurosa y saber interdisciplinario estricto, y en el diálogo de la biología molecular contemporánea y la metafísica contemporánea para mostrar el estatuto personal del embrión humano.

A este respecto, el también fundador del Centro de Investigación Social Avanzada (Cisac), con sede en Querétaro, explicó que la APV es una academia científica que acompaña al Papa, en temas de bioética, biotecnología y asuntos biomédicos contemporáneos, por lo que dijo, espera corresponder a la confianza que el Santo Padre le ha depositado y conducirse con fidelidad a la verdad y con adhesión a la enseñanza del Sumo Pontífice.

Aseguró que el reto para la Academia hoy en día es anunciar el evangelio de la vida. “El más valiente anuncio sobre la dignidad humana, tiene que ir acompañado por el más radical compromiso del enfermo, el excluido, el marginado, que debe de ser objeto de nuestra mayor solidaridad activa”, expresó.

Reveló que el Papa espera que sea una Academia fiel y abierta. Fiel a la verdad, al Evangelio, al magisterio, y al mismo tiempo maximizar al diálogo con todas las propuestas bioéticas y biotecnológicas contemporáneas para iluminarlas con el humanismo integral que brota del cristianismo.

Finalmente dijo sentirse agradecido por la formación que recibió en la UPAEP, pues fueron sus profesores quienes fomentaron ese interés por la búsqueda de la verdad y segundo, porque aprendió a vivir intensamente la felicidad de la iglesia como fidelidad al Evangelio.

“Mis principales formadores fueron Pablo Castellanos, Jorge Navarro, nunca tuve la oportunidad de ser alumno directo de Don Manuel Díaz Cid, pero siempre asistía a sus cursos y conferencias de manera no oficial, me siento realmente discípulo de Don Manuel Díaz y en general de toda la obra que el Pbro. Pepe Pereda. Sin esa formación muy posiblemente jamás hubiera descubierto por ejemplo la importancia de seguir a Cristo y al Papa”, aseguró.

“Cuando uno estudia la licenciatura uno no se da cuenta de todo lo valioso que existe en la propia universidad y en su historia. La historia de la UPAEP en particular tiene un significado filosófico y cristiano explícito, que conviene profundizar y atender para poder valorar lo que significa esa buena formación que recibimos sin darnos cuenta de los profesores, mirar con atención su historia, su identidad profunda. Es la pista para construir el futuro cualquier que éste sea”, sentenció.

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